ya acabó su novela

El histórico cinismo de la izquierda

Publicado: 2011-05-25

Por alguna extraña razón lo que se llama "izquierda" atrae siempre a las personas más violentas. Lo vemos a menudo en esta campaña. Lo que se llama izquierda en la política mundial (pero también en la peruana) representa a los sectores no solo más violentos y criminales que se hayan visto en la historia, sino también a los más mentirosos y cínicos. Siempre llegan al poder prometiendo maravillas y acaban instaurando un régimen autoritario y hasta criminal. La historia está llena de ejemplos. Cuba y Venezuela son dos ejemplos vivos.

A continuación transcribo un extracto de la columna de José Barba Caballero que aborda este tema de manera muy concisa.

Según Revel (el gran desmitificador del marxismo), entre el nazismo y el comunismo hay por lo menos una sustancial diferencia de honestidad. Hitler siempre dijo que era hostil a la democracia, a la libertad de expresión, de cultura, al pluralismo político y sindical. Además, expuso ampliamente, antes de llegar al poder, su brutal pensamiento racista y antisemita. En cambio el comunismo, en un magistral caso de cinismo político, prometió abundancia y engendró miseria, prometió libertad y engendró servidumbre, prometió la igualdad para desembocar en la menos igualitaria de todas las sociedades; prometió respeto a la dignidad humana y dio vida a campos de concentración como el de Auschwitz; prometió el acceso de todos a la cultura y terminó creando un modelo de sociedad que, allí donde se ha aplicado, no ha tenido otro objetivo que el de adoctrinar, embrutecer, someter, exterminar.

Hitler tuvo al menos la hidalguía de poner en blanco y negro lo que iba a hacer, en cambio los comunistas utilizaron –y aún lo hacen- el disfraz social y democrático para hacer exactamente todo lo contrario de lo que anuncian. Así que sí hay diferencias entre un monstruo y otro, pero éstas no son a favor del comunismo, que añade al crimen la mentira más abyecta. No entiendo pues a quienes se proclaman comunistas en pleno siglo XXI, como tampoco a esos profesores universitarios que los califican como "izquierda". En realidad son reaccionarios, conservadores puros en el peor sentido de la palabra. Es por estas razones que nada me parece más grotesco que ver a un marxista (como Carlos Tapia o ese tal Soberón) hablando de libertad, democracia y derechos humanos.

Ninguna de las propuestas ideológicas del marxismo ha resistido la prueba de la experiencia: ni libertad, ni justicia, ni igualdad, ni paz, ni derechos humanos, ni derechos sindicales. Esto sin contar sus crímenes y genocidios, que figuran como los más feroces en la historia de la humanidad. Es por esto que todos sus discursos y experimentos están en el basurero de la historia; sin embargo, existe un candidato por nuestros lares que se ha metido de cabeza en este basurero para, con las piltrafas de esta ideología momificada, construir una opción de horror contra el país. El 5 de junio, con nuestro voto, tendremos la oportunidad de devolverlos al relleno sanitario al cual pertenecen.

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Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social