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Y el 2011 no es electoral (15): Avanzando con los nombrecitos

Publicado: 2011-07-21

Y ya tenemos director del BCR y ministro de economía y primer ministro y el resto del gabinete, lo cual ya responde varias de las preguntas que teníamos con respecto al siguiente gobierno.  No obstante, si bien las opciones del BCR y del MEF son las adecuadas para calmar las incertidumbres, la presencia de Salomón Lerner, aka Siomi, deja una preocupación en el aire.  Claro, estoy seguro que a lo máximo a lo que se podía aspirar para pretender asegurar que el crecimiento económico continúe, era a que el BCR y el MEF estuvieran en manos de técnicos que supieran cómo es la cosa.  En cambio Siomi, un empresario que ha tenido muchos cargos en el sector privado (que no es lo mismo que el sector privado, por supuesto), sí ha tenido experiencia en el sector público... Durante el gobierno de Velasco fue gerente general de una empresa pública.  Y como dice @uterope en el Twitter, lo que Humala necesitaba era un shock de confianza... Y va y pone de premier a alguien cuya chapa es "El Malo".

(Ni qué decir de Herrera Descalzi en Minería y Burneo en Producción y García Naranjo en Desarrollo.  A ver cuánto dura Castilla en el MEF con estos causas al otro lado haciendo presión).

El tema aquí es que quizás hemos tenido en el Estado dos grandes segmentos.  Uno que ha estado trabajando a mil por hora por sacar cosas adelante y por mantener las cuentas claras y correctas y otro Estado ineficiente, merca e interesado, que ha estado retrasando el progreso.  Por ejemplo, el mundo del Indecopi es totalmente distinto al del Ministerio de Salud.  Y en ese proceso, algunos se olvidan que si esas islas de eficiencia que hay en el Estado, todo se va al cuerno.  Basta una mala decisión en el MEF para que nos endeudemos de nuevo hasta el cuello o una patinada en el BCR para que se pierda el control del tipo de cambio.

No, amigo Waldo Mendoza.  Hacer las cosas bien para que haya inversión y para que la maquinaria de la economía siga funcionando y generando riqueza no es pan comido.  Es bien complicado y no se le puede encargar a un improvisado.  De la entrevista a este individuo cito lo siguiente:

Sí, eso se consigue con señales de que no se van a hacer cambios en la dirección incorrecta, que se va a seguir manteniendo un ambiente apropiado para la inversión privada, entre otras. Dicho sea de paso, los mercados (bursátiles y financieros hoy), tras los dos o tres días posteriores a la elección, ya están normalizados.

Primero, si es tan fácil, ¿por qué no se hizo desde el comienzo? Desde que Gana Perú ganó las elecciones ha podido lanzar esas señales de que no se harían los cambios que Mendoza menciona.  Pero no lo ha hecho... porque no es tan sencillo, pues.  Tienes que calmar todo tipo de presiones para incrementar el gasto, para romper candados de prudencia macroeconómica, etc, etc.

Segundo, ya párenla con el cuento de que los mercados están normalizados.  Entren a la página web de la Bolsa de Valores y lean los números por su propia cuenta.  Eso, señores, es mentira.  O como lo llamaría un amigo, un sueño de opio: Ya quisieras que se haya normalizado.  O si no, chequeen este post en el que el gerente general de una sociedad agente de bolsa (o sea, alguien que está en las trincheras) comenta el rendimiento de la bolsa en lo que va del año.  El INCA ha caído en 21%.  Es decir, en promedio si tenías una acción en enero, hoy en día ésta vale un quinto menos.  Eso es un huevo.  Y eso no es "se ha normalizado".  Porque ni siquiera tendría que ponerse en cero (o sea, valer igual que al comienzo del año).  Tendría que subir hasta +20%, que es lo que se esperaba que creciera si el amigo Ollanta Humala ganaba.  O sea, imposible, porque en lo que queda del año este índice no va a subir tanto.  No hay forma.

Ni qué decir de los proyectos de inversión que no se ejecutan o que se han cancelado.  Claro, hay muchos otros que sí están ejecutándose o que se están expandiendo.  Pero en economía uno no compara lo que hay con el cero.  Uno compara lo que hay contra lo que pudo haber habido.  De ahí el concepto del costo de oportunidad.  Lo que se está haciendo ahorita es lo que se haría aunque la Reymer hubiese sido elegida presidente.  El tema es cómo asegurar que todo lo demás se hubiese hecho. ¿Me estoy explicando o es mucho enredo?

Tomemos minería, por ejemplo. Se están reduciendo las operaciones de exploración minera.  Con toda la incertidumbre y los anuncios sobre la minería por parte del gobierno entrante, no debería sorprender.  Pero sí preocupar un montón, sobre todo al gobierno entrante, que pretende financiarlo prácticamente todo con una jeringa a la yugular del sector minero formal.  Claro, después tendrán que echarle la culpa al gobierno saliente o a los empresarios mineros que no se la juegan por el Perú, pero la verdad es que la producción minera del futuro se está afectando por la incertidumbre hoy.

Ni qué decir de las otras señales que estamos comenzando a recibir.  Los grupos que apoyaron a Ollanta Humala en su campaña y que ahora se comienzan a sentir desplazados.  Tomemos como ejemplo a la CGTP.  Ceder a sus demandas haría la inversión en el Perú mucho más complicada.  Pero noten cómo están pasando de una posición de total apoyo a una de sospecha y advertencia.  A Mario Huamán (¿en dónde estuvo metido durante las elecciones?) recordando que Ollanta prometió un gobierno con los trabajadores.  A la CGTP haciendo su conferencia de prensa para demandar que Ollanta anuncie en su mensaje de 28 de julio que cumplirá con sus promesas.  Incluso a la CGTP anunciando que pronto sacará sus propuestas sobre cómo Ollanta pueda cumplir con sus compromisos electorales.  Todo con fotos de protestas y quema de llantas, por si se te han olvidado esas imágenes.

Y esos son estos patas.  A ellos súmenle todas las manchitas a las que Ollanta le prometió de todo.  Oh, así es la política, seguramente dirá alguno.  Pero no, pues.  Exactamente lo contrario.  En política tú tienes que definirte bien y dejarlo en claro de antemano lo más posible, porque si no te expones.  Insisto: En política uno no puede juntar a perro, pericote y gato.  Y si los puedes juntar, es porque están conspirando contra ti, así que mejor sal corriendo.


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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