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La televisión sin prensa libre

Publicado: 2011-06-29

No se puede menos que lamentar la salida del aire del programa Prensa Libre que tan acertadamente conducía Rosa María Palacios. Es lamentable porque era el único refugio del debate político nacional en la TV de señal abierta. No se trata pues de adhesiones fanáticas a favor de un personaje ni de reclamaciones gremiales en defensa de la prensa. Más allá de eso se trata de una queja ciudadana porque nos quitan el único espacio de análisis que teníamos en la señal abierta.

Aparentemente no hay ninguna jusiticación válida para este atentado contra la información y la cultura del público televidente de señal abierta. Rosa María Palacios había permanecido siete largos años conduciendo un buen programa en un horario difícil, un programa de calidad por el nivel de las entrevistas, la versasión de la entrevistadora y sus esfuerzos de neutralidad que han molestado a unos y otros. De manera que no se entiende que se quite un programa así.

Pensando mal se podría sospechar de un acallamiento para no seguir tratando el caso BTR, pero no creo que el gobierno se atreva a dar ese paso cuando está de salida y, además, el caso se va a seguir viendo en el Poder Judicial. Tampoco hay una metida de pata evidente de Rosa María Palacios, o alguna conducta obsesiva y prepotente para imponer su propia verdad, como era el caso reiterativo de César Hildebrandt en todos los medios por donde pasó y fue echado. La única explicación brindada por los dueños del canal es que quieren una "parrilla de entretenimiento".

Por desgracia en el Perú los medios aún se manejan como si fuera una bodega familiar. Son los gustos o caprichos repentinos de los dueños lo que determina la suerte de un canal o de un programa. Para nada cuentan los gustos o expectativas de los televidentes, del público, es decir, de aquellos a quienes todos se deben. Nunca hay un estudio técnico detrás de una decisión, y mucho menos hay un criterio ético o moral.

El artículo 14 de la Constitución dice en su párrafo final que "Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural". La pregunta que salta aquí es ¿Cómo se instrumentaliza esta obligación de los medios? ¿Existe una ley y una reglamentación que garantice el cumplimiento de este deber de los medios de comunicación? Creo que no la hay.

Desafortunadamente también existe la extendida idea de que la misión primordial de la televisión es entretener. Es lo que repiten los juglares que laboran en la TV, dando a entender que la cultura y la educación no entretienen. No es que la cultura no entretenga, lo que ocurre es que no la saben hacer entretenida. Parece que estos señores nunca vieron ni Plaza Sésamo.

El criterio general en el Perú es que la televisión debe estar dedicada a programas de chistes vulgares con exhibición permanente de vedettes regordetas y homosexuales, programas de concursos idiotas destinados a adolescentes y deficientes mentales, y algunos show artísticos. A eso hay que sumarle algunas series con altibajos en su producción, pero muy pocos de calidad exportable. De allí no pasa la TV nacional.

Lo único que podría salvar la pantalla son algunos programas de entrevistas y reportajes cortos que aborden a la sociedad, a los políticos o a personajes de la cultura. Sin embargo, el único programa donde existía la prensa libre acaba de desaparecer. Es algo que debemos lamentar.

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Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

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