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Obama anuncia retirada parcial de Afganistán porque sale cara la guerrita

Publicado: 2011-06-24

 

U.S. withdraws from Afghanistan.

EE UU lleva invertido cerca de un billón de dólares en una guerra que cuesta hoy 10.000 millones de dólares al mes. Más de 1.600 norteamericanos han muerto ya en un conflicto que sus detractores consideran imposible de ganar... pero que es un sustancioso negocio para los lobbistas de la guerra

 

 

Obama anuncia retirada parcial de Afganistán tras costosa guerra de diez años

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LO QUE HAN DEJADO LOS INVASORES:

 

Familiares de niños afganos fallecidos durante un bombardeo de la OTAN

 llevan sus cuerpos a Lashkar Gah, la capital de la provincia de Helmand, para denunciar el ataque.- MEER AFZAL (EFE)

 

El presidente de EE.UU., Barack Obama, escogió el horario de máxima audiencia para presentar al pueblo estadounidense su plan de retiro paulatino de Afganistán, escenario de la guerra más larga y costosa en la historia de EE.UU., contra la que ahora hay una creciente oposición pública.En parte Obama estaba cumpliendo una promesa que hizo cuando, temprano en su administración, cedió a la presión de incrementar, en unas 30.000, las fuerzas militares en el llamado “empuje” contra la insurgencia con la condición de que estaría retirándolas después de un año si las condiciones se daban.

El plazo ha llegado y, aunque las condiciones ciertamente no han mejorado, con el anuncio del retiro parcial y medido el presidente quiere apaciguar a una ciudadanía estadounidense que exige más atención a los problemas internos, garantizar al pueblo afgano algún tipo de gobernabilidad en su país tras la partida y convencer al estamento militar de EE.UU. que la salida es honorable. No se debe olvidar que las elecciones presidenciales de 2012 están a la vista.

En la práctica el repliegue por etapas será de los efectivos militares que constituyen ese incremento temporal y será a más tardar para finales de 2011, pero eso dejará unos 68.000 soldados y demás personal militar, una considerable presencia sobre la que todavía no hay claridad de cómo y cuándo saldrían.

“No haremos de policias en sus calles 

Obama explicó en un discurso televisado a la nación que la retirada se produce “desde una posición de fuerza” después de haber cumplido el objetivo básico de debilitar a Al Qaeda, aunque admitió que “no vamos a pretender hacer de Afganistán un país perfecto”. Recordó que la dispersión de recursos hacia la guerra de Irak impidió durante años hacer más progresos en Afganistán y anunció que, después de una década en la que este país ha estado concentrado en la lucha contra el terrorismo, “ahora es el momento de centrarse en EE UU” e “invertir en nuestra gente”.

Aunque los plazos establecidos por Obama aceleran un poco el ritmo deseado por los mandos militares, que pedían una retirada de 5.000 soldados este año y un total de 30.000 para finales del próximo, el presidente advirtió que todavía es necesario consolidar los avances hechos en los últimos meses. “Este es el principio pero no el final de nuestro esfuerzo por ganar esta guerra. Tendremos que hacer aún el trabajo duro de mantener los logros obtenidos”, dijo.

Al mismo tiempo, el presidente anunció que su Gobierno intentará resolver el conflicto civil afgano mediante negociaciones políticas. “Mientras fortalecemos al Gobierno afgano y sus fuerzas de seguridad, Estados Unidos se sumará a las iniciativas para la reconciliación del pueblo afgano, incluyendo a los talibanes”, manifestó. “Nuestra posición sobre esas conversaciones es clara: tienen que ser conducidas por el Gobierno afgano y los que participen en ellas tienen que romper con Al Qaeda, abandonar la violencia y respetar la Constitución afgana”.

El objetivo que Obama señaló para poner fin a la presencia militar en Afganistán es el de que ese país “deje de ser un santuario de Al Qaeda y de sus afiliados para lanzar ataques contra nuestra patria o nuestros aliados”. “No haremos de policías en sus calles o patrullaremos sus montañas indefinidamente; esa es la responsabilidad del Gobierno afgano, que tiene que incrementar su capacidad de proteger a su pueblo”, añadió.

Este discurso, que llega en un momento de mayor pesimismo entre la opinión pública norteamericana sobre la necesidad de combatir en Afganistán y de creciente presión de parte del Congreso para concluir la guerra cuando antes, se presta a diversas interpretaciones sobre el camino elegido por Obama. Por un lado, queda claro que el presidente no está dispuesto a una guerra indefinida ni a sumergir a su país en las disputas internas de Afganistán. En ese sentido, sugirió que su enemigo no son los talibanes ni su objetivo la estabilización de Afganistán. Al mismo tiempo, no satisface las exigencias de la izquierda demócrata y la derecha conservadora de salir de ese conflicto sin demora.

Por un lado, Obama no da satisfacción plena al deseo del jefe militar en Afganistán, general David Petraeus, de mantener sus fuerzas casi íntegras durante un año más, pero le deja tropas suficientes para la campaña del próximo otoño y para mantener plena operatividad durante la mitad del próximo año.

Obama ha escogido una solución, como es costumbre en él, que trata de conciliar las opciones encontradas que durante meses han batallado dentro de su Administración: el vicepresidente, Joe Biden, como líder de los partidarios de acelerar la retirada, y el general Petraeus, al frente de los que pedían más prudencia.

Con este discurso, Obama intenta de alguna manera cerrar la página de la guerra de Afganistán y de un largo periodo de conflictos muy polémicos iniciados por su antecesor, George Bush, y concentrarse en la economía nacional, que es lo que va a decidir las elecciones del año próximo.

“Ahora acabemos el trabajo que tenemos entre manos”, manifestó, “acabemos responsablemente estas guerras y recuperemos el sueño americano que es el centro de nuestra historia”.

EE UU lleva invertido cerca de un billón de dólares en una guerra que cuesta hoy 10.000 millones de dólares al mes. Más de 1.600 norteamericanos han muerto ya en un conflicto que sus detractores consideran imposible de ganar.

Con información de BBC y El País

Tomado de

 

 

 

 

Obama's Afghanistan exit strategy brings conflict to the domestic frontline

The July 2011 deadline set by President Obama for a troop drawdown is almost upon him. Will he keep his pledge?

 www.guardian.co.uk/.../0,,2225625,00.html

guardian.co.uk, Thursday 23 June 2011 18.19 BST

Article history

US President Barack Obama announcing the US withdrawal from Afghanistan. Photograph: Pablo Martinez Monsivais/AFP/Getty Images

Despite its tremendous cost – including more than 1,600 American military fatalities – the war in Afghanistan has not received a great deal of media attention in the US. It has not been the focus of extensive Congressional debate, nor was it a major issue in the presidential election of 2008 or the congressional elections of last year. 

But President Obama's announcement that he intends to withdraw 33,000 of the 100,000 US troops deployed in Afghanistan by the end of next year – reversing the surge he ordered at the end of 2009 – could finally precipitate a public clash. Champions of the war are now protesting that the president is wimping out, while opponenrts are complaining that the drawdown is too slow to bring US involvement in the war to an end. Contenders for the Republican presidential nomination reacted to the president's announcement in different ways. Afghanistan, it seems, might finally become a political issue. 

Many congressional Democrats have long been skeptical of the war and didn't approve Obama's decision to boost the US presence in Afghanistan. Yet these Democrats, until recently, have only gingerly registered their opposition. 

Republicans, in keeping with their traditional hawkishness, have largely backed Obama's surge, though prominent supporters such as senators John McCain and Lindsey Graham have repeatedly complained about Obama withdrawing troops prematurely, transmitting a mixed message of concerned support. The few non-interventionist/isolationist Republicans who questioned the war did not have much political room for manoeuvre. The war proceeded without much fuss. 

But ever since Obama announced the 2009 surge, this moment has been looming, for the president had noted then that July 2011 would mark the start of a disengagement. He never said how fast or extensive the troop withdrawal would be – only that it would begin now, which had the effect of suspending the political debate. 

Hawks worried that Obama would cut out on the troops-heavy counterinsurgency mission they fancied, but they couldn't be sure. And doves had trouble gaining traction for their anti-war efforts, while the president was saying that soon the United States would be bringing its troops home. The American public seemed content to not have to ponder these dicey issues. 

Now Afghanistan is centre stage. With this middle course – withdrawing not too many, but not too few troops – Obama is obviously trying to persuade the public, especially the independent voters he will need in 2012, that he is indeed delivering on his promise, but doing so cautiously and responsibly. The White House hopes this stance will prevent any major political firestorm. But among the politics-and-policy class, there's likely to be a swirl of clashes. 

Last month, a large number of House Democrats joined with a handful of Republicans to establish a timetable for withdrawal; they lost on a close 215-204 vote. This group, which has been drawing increasing strength, is not likely to be appeased by Obama's announcement. 

"It has been the hope of many in Congress and across the country that the full drawdown of US forces would happen sooner than the president laid out," House Democratic leader Nancy Pelosi said after the speech. Meanwhile, hawks such as McCain and Graham quickly started complaining, with McCain griping that Obama's plan, "poses an unnecessary risk to the hard-won gains that our troops have made thus far in Afghanistan". 

In the Republican presidential contest, three of the candidates immediately struck differing positions. Former Utah governor Jon Huntsman said Obama's withdrawal is too slow. Former Minnesota governor Tim Pawlenty called for a slower drawdown, in keeping with the more modest proposal General David Petraeus reportedly backed. And former Massachusetts governor Mitt Romney, who has had a muddled position of late, reverted to an old conservative cliché. "We shouldn't adhere to an arbitrary timetable on the withdrawal of our troops from Afghanistan," he said. These differences could lead to feisty primary debates in the weeks and months ahead. 

So will Afghanistan become a major issue in the 2012 election? Certainly it won't compete with the flailing economy for attention – even if it is costing American taxpayers $120bn a year. Obama, who will attempt to remain above the various intra-mural debates on Afghanistan, has conveniently scheduled his de-surge to be finished by September 2012. That date was suggested by defence secretary Robert Gates as a compromise, after the White House proposed an early 2012 deadline and Petraeus requested an end-of-year deadline. 

But if the September 2012 date is met, the president will be able to claim that he has kept his promise to ratchet back the war and to argue he should be trusted to guide its continuing reduction. At that point, a Republican nominee who contends the war should be bolstered will likely be at a disadvantage. 

David Corn is the Washington bureau chief of motherjones.com

 

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© 2011 The Associated Press

June 23, 2011, 3:37AM

 

La oficina del presidente de Francia Nicolas Sarkozy anunció el jueves que retirará paulatinamente sus soldados de Afganistán, en un cronograma parecido al que tendrán los soldados estadounidenses y que dará comienzo este verano boreal.

El retiro de los aproximadamente 4.000 soldados galos se hará en coordinación "con nuestros aliados y con las autoridades afganas" y de una manera "proporcional comparable con el de los soldados estadounidenses", señala el comunicado.

La información sobre el repliegue de los soldados franceses se da casi inmediatamente después de que el presidente Barack Obama de Estados Unidos anunciara un retiro de soldados de Afganistán.

Obama hizo el anuncio inicial del retiro de 10.000 soldados en dos fases: los primeros 5.000 en este verano y otros 5.000 para finales del año. Además, serán retirados más de 20.000 soldados para septiembre del 2012.

Como Francia tiene un contingente menor de soldados desplegados en la región que el que tiene Estados Unidos, su retiro será igualmente inferior.

El comunicado del gobierno francés indicó que el presidente Obama llamó a su colega Sarkozy para informarle que Estados Unidos sacaría a sus soldados del país "por los avances obtenidos" en Afganistán. Sarkozy comparte la visión estadounidense, al destacar éxitos en la lucha contra el terrorismo así como la muerte del líder de la red terrorista al-Qaida, Osama bin Laden.

Sarkozy confirmó que Francia permanecerá comprometida con sus aliados en apoyo al pueblo afgano para que "este continúe con su proceso de transición hasta su fin", agrega el comunicado.

En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, recibió con beneplácito el anuncio de Obama e indicó que su país comparte la meta de reducir la presencia de soldados alemanes hasta unos 4.900 para finales de este año.

Sin embargo, Alemania aún no ha concluido los detalles para llevar a cabo ese retiro de soldados.

Sarkozy, al igual que Obama, se prepara para afrontar elecciones el año próximo, aunque el mandatario francés no ha anunciado formalmente su candidatura a la reelección. Hasta el momento han muerto 62 soldados franceses en Afganistán.

Read more: http://www.chron.com/disp/story.mpl/sp/nws/7623084.html#ixzz1QF6RXgdH

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Viernes, 24 junio a las 12:25:42

 

AP

A medida que Estados Unidos anticipa su retiro gradual de Afganistán va prestando cada vez más atención a Pakistán, donde según funcionarios del gobierno estadounidense al-Qaida y sus aliados siguen planeando ataques contra Occidente.

Sostienen que esa amenaza ha logrado ser neutralizada en Afganistán, una justificación clave para el anuncio del presidente estadounidense Barack Obama el miércoles de que Estados Unidos retirará 33.000 soldados de Afganistán para mediados del 2012. Washington invadió ese país en el 2001 debido a que al-Qaida lo usó como base para lanzar los ataques terroristas del 11 de septiembre de ese año.

Afganistán podría asumir nuevo significado para Washington como base para lanzar ataques contra milicianos en el vecino Pakistán, un país inestable con armas nucleares que muchos analistas consideran estratégicamente más importante que Afganistán.

Ese panorama ha cobrado mayor fuerza a medida que la relación entre Pakistán y Estados Unidos se deteriora tras la incursión estadounidense que mató al jefe de al-Qaida, Osama bin Laden, el mes pasado. La operación humilló a Pakistán, que disminuyó su cooperación antiterrorista con Estados Unidos, una medida popular en un país con intenso sentir antiestadounidense.

"No hemos visto surgir una amenaza terrorista de Afganistán en los últimos siete u ocho años", dijo un alto funcionario estadounidense en Washington antes del discurso de Obama. "La amenaza ha provenido de Pakistán en la última docena de años, o más".

Uno de los intentos terroristas más notorios en Estados Unidos proveniente de Pakistán fue el ejecutado por Faisal Shahzad, un paquistaní-estadounidense que trató de detonar una bomba en Times Square de Nueva York el año pasado. Supuestamente viajó a las zonas tribales de Pakistán y coordinó su ataque con el Talibán paquistaní.

Como Pakistán prohíbe la presencia de soldados estadounidenses y se ha mostrado reticente a luchar contra milicianos que Estados Unidos considera una amenaza, Washington ha dependido cada vez más de ataques de aviones no tripulados de la CIA contra combatientes de al-Qaida y el Talibán en la zona montañosa paquistaní cerca de la frontera afgana.

Pero el futuro de esos ataques en Pakistán podría verse amenazado por el arraigado sentimiento antiestadounidense y el furor por la incursión de comandos que mataron a bin Laden en Abotabad el 2 de mayo. Legisladores paquistaníes exigieron al gobierno, que se cree permite a los aviones no tripulados despegar de bases dentro del país, ponga fin al programa.

Si Pakistán impidiera el despegue de dichos aviones, Estados Unidos debería lanzarlos desde Afganistán, una acción que aumentaría las tensiones en la región, opinó Riffat Hussain, un profesor de defensa en la Universidad Quaid-e-Azam, en Islamabad.

 

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EEUU se rinde en Afganistán

La prepotencia norteamericana cometió la estupidez de no entender el sentido de historia de un pueblo que, con su valor, intrepidez, convicción, constancia, principios reconocidos por los estadounidenses cuando derrotaron a los ingleses, y a los soviéticos, hoy, son los mismos principios que los derrotan.

En 1749 se crea el Estado de Afganistán, codiciado por la India, Rusia e Inglaterra, este último país empezó la dominación en 1837, después de una prolongada guerra en 1919 los afganos se libran de la influencia del Reino Unido obteniendo su independencia, en 1973 un golpe de Estado derribo la monarquía, 5 años más tarde se instalo un gobierno comunista combatido por la guerrilla islámica lo que motivo la invasión de la ex URSS en 1979, en 1989 los soviéticos abandonaron el país reanudándose la guerra civil. En 1996, los Talibán entraron en Kabul, en el 2001 los norteamericanos persiguieron a Osama Bin Laden hasta Afganistán, para derrocar a los Talibán; en diciembre del 2004 la ONU autorizo la creación de una fuerza internacional para ayudar Hamid Karzai, presidente que solo controla la capital Kabul y un 30% del territorio afgano.

Los estadounidenses tienen gran experiencia en falsear los resultados de sus guerras, lo hizo en Vietnam, lo hace en Irak, lo esta haciendo con los resultados de la guerra en Afganistán, así como los conflictos que llevan sus satélites Israel, Colombia, México, Corea del Sur.

Los 140000 soldados de las fuerzas combinadas con la OTAN saben que no habrá progreso en la guerra, no se trata de aumentar soldados o reemplazar generales como David Petraeus por Stanley McCrystal, ni de estrategia exterminadora tipo CIA, usando los aviones no tripulados Predator, en una nación cuyo territorio es un 75% montañoso y sus mas de 30000000 de habitantes están cansados de una guerra que puede durar 100 años solo cambiando combatientes, malestar que tiene la comunidad internacional sobre la invasión de EEUU y Europa, a Afganistán.

Washington, autorizó al títere presidente Hamid Karzai, a convocar a una conferencia internacional. 70 Representantes de países donantes y organizaciones internacionales, se “comprometieron” a que al menos la mitad de los fondos destinados al país pasen por el presupuesto afgano en un plazo de 2 años.

A principio de año el New York Times, revelo en un artículo el contenido de dos memos clasificados enviados por el embajador de EEUU, en Afganistán, Karl W Eikemberry, a sus jefes en el Departamento de Estado que decían que, “el presidente Hamid Karzai, ejercía practica autoritarias y pocos transparentes y lo calificaba de un aliado poco confiable”. Expresaba además un marcado escepticismo sobre el futuro de la guerra y de su país, actitud que contrastaba con el optimismo que proyectaba la casa blanca al enviar más soldados, criticaba además, las tácticas contrainsurgencia del general Stanley McCrystal, ex jefe de operaciones de la OTAN.

Inmediatamente después, el secretario de defensa fue llamado al senado y al comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes y advirtió con frenar las asignaciones presupuestarias a las operaciones estadounidenses en Afganistán.

Desde el comienzo de la invasión a finales del 2001, solo el 20% de unos 45000 millones de dólares en ayuda prometida pasaron por el gobierno afgano, siempre acusado de corrupto y miembro de las 5 naciones más pobres del mundo, con una alta sequia que agobia la producción agrícola, uno de los fuertes del PIB, ya que sus yacimientos minerales no han sido explotados todavía. Potencial minero de mas de 1 billón de dólares, según estimaciones del pentágono, dado a conocer hace unos meses atrás, justamente por quien ahora comanda las tropas internacionales en Afganistán, el general David Petraeus. En menos de 1 mes como comandante, convoca a una conferencia internacional sobre Afganistán.

La primera visita a Washington, del nuevo primer ministro ingles David Cameron, coincide con la reunión internacional en Kabul, y al objetivo de Karzai, de que, las “fuerzas armadas afganas” realicen y conduzcan las operaciones militares en toda las provincias hacia finales del 2014. Esto suena igual al ofrecimiento de campaña de Obama, cuando ofreció el retiro del 50% de las tropas estadounidenses de Irak para el 2011.

Podrá Washington, crear un ejercito afgano fiable en tres años ¿de donde saldrá el presupuesto? ¿De los yacimientos mineros o del opio? Desde Washington, Barack Obama, celebro y aplaudió la conferencia internacional de Kabul, diciendo que, “representa un gran paso adelante para el futuro de Afganistán”. Este programa para la paz diseñado por el pentágono busca atraer a una parte de los Talibán, de rango inferior que combaten por dinero y no por ideología religiosa y cuyo avance cubre más del 60% del territorio afgano.

La clave de la cuestión esta en las dificultades económicas por las que atraviesan los países europeos con tropas en Afganistán, 140000 soldados no pueden seguir recibiendo indefinidamente recursos, la cuestión logística planteada por la resistencia de Al Qaeda en la frontera con Pakistán e Irán, una gran verdad y escandalosa paradoja a su poder militar ante una opinión publica mundial que ya no tolera ese fracaso estratégico, y que destruye mas, a una nación cada vez mas pobre por las constantes guerras y conflictos internos.

La misión mas difícil de la casa blanca es, justificar sin herir el orgullo militar, la derrota político-militar en Afganistán, antes de hacerlo con Irak. La cantidad de recursos económicos, militares, logísticos, desperdiciados, los muertos, el tiempo perdido, la manipulación informativa para justificar la gloria militar imperial por los suelos, de la que Obama formo parte, porque, según el, con el envió de mas soldados y un rambo (McCrystal) la guerra era cuestión de tiempo para ganarla, de esa manera se sostiene la tradición imperial que dice: “Los EEUU siempre ganan” por ello no dudan en abrir otro frente, otra manipulación política contra Venezuela, para atraer a la opinión publica mundial con fiascos como los que sirvieron para acusar a Irak, de tener armas de destrucción masiva, que hasta hoy no aparecen.

rcpuma061@yahoo.com

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Escrito por

malcolmallison

Biólogo desde hace más de treinta años, desde la época en que aún los biólogos no eran empleados de los abogados ambientalistas. Actualmente preocupado ...alarmado en realidad, por el LESIVO TRATADO DE (DES)INTEGRACIÓN ENERGÉTICA CON BRASIL ... que a casi ning


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