Lo contaré TODO
Mi nombre es Carlos Raffo. Querido por algunos, odiado por más. Siempre fui un extremista, para mí no existen los puntos medios. Aparento ser una persona muy dura, pero esa es sólo mi armadura. El problema es que soy hipersensible : cuando quiero, quiero el doble; cuando odio, odio el doble; cuando entrego, entrego el doble. Eso me ha traído grandes alegrías y decepciones, pero ni modo, no tengo otra forma de hacer las cosas.
Mi vida ha sido una verdadera montaña rusa que hasta hoy sigue subiendo y bajando a gran velocidad: A los 15 años ya tenía mi propio programa de radio en Arequipa y a los 18 ya alternaba con los mejores en Studio 92 mientras estudiaba publicidad. A los 22 dirigía una agencia de publicidad con mas de 30 empleados y me compre un BMW. Me sentía dueño del mundo!… pero me equivoqué. A los 25 años estaba quebrado y tenía más de 200,000 dólares en deudas. Lo perdí todo, pero volví a empezar de nuevo y me levanté. Llegué a ser gerente de marketing de una de las principales productoras de televisión del país, hasta que una navidad, mientras producía un programa de televisión para el Jockey Plaza conocí a la Primera Dama y llegue por primera vez a Palacio de Gobierno. Estaba fascinado. Pero jamás me imagine que ese era tan sólo el principio de una historia que me convertiría en testigo directo de hechos que para muchos son todavía muy difíciles de comprender.
Tenía 32 años y estaba sentado temblando en el Salón Grau. El presidente Fujimori me recibía por primera vez y me hizo una propuesta que no podía creer. Quería un equipo que trabaje exclusivamente para él. Un comando presidencial de proyectos especiales que el mismo dirigiría personalmente. El sería la cabeza y nosotros, sus manos. Le pregunté con quien haríamos el trabajo cotidiano, me reiteró que podía recibirnos todos los días a partir de la medianoche que terminaba de despachar. No fue broma. Cuando los edecanes nos veían llegar sabían que había amanecida asegurada.
Así conocí a un presidente Fujimori que ni me imaginaba. No era ese hombre frío y racional capaz de tomar las decisiones más difíciles sin mover una ceja. Era un hombre muy especial que en esas largas madrugadas me dejo ver lo que sentía y lo que pensaba. Y así, de un momento a otro, yo estaba allí, en medio de la caída de su régimen viendo en vivo y en directo todo lo que pasaba y entendiendo que en el poder una cosa es lo que se ve desde afuera y otra totalmente distinta lo que se vive adentro.
A mi nadie me ha contado lo que pasó. Yo lo he visto con mis propios ojos. Estuve allí cuando el viajaba feliz a ver su proyecto “Sierra Verde” o recibía al presidente Mahuad para celebrar la paz que lograron en medio de la guerra. Lo acompañe a lugares tan distintos como las alturas de Apurímac y el Waldorf Astoria en Nueva York. Viví desde adentro la accidentada campaña electoral del año 2,000 que tuvo el saldo trágico de un miembro de mi equipo fallecido en un confuso accidente. Estuve sentado a su lado mientras veíamos por Canal N como el avión que llevaba a Montesinos despegaba hacia Panamá después de un largo día de coordinaciones con todos los presidentes de la región. Fui testigo de cómo Palacio de Gobierno se convirtió en un cuartel controlado por los FOES de la Marina frente a las amenazas de golpe del ex asesor.
El presidente nos encargó iniciar un proyecto muy especial para él: una autobiografía en video que pueda quedar como el testimonio de su vida y su trabajo como Presidente de la República. Y desde ese momento en el año 2,000 lo acompañe con un camarógrafo durante sus últimos 4 meses de gobierno a todas sus actividades importantes en el Perú y en el extranjero. Lo que estaba pasando adentro era tan diferente a lo que se decía afuera que decidimos hacer un documental sobre toda la crisis originada a partir del video Kouri-Montesinos. La idea era contarlo todo una vez superado el problema sin pensar que lo que estábamos registrando eran los últimos días del régimen de Alberto Fujimori.
El día que todos nos enteramos que el presidente había renunciado desde Tokyo, Palacio de Gobierno era un velorio. Muchos lloraban en los pasillos porque después de tanta lucha sentían que Montesinos había logrado su objetivo y otros estaban furiosos diciendo que el presidente los había abandonado. Esa mañana un funcionario de Palacio se me acercó y me preguntó que haría a partir de ese momento. Yo sólo le respondí que iba a esperar la llamada de Fujimori. Me dijo que estaba loco, que ya todo había terminado. Pero tres días después llegó la llamada que tanto esperaba. Era Alberto Fujimori desde Japón. Me preguntó si estaba dispuesto a viajar al otro lado del mundo para iniciar el proyecto más difícil de todos: la reconstrucción del fujimorismo. Ese día deje de ser su proveedor y decidí ingresar de lleno a una aventura política que por lo difícil que era me pareció realmente fascinante.
Fueron 5 años despachando diariamente on line con Fujimori. Fui dos veces a Japón hasta que me pusieron impedimento de salida del país. Lanzamos la página web www.fujimorialberto.com en Julio del 2,001. Un año después presenté en Lima FUJIPRENSA, la Oficina de Prensa de Alberto Fujimori y debuté como su portavoz oficial en el Perú. El 2,003 lanzamos “La Hora del Chino” desde Radio Miraflores. Y todo ese tiempo viajamos por todo el país llenando plazas con una pantalla gigante que servía para que Fujimori se conecte con su gente. Los medios hacían especiales sobre ese grupo de locos que se atrevían a apoyar a Fujimori, nos presentaban casi como una secta satánica. Allí no habían puestos ni beneficios que repartir, sólo riesgos e insultos de mucha gente intolerante que no aceptaba que un grupo de peruanos estemos luchando abiertamente para gestar el renacimiento del fujimorismo.
Un día viernes Fujimori me preguntó si estaría ese domingo en Lima y me dijo que espere ese día en mi casa una noticia que sería muy importante. Nunca me imaginé que esa noticia iba a ser su llegada a Chile. Me llamó desde el Marriot de Santiago y me dijo que era muy posible que lo detengan por algún tiempo pero que teníamos que seguir adelante con más fuerza que nunca. En la noche ví las imágenes de su detención y quede devastado. Pero pocas horas después comencé a recibir sus instrucciones a través de unos emisarios que el ya tenía preparados para ese momento y operaban desde Santiago.
Keiko llegó inmediatamente desde USA, tuvo que renunciar a su vida una vez más para venir a hacerse cargo de la elección que se venía tan solo unos meses después. Todos nos unimos más que nunca y la apoyamos para lograr una bancada importante en el Congreso. Ella logró la más alta votación y para sorpresa de muchos el Grupo Parlamentario Fujimorista juramentó y inició su labor el 28 de Julio del 2,006.
Fue un proceso muy doloroso. La detención de Fujimori en Chile. Su libertad momentánea y su posterior extradición. Y un momento que no voy a olvidar jamás es el día que su bancada logro ingresar a la Diroes para verlo por primera vez. Estábamos viendo a nuestro presidente preso. Pero fue él mismo el que nos dijo que no era tiempo de lamentos sino de trabajo, que la posta era ahora de Keiko y que teníamos que apoyarla totalmente para que lidere una nueva era del fujimorismo.
Lo que vino después ya es historia reciente. Los juicios, las sentencias y el surgimiento de Keiko como una nueva líder que los fujimoristas y los no fujimoristas han apoyado en un nuevo proceso electoral que nos ha convertido en la primera fuerza política de oposición con 37 congresistas electos. No se alcanzó el gran objetivo de la presidencia pero nadie puede negar que se ha logrado un gran avance después de tantos años de luchas y sacrificios. Keiko es la nueva líder del fujimorismo y su padre viene luchando contra el cáncer en una prisión como consecuencia directa de su decisión de dejar la vida cómoda que tenía garantizada en Japón.
En lo que a mi respecta, he sufrido dos golpes muy duros que todavía estoy tratando de superar. Primero, mi derrota en las elecciones al Congreso y luego mi alejamiento de Fuerza 2011 por motivos que ya he explicado públicamente. Hice todo lo que estuvo en mis manos, pero así es la política. Pasaron muchas cosas que me hicieron retirar de un proyecto político al que le dí los últimos doce años de mi vida. El fujimorismo tiene hoy un gran equipo que estoy seguro va a seguir creciendo hasta llegar a tomar las riendas del país nuevamente. Keiko tiene la capacidad y el equipo para lograrlo.
Llegué sólo y me voy sólo. Hoy me toca salir a reconstruir mi propio camino, pero para lograrlo tengo que superar dos retos muy complejos que son el saldo que me llevo a casa después de todos estos años : un proceso judicial generado por las acusaciones de Montesinos y sus cómplices y otro por traición a la patria por haber mostrado un video de Fujimori durante el conflicto con Ecuador.
A pesar de los problemas y las desilusiones de los últimos meses , me siento satisfecho por todo lo que me ha tocado vivir en una historia que comenzó por accidente pero que cambió mi vida para siempre. Trabajar por el renacer del fujimorismo ha sido la tarea más difícil pero a su vez la más gratificante de mi vida. Acompañar a Alberto Fujimori en su sueño de volver al Perú ha sido un master en política a lado de un hombre que nadie puede negar, cambio la historia de nuestro país. Y personalmente lo seguiré acompañando porque siento que su lucha personal no ha terminado y que debo seguir a su lado hasta las últimas consecuencias.
Soy consciente que el saldo que me queda después de toda esta aventura tiene todavía grandes riesgos que tendré que enfrentar sólo a partir de este momento. A mí nadie me obligó a hacer todo lo que hice. Lo hice a todo pulmón porque como ya lo dije, para mí no existen los puntos medios.
Me gusta nadar contra la corriente y creo que tengo todavía una tarea pendiente: lo que me toca ahora es contar toda la historia detrás de la historia. Y desde donde la vida me lleve me voy a dar el tiempo de dar mi testimonio de todo lo que ví y lo que viví personalmente durante la caída y resurgimiento del fujimorismo.
Creo que si cuento lo que todavía nadie conoce, quizás con el tiempo muchos podrán entender un poquito más lo que pasó detrás de las paredes del poder en una de las etapas mas dramáticas de la historia de nuestro país.