Cultura Wachiperi evidencia que Ministerio de Cultura es pura declaratorias vacías
¿Cómo pretende el INC preservar la tradición oral de los Wachiperi (la eshuva por ejemplo) a través de la escritura alfabética si no toma en cuenta la institucionalidad de los pueblos indígenas y sus reivindicaciones?
La eshuva son los cantos que él llama mágicos son una parte del sistema religioso de los Wachiperi.
Hace 4 AÑOS las comunidades nativas Wachiperi de Queros y Huacaria firmaron un convenio marco de cooperación para el etnodesarrollo con la Dirección Regional de Cultura de Cusco. Hasta el momento dicho convenio no ha dado ningún fruto tangible. No creo que con esta declaratoria las cosas cambien. Se necesitan más que intenciones declaratorias para la supervivencia del pueblo Wachiperi.
La piedra “pintada” de Hinkiori en la Amazonía cusqueña.
http://www.rupestreweb.info/hinkiori035.jpg
La roca o monolito de Jinkiori ha sido venerada por los antiguos pueblos de la zona, antepasados de los Wachipaeri, indígenas de lengua Arakmbut, que viven en la región desde tiempos remotos. Su tierra de origen es el valle de Kosñipata, cuyo acceso se encuentra en la confluencia de los ríos Queros, Pilcopata y Tono, donde hoy surge el pueblo de Pilcopata. Desde la época de los Incas, los Wachipaeri efectuaban constantes intercambios con los pueblos andinos. Los mismos Incas habían establecido algunas bases en los valles vecinos, como Mameria, donde algunos Mitimaes o Mitmaqkuna, colonos Incas, se ocupaban de la producción de coca.
En el siglo XX, la constante expansión de los colonos peruanos provenientes de Lima, Arequipa o Puno amenazó el delicado equilibro de los Wachipaeri en su valle.
http://www.rupestreweb.info/hinkiori004.jpg
Primera fotografía de Huachipaeris tomadas por un miembro
de la expedición de Göhring y La Torre a Kosñipata en 1873
(Foto del Archivo de la Municipalidad de Paucartambo) http://www.rupestreweb.info/hinkiori004.jpg
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PARADOJAS QUE MATAN. Sobre el Instituto Nacional de Cultura y los Wachiperi
grupos.emagister.com/.../5074-739750/p12.
Tiene todos los requisitos para ser una paradoja: el 23 de abril se conmemoró el día del idioma castellano y hace más de un mes el Instituto Nacional de Cultura declaró a la “La Eshuva o cantos rezados Harákmbut de la etnia Huachipaire” como Patrimonio Cultural de la Nación.[1]¿Dónde está la paradoja? Aquí la tienen: el castellano, con más de 400 millonesde hablantes nativos, es uno de los idiomas más vigorosos e institucionalizadosdel mundo. Las únicas amenazas que se ciernen sobre el castellano, según algunos expertos pegados a la tradición lingüística, son las jergas utilizadas en los chats…
April 27, 2010 / http://www.queros.net/paradojas-matan-sobre-inc-wachiperi
En cambio, los Wachiperi, según el Censo del 2007, constituyen 392 habitantes (de ellos, estoy seguro que menos de la mitad habla con fluidez su idioma materno), cifra que los pone en una situación crítica, porque de acá dos generaciones el idioma Wachiperi estará prácticamente extinto.
A esto se suma la situación de vulnerabilidad por la que atraviesa este pueblo: prácticamente están cercados por la colonización; sus territorios comunales están amenazados por invasiones; su educación intercultural bilingüe es deficiente; cada vez más Wachiperi migran hacia los centros poblados y las ciudades y están involucrados hasta el tuétano en la extracción de madera.
Todo ello reduce sus posibilidades de construir un proyecto cultural en base a sustradiciones. En otras palabras, si las cosas siguen como están y de no haber medidas integrales y urgentes, de acá 30 años nadie cantará eshuva, pero estará declarada como Patrimonio Cultural de la Nación por siempre.
Hablando de idioma, hay otra paradoja que intuyo nace de la desinformación. En mayo de 2006, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) validó el alfabeto Harakmbut.[2] Según las reglas de este alfabeto, no se debe escribir “Huachipaire”, como lo consigna el INC en su declaratoria y el INEI en el censo del 2007, sino debería ser Wachipaire. Pero aún así el nombre es incorrecto, porque este pueblo considera que la forma correcta y oficial para referirse a ellos debería ser Wachiperi.
Entonces, ¿Cómo pretende el INC preservar la tradición oral de los Wachiperi (la eshuva por ejemplo) a través de la escritura alfabética si no toma en cuenta la institucionalidad de los pueblos indígenas y sus reivindicaciones?
¿Y qué es la eshuva?
La declaratoria presenta una descripción interesante de esta práctica, pero me gustaría aportar algo más. Hace una semana estuve en la comunidad nativa de Santa Rosa de Huacaria, uno de los últimos reductos del pueblo Wachiperi en el distrito de Kosñipata, provincia de Paucartambo, región Cusco; allí el señor Alberto Manqueriapa me comentó que los cantos que él llama mágicos son una parte del sistema religioso de los Wachiperi. Estos cantos rezados tienen la finalidad de sanar a la gente enferma o de enfermar a la gente sana.
Tienen doble propósito, curar y hacer daño. Cada sacerdote o sacerdotisa (Alberto prefiere llamarse intermediario) tiene sus propios cantos, es decir, son de su propiedad pero ojo, no de su autoría. Las letras y las tonadas son autoría de los espíritus tutelares del monte o del río con quienes el intermediario mantiene un vínculo profundo, íntimo, recíproco, pero finito.
El espíritu tutelar (que puede ser el de una huangana, un jaguar, un árbol de toe, una palmera, etc) le dicta o confiesa el canto rezado al intermediario para que éste sepa cómo invocarlo y así sanar la enfermedad o hacer daño.
El modo de conectarse con estos espíritus o energías vitales es a través de estados modificados de conciencia producidos antiguamente por el consumo de la “jayapa” (floripondio) y en la actualidad por la ayahuasca. Para ingerir estas sustancias enteógenas es imprescindible seguir un camino constante de crecimiento espiritual, el que se logra a través de dietas y restricciones. Debido a ello, el rol del intermediario sobrepasa los límites religiosos, abarcando los aspectos sociales, políticos y económicos de la comunidad a la que pertenece.
Esta persona es parte importante del engranaje cotidiano. Él alimenta las relaciones sociales, opina y dirige, controla y niega. Su poder se basa en el control de la sabiduría que las energías vitales le otorgan.
Lamentablemente, en algunas sociedades indígenas, como la wachiperi, el poder del intermediario espiritual se está debilitando o simplemente ha dejado de existir.
Los viejos se han muerto con su sabiduría.
Son unos pocos los poseedores de este conocimiento, y como la propia declaratoria en cuestión lo menciona, “actualmente el proceso de transmisión se ha interrumpido, debido al desinterés de los jóvenes en el aprendizaje y a la influencia y asimilación de elementos culturales ajenos”.
La eshuva, entonces, es una práctica desconocida por la mayoría de los Wachiperi, sobre todo por los jóvenes y niños. La eshuva es patrimonio de los poquísimos ancianos y adultos que aún la practican.
La eshuva es una realidad que perteneció a los “antiguos”. La eshuva es algo tan vago en la memoria de los jóvenes y niños Wachiperi que no la conocen.
Hace mucho tiempo que la eshuva y sus poseedores han perdido fuerza como articuladores de la sociedad Wachiperi. Parece que el INC ha declarado Patrimonio Cultural de la Nación un aspecto de la cultura Wachiperi que está a punto de convertirse en un recuerdo y en una nostalgia. Los Wachiperi necesitan más que recuerdos para seguir existiendo.
Pero hay que darle crédito al INC cuando en su declaratoria menciona lo siguiente: “se tiene registro de treinta cantos interpretados por integrantes del grupo Huachipaire, habitantes de las comunidades de Santa Rosa de Huacaria y Queros.
Se conoce la existencia de muchos más cantos no registrados que están en peligro de desaparición. Estos cantos pueden ser objeto de recuperación a través de investigaciones exhaustivas y de acciones de afirmación cultural”. Pero también hay que dudar de sus promesas, eso me consta y les consta a todos los Wachiperi, porque hace CUATRO AÑOS las comunidades nativas de Queros y Huacaria firmaron un convenio marco de cooperación para el etnodesarrollo con la Dirección Regional de Cultura de Cusco. Hasta el momento dicho convenio no ha dado ningún fruto tangible. No creo que con esta declaratoria las cosas cambien. Se necesitan más que intenciones declaratorias para la supervivencia del pueblo Wachiperi.
Hace más de dos años que el INC declaró a la cultura Q’ero como Patrimonio Cultural de la Nación. Fue un hecho absolutamente meritorio, porque a la par se llevaron a cabo procesos de fortalecimiento de la educación intercultural bilingüe. Pero como se darán cuenta, el INC declaró Patrimonio a TODA la cultura Q’ero y no a uno de sus aspectos constitutivos, es decir, no se declaró patrimonio al “pago a la Pachamama” o la “lectura de la hoja de coca”; nada en particular se declaró, solo la totalidad. Y esto mis queridos lectores es, reitero, absolutamente meritorio porque se está preservando el territorio y los derechos culturales de la Nación Q’ero. Pero la cultura Q’ero es un pueblo fuerte, demográficamente importante y articulado aun las amenazas. Los Q’ero sobrevivirán a las siguientes generaciones sin problemas, seguirán con sus prácticas, continuarán comunicándose en quechua en su núcleo familiar, en la ciudad del Cusco, en Lima o en el lugar donde vayan, y claro, seguirán haciendo pagos a la Pachamama allí donde estén. En cambio los Wachiperi no…
Sin duda, la eshuva fue un acto importantísimo y articulador del pueblo Wachiperi, pero es una pequeña parte de todo su universo, el que comprende, además, a la naturaleza viviente. Vamos más allá, la eshuva, en realidad, es una parte constitutiva de todo el pueblo Harakmbut. Si queremos empezar a ayudarlos realmente, debemos declarar a los Harakmbut Patrimonio Cultural de la Nación, y en el marco de ello, declaremos a los grupos Wachiperi, Arasaeri, Kisamberi, Sapiteri, Toyoeri y Pukirieri, en riesgo de extinción cultural. Lo mismo deberíamos hacer con los pueblos Nanty, Yora (nahua) y Kakinte del distrito de Echarati, en La Convención.
Otra de las cosas más urgentes que deberíamos hacer por el pueblo Wachiperi es apoyarlos en sus iniciativas culturales y económicas. Hay que dinamizarlas para evitar las migraciones perjudiciales y la fragmentación sociocultural. Por ejemplo, hay que fortalecer la educación intercultural bilingüe en las tres comunidades donde hay población Wachiperi (Queros, Santa Rosa de Huacaria y Shintuya), hay que dotarles de materiales y currículas educativas acordes a su realidad, hay que apoyar las labores de conservación en la Reserva Ecológica Haramba Queros Wachiperi de la comunidad nativa de Queros, hay que darle fuerza al turismo vivencial que con sus propias manos llevan a cabo Huacaria y Queros, hay que dotarles de electricidad, agua potable y buenas carreteras, hay que incluirlos en las decisiones político-administrativas del distrito de Kosñipata, hay que fomentar prácticas interculturales entre la población mestiza, quechua altoandina e indígena amazónica. Pero sobre todo, desde mi punto de vista, hay que instaurar el reencuentro de los Wachiperi con sus espíritus tutelares para que puedan comprender sin complejos ni resentimientos su posición en este plano existencial.
La última: el INC declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la “Eshuva o cantos rezados Harakmbut de la etnia Huachipaeri” mediante Resolución Directoral N° 499 del día 11 de marzo de 2010. Días después los amigos Wachiperi y yo nos enteremos del suceso. Nadie lo veía venir. Ningún Wachiperi ha sido preguntado previamente si estaba de acuerdo o no, o si la redacción de la declaratoria reflejaba su pensamiento. Nada. Pero lo más duro es que esta declaratoria ha pasado por inadvertida para la mayoría de los Wachiperi… ¡A la mayoría de ellos ni les importa! Esto es más grave todavía. El INC ha declarado dentro de sus propios fueros y a espaldas del pueblo Wachiperi. Estas paradojas sí que matan.
Donaldo Humberto Pinedo Macedo.
[1] http://www.elperuano.com.pe/PublicacionNLB/normaslegales/wfrmNormas… [2] http://www.aulaintercultural.org/article.php3?id_article=1542
Tags: Wachiperi
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FEDERACION NATIVA DEL RIO MADRE DE DIOS Y AFLUENTES
FENAMAD
RESPALDO A LAS COMUNIDADES INDIGENAS SANTA ROSA DE HUACARIA Y
QUEROS, DEL VALLE DE KCOSÑÍPATA – CUSCO
La Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes, FENAMAD, expresa su respaldo al
pronunciamiento emitido por las comunidades indígenas Wachipaeri y Matsiguenka, “Santa
Rosa de Huacaria” y “Queros”, del distrito de Kcosñipata, provincia de Paucartambo, región
Cusco, ante los atropellos que vienen siendo cometidos por el Alcalde distrital Juan José
Rodríguez Aquise, contra iniciativas y demandas de ambas comunidades.
A lo largo de nuestra existencia y, a pesar de las condiciones adversas motivadas ya sea por la
inacción de las autoridades o por la implementación de políticas de Estado contrarias a las
necesidades y derechos de los pueblos indígenas, las comunidades y organizaciones indígenas
de la amazonia peruana hemos ido forjando nuestro propio bienestar y futuro en base a
iniciativa, esfuerzo y perseverancia.
El esfuerzo que históricamente hemos tenido que desplegar para lograr el respeto de nuestros
derechos y reivindicaciones ha sido tal que, en realidad, antes de hablar de logros nosotros
hablamos de conquistas. Así, la titulación de tierras, la implementación de servicios básicos
como educación y salud intercultural, la ejecución de proyectos económico - productivos, entre
otros, deben ser consideradas conquistas de los pueblos indígenas y sus organizaciones, con el
apoyo de nuestros aliados.
Las comunidades Santa Rosa de Huacaria y Queros, cuyo comunicado motiva el presente
pronunciamiento, son ejemplos de iniciativa, organización y autodeterminación para salir
adelante. Es, por lo tanto, inaceptable, que una autoridad local en vez de reconocer este esfuerzo
y respaldar las acciones de ambas comunidades, se haya puesto como propósito calumniarlas y
obstaculizar procesos que sin duda significarán un mejoramiento de la calidad de vida de la
población, como el manejo comunal de la concesión de conservación “Reserva Ecológica
Huachipaeri Haramba-Queros”, otorgada oficialmente por el Instituto Nacional de Recursos
Naturales, INRENA, a favor de la comunidad de Queros, en el año 2006.
Asimismo, el incumplimiento de compromisos de tanta importancia para la población de la
zona, como la gestión orientada a la optimización del servicio educativo y el mejoramiento de
las vías de comunicación terrestre, demuestra la falta de seriedad y responsabilidad del alcalde
mencionado.
Ante lo expuesto, demandamos:
El cumplimiento inmediato de las exigencias planteadas por los consejos directivos de las
comunidades Santa Rosa de Huacaria y Queros en su pronunciamiento, para lo cual
proponemos se instale, a la brevedad posible, una comisión multisectorial encabezada por el
alcalde provincial de Paucartambo e integrada por representantes del Gobierno Regional de
Cusco, las comunidades indígenas afectadas y sus organizaciones, y las instituciones estatales
involucradas.
Puerto Maldonado, 17 de marzo de 2008
Consejo Directivo
FENAMAD
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PRONUNCIAMIENTO
LAS COMUNIDADES NATIVAS DEL VALLE DE KOSÑIPATA DENUNCIAN EL CONSTANTE
ATROPELLO DE SUS DERECHOS
Las comunidades nativas de Queros y Santa Rosa de Huacaria, pertenecientes a los Pueblos
Indígenas Wachiperis y Matsigenkas, ubicadas en el Distrito de Kosñipata, Provincia de
Paucartambo, Región Cusco, se dirigen a los pobladores del valle de Kosñipata, a las
autoridades nacionales y regionales, a los medios de comunicación del Perú y del mundo, a las
diversas organizaciones de Derechos Humanos y al público en general, para hacer de
conocimiento EL ATROPELLO Y LA PROHIBICION AL PLENO GOZO DEL EJERCICIO DE
SUS DERECHOS COMO PUEBLOS INDIGENAS Y CIUDADANOS PERUANOS, LOS
CUALES ESTAN ESTABLECIDOS en la Constitución Política del Perú, en el Convenio 169 de
la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y en la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en atención a las siguientes consideraciones y
exigencias:
PRIMERO.- En la época precolombina los pueblos indígenas del valle de Kosñipata
mantuvieron relaciones de intercambio permanente con los inkas. Nuestros ancestros fueron
los selváticos más conocidos por la cultura inka y en la actualidad somos uno de los pueblos
más ignorados por la sociedad peruana. Desde la colonización persistimos en la defensa de
nuestro territorio ancestral, el que de manera gradual nos fue despojado para reducirnos a
pequeños espacios denominados “comunidades nativas”; las grandes extensiones pasaron a la
propiedad privada o se convirtieron en áreas protegidas que limitan nuestra capacidad de
poder desarrollarnos.
SEGUNDO.- Nosotros, como pueblos indígenas, somos marginados por nuestra autoridad
Municipal, el señor Juan José Rodríguez Aquise, quien aprovechando el poder político nos
atropella y priva de poder ejercer nuestro derecho a la libre expresión y al control autónomo de
nuestros territorios, los cuáles están reconocidos por el Estado a través del artículo 89 de la
Constitución Política del Perú , por las normas internacionales como el Convenio 169 de la OIT
en sus artículos 13 y 14 y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas en su artículo tercero.
TERCERO.- Los Pueblos indígenas, y en especial los de las comunidades nativas de Queros y
Santa Rosa de Huacaria, tenemos los mismos derechos que cualquier ser humano, por lo
mismo que la Constitución Política del Perú reconoce un Estado pluricultural, multilingüe y
multiétnico, sin embargo, somos marginados y solamente nos recuerdan durante los procesos
electorales porque los partidos políticos requieren de la cuota indígena.
CUARTO.- Hasta el momento no se cumplen los compromisos electorales del señor Rodríguez
para ejecutar obras de inversión pública en nuestras comunidades nativas, toda vez que la
trocha carrozable hacia la comunidad nativa de Queros sólo fue mejorada hasta al río Entoro y
no en su totalidad como estaba proyectada y aprobada por el Presupuesto Participativo de la
Municipalidad Distrital de Kcosñipata anteriormente. La misma suerte corrió la comunidad
nativa de Santa Rosa de Huacaria, cuya trocha sólo fue mejorada hasta el terreno de los
progenitores del señor Rodríguez. Por otro lado hasta la fecha no se ha concluido la obra
construcción de su Institución Educativa habiendo pasado ya un año de su gestión.
QUINTO.- Denunciamos la discriminación y el olvido por parte del señor Juan José Rodríguez
Aquise, quien no atiende las verdaderas demandas sociales de nuestras comunidades nativas,
como salud, educación intercultural bilingüe e infraestructura básica.
SEXTO.- Las comunidades nativas del Valle de Kosñipata no podemos truncar nuestro
desarrollo por la incomprensible oposición del señor Rodríguez hacia algunas las
organizaciones no gubernamentales, con quienes estamos trabajando para fortalecer
actividades culturales, educativas, de salud, turísticas y de conservación sostenibles. Esta
actitud del señor alcalde, que rechazamos rotundamente, entorpece las gestiones que hasta el
momento hemos realizado tanto con instituciones públicas como privadas. Demandamos al
señor Rodríguez que no subestime nuestras decisiones, capacidad de gestión y
autodeterminación.
SEPTIMO.- Aclaramos que la Concesión de Conservación de la “Reserva Ecológica
Huachipaire Haramba – Queros”, fue otorgada por el INRENA a través de la Resolución de
Intendencia Nº 0358-2006-INRENA-IFFS a la comunidad nativa de Queros por 40 años. Esta
comunidad es la única responsable de su gestión y desarrollo. Cabe recordar que la comunidad
Nativa de Queros remetió al señor Alcalde la ducomentacion del convenio marco de
cooperación con la ONG ACCA con la finalidad de invitar a ser parte del mismo y conocer sus
observaciones, pero nunca tuvimos una respuesta oficial.
Por las razones expuestas, las comunidades nativas del valle de Kosñipata, exigimos:
1. Que las autoridades del distrito, de la provincia y de la región reconozcan y respeten
nuestras culturas y nuestros derechos de autodeterminación, libre asociación y libertad para el
trabajo, conforme lo establece la Constitución Política del Perú, el Convenio 169 de la OIT y la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
2. Que el señor Juan José Rodríguez Aquise, alcalde distrital de Kosñipata, mejore nuestras
trochas carrozables, considerando la elaboración de expedientes técnicos que aseguren el
lastrado, afirmado y alcantarillado. Asimismo, exigimos que el señor Rodríguez deje a un lado
sus chantajes y ejecute las labores para las cuales fue elegido.
3. En el marco del mejoramiento de la calidad educativa de nuestras comunidades y
considerando que en la actualidad existen profesores indígenas del Programa de Formación de
Maestros Bilingües de nuestra organización representativa FENAMAD (Federación Nativa del
Río Madre de Dios y Afluentes), exigimos que la Municipalidad Distrital de Kosñipata y la
Dirección Regional de Educación intervengan en la UGEL – Paucartambo, para garantizar el
nombramiento de Profesores especializados en Educación Primaria Bilingüe Intercultural para
las comunidades nativas de Queros y Santa Rosa de Huacaria y así garantizar una educación
acorde a nuestra realidad sociocultural.
4. Que la autoridad municipal aclare y rectifique sus declaraciones calumniosas que efectuó en
agravio de todos los pueblos indígenas, especialmente a los Wachiperi, a quienes atribuyó
supuestos actos de corrupción. También exigimos que se disculpe y retracte públicamente de
la difamación que hizo a la junta directiva de la comunidad nativa de Queros, al insinuar que
había recibido cierta cantidad de dinero en efectivo para firmar el convenio marco de
cooperación con la ONG ACCA.
5. Exigimos que la municipalidad distrital de Kosñipata cumpla sus compromisos estipulados en
el convenio marco firmado entre la Dirección Regional de Cultura de Cusco (INC), el Municipio
Distrital de Kosñipata y las Comunidades Nativas de Queros y Santa Rosa de Huacaria en el
año 2006, con la finalidad de proteger el Patrimonio Cultural de nuestros pueblos a través del
Etnodesarrollo.
6. Finalmente, dejamos claro que de no ser atendidos ejerceremos acciones acorde a nuestro
derecho consuetudinario para la defensa de nuestros derechos.
Pilcopata, marzo de 2008
FIRMAN EL CONSEJO DIRECTIVO DE LAS DOS COMUNIDADES NATIVAS
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http://fenamad.org.pe/pdfs/PRONUNCIAMIENTO%2011.pdf
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Cultura Wachiperi
Escrito por Nuria Cugota Gomez el 13/11/2010
El enigmático monolito de Jinkiori, herencia de la cultura Huachipaeri
En el caso del monolito de Jinkiori, situado cerca al río Queros, en el departamento de Cusco, en Perú, el análisis de los petroglifos, pero sobre todo de la utilidad ritual de la totalidad de la piedra, es mucho más complejo.
Primero que todo, la roca, enorme y aislada, no parece estar conectada con ninguna otra, aunque a unos 200 metros se encuentra una piedra similar, pero más pequeña. Geológicamente, parece tener un origen volcánico, pero en la zona no hay volcanes activos, además, no está conectada en lo absoluto con alguna otra piedra de la misma consistencia, puesto que está en medio de terrenos blandos e inundables.
Algunos investigadores desarrollaron la hipótesis de que es un pedazo de meteorito, pero a mí no me parece posible, ya que el tremendo impacto con la atmósfera terrestre debía haberlo desintegrado.
Es probable que la roca haya sido venerada por los antiguos pueblos de la zona, antepasados de los Huachipaeri, indígenas de lengua Arakmbut, que viven en la región desde tiempos remotos.
Su tierra de origen es el valle de Kosñipata, cuyo acceso se encuentra en la confluencia de los ríos Queros, Pilcopata y Tono, donde hoy surge el pueblo de Pilcopata. Desde la época de los Incas, los Huachipaeri efectuaban constantes intercambios con los pueblos andinos. Los mismos Incas habían establecido algunas bases en los valles vecinos, como Mameria (cerca al torrente homónimo, afluente del Maestrón), donde algunos Mitimaes o Mitmaqkuna (colonos Incas) se ocupaban de la producción de coca.
En el siglo XX, la constante expansión de los colonos peruanos provenientes de Lima, Arequipa o Puno amenazó el delicado equilibro de los Huachipaeri en su valle.
Hoy en día, los Huachipaeri son aproximadamente 80 y viven en las dos comunidades de Queros y Huacaria.
Los petroglifos, que fueron incisos directamente en el monolito, recuerdan signos de culturas amazónicas como espirales, cadenas retorcidas, triángulos dobles. También se encuentra allí una extraña figura denominada “la clave”. En mi opinión, estas incisiones rupestres podrían ser representaciones abstractas de mitologías o concepciones cosmológicas, creadas por sujetos que se encontraban bajo la influencia de plantas alucinógenas como la ayahuasca (yajé).
Una de las características más interesantes del monolito es una especie de cuenca, como se ve en la fotografía.
Es posible que esta cavidad sea totalmente natural, pero después de que se le observa más atentamente, se puede llegar a la conclusión de que tiene también un parcial origen artificial. En efecto, se notan partes pulidas justo en los bordes de la misma cuenca, como si hubieran sido hechas por el hombre. Algunos arqueólogos desarrollaron la hipótesis de que la cuenca era usada como recipiente donde poner el maíz para transformarlo luego en chicha, una bebida típica de Suramérica, o en masato, una infusión a base de mandioca, característica de la Amazonía. No obstante, existen otras teorías: la cuenca pudo haber sido usada para purificar a un adolescente sumergiéndolo en sus aguas de lluvia o para bautizar a un infante y hacerlo entrar, de esta manera, en el mundo de los adultos.