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El día en que las Torres cayeron

Publicado: 2011-09-11

Por Gonzalo Tello

“Al día siguiente mi objetivo era conseguir el Washington Post y el New York       Times de ese día, diarios históricos que iban a resumir todo lo que ocurrió ese       martes 11. Llegar a DC y caminar por un Georgetown desierto y con camiones      del ejército y guardias armados fue impresionante. El país estaba de luto y en       guerra”.

Las Torres Gemelas eran Nueva York. Cada quien que llegara a la ciudad se percataba de la grandiosidad de ambos pilares que se veían de todas partes.

Las dos entradas a NY que más me gustaban eran aterrizar en Newark, porque de ahí se tenía la mejor vista de Manhattan, y por tierra desde el sur, porque ibas acercándote y llegando a la ciudad y tenías la misma vista.

Las visité en el 2000. En la torre dos había un observatorio en el piso 107. El ascensor subía rapidísimo, llegabas en poco más de un minuto directamente. En el piso 110 subías al techo y podías ver la antena de la torre norte y toda la ciudad.

7 de setiembre de 2001. Después de un viaje de 3 horas y media por tierra desde Washington llego por unas horas a Nueva York. Lo primero que se divisa, obviamente, son las Torres Gemelas. Siempre me encantaba mirarlas, contemplarlas y reflejar en ellas todo el entusiasmo de esa gran ciudad.

Mientras mas lejos estabas, mas grandes las veías, y ese color gris y varas de metal que las hacían brillar en los días de sol eran impresionantes. Durante esas horas en Manhattan, entre una y otra cosa siempre volteaba a mirarlas de donde estuviera.

Es más, pedí tomarme una foto con las Torres de fondo, estando en el Soho, parado en Broadway ave. Termino el viaje a las 5 pm y tenía que regresar por tierra a DC. Lo último que vi al voltear fueron esos dos pilares, que también eran los que te despedían de la ciudad.

Un martes me despiertan abruptamente en DC. Me llaman gritando y que vaya a ver el televisor. Pensaba que habría un terremoto en Lima o algo de ese tipo. Lo que vi fue, en las noticias, una torre humeando. La imagen era impresionante, y pensamos que había sido una avioneta. La sensación era rara, la incertidumbre completa.

Me dediqué por esos minutos, como siempre hago que pasa algo importante, a cambiar entre los diferentes canales de noticias. Me acuerdo que incluso en Canal Sur estaban dando el noticiero de América TV, y Federico Salazar narraba lo que se veía.

Cuando se estrella en segundo avión en la Torre 2, es obvio que es un acto terrorista. Para un peruano como yo, un acto terrorista es algo que entendemos, que de alguna forma hemos vivido y comprendemos pues lo vemos en las noticias todo el tiempo.

Incluso hasta somos insensibles ante el horror de algunos ataques. En este caso los americanos no tenían ni idea de que era un acto terrorista. Sus noticieros no pasan las mismas noticias que en el resto del mundo vemos, vivían hasta ese momento en una burbuja donde todo era bonito, tranquilo, sencillo y seguro.

La seguridad en ciertas partes siempre era mínima, uno podía robar si quisiera. La confianza en el otro era todo, uno podía esperar y dejar a una persona en la puerta de su avión, en el terminal internacional. El tránsito era libre.

Las llamadas empezaron, sobretodo en Washington, donde había muchos amigos y familia haciendo diferentes cosas. Me encargué de comunicarme con varios y alertarlos de la situación. Ya se hablaba de posibles ataques contra la capital.

Los peores momentos esa mañana fueron varios: el primero cuando Federico (Salazar) dijo que había un incendio en el Pentágono, a lo que pensé “ya están mezclando cosas y poniéndose paranoicos”. Cuando vimos la humareda es cuando pensé: hay que actuar. No estamos en otro país a miles de kilómetros viendo lo que pasa como espectadores, está pasando aquí, donde estoy yo y cercanos, así que hay que actuar.

Entre llamadas de entrada y salida, me llama esa mañana una amiga del colegio que vivía en la misma ciudad. Le contesto y me pregunta como estoy y como me había ido…y yo le digo “¿no estás viendo o que está pasando?”, prende la tele y se entera, y justo en ese momento, que estoy en CNN, enfocan las Torres de muy lejos y se ve una especia de humareda.

Le digo al teléfono “parece que explotó algo” y ella me dice, “no, la Torre se derrumbo”. En ese momento me entro el pánico de estar en un tremendo desastre.

Ojo, tengamos en cuenta que en ese momento nadie sabía que pasaba. Nos sentíamos vulnerables porque no sabíamos cual era la dimensión del ataque. Hubieron esa mañana muchas alarmas de coches bomba en NY y DC, se hablaba de misiles apuntando a EEUU, incluso grupos chinos se atribuían los ataques…la situación era tremendamente tensa, sobre todo cuando anunciaron que más de un avión se dirigía a la ciudad, por lo que mucha gente salió corriendo, dejo sus autos parados y cruzo el rio por los puentes, a pie.

Las principales ciudades fueron todas evacuadas, ningún avión despego por más de cuatro días, fue un evento que trascendió al día y se volvió días, semanas, meses, años.

Ver desmoronarse esa Torre fue como perder una parte de mí. Un tiempo antes estuve en ese techo en un lugar en que nunca más habrá nada, es un espacio en el aire que ocupe y que nunca más nadie lo ocupara. Es increíble. Me dije “al menos queda una Torre”, todavía queda un pedazo de esa obra. Cuando se cayó la segunda Torre, me desmoralizo aun más.

El sueño de las Torres había terminado.

Un evento como éste tiene todo menos ser emocionante. Es un día en que te preocupas de la gente, del que pasara mañana, de que son sucesos que te afectan directamente. Ese día afecto a muchísima gente, les cambio el futuro, determinó el cambio de destino de muchas personas.

Salir de DC tomaba horas por el tráfico, todos en ese momento eran evacuados y no sabían qué hacer. Solo atinaban a ir a sus casas, sacar algunas cosas y salir hacia Virginia o Maryland. El tráfico fue tremendo, como cuando hay otro tipo de desastre.

Otra escena muy impactante fue cuando sali a comprar al supermercado (ante la incertidumbre, había que abastecerse, una costumbre muy gringa ante un desastre o amenaza) y salir a la ruta 7, via principal que lleva a DC desde los suburbios de virginia. El tramo de ida desierto. El tramo de regreso repleto de autos que escapaban de la capital.

A mi primo que vivía cerca a la catedral, le tomo varias horas salir de la ciudad, en un tramo que usualmente debería tomar 20 minutos, cruzando el Potomac.

Una vez que pasaron las horas y no hubieron mayores ataques, todo fue calmándose, aunque el shock se mantenía…por lo menos duro tres semanas, en que el país estaba de luto y no hubo mayor animo de divertirse ni celebrar nada.

Es como cuando hay un terremoto, lo que preocupa no es tanto el movimiento central y más fuerte, sino que sabes que eso traerá replicas, por lo cual el problema se extiende.

El miércoles 12 de setiembre llegó y sólo tenía un objetivo: Volver a la ciudad a tratar de encontrar las ediciones de The Washington Post y The New York Times históricas de ese día.

Muy temprano se agotaron en las tiendas cerca, así que había que buscarlas. Salir del metro de Foggy Bottom y caminar hacia Georgetown fue impactante: Ese miércoles la ciudad estaba desierta. Recomendaban a la población no salir de sus casas.

Solo había algunos patrulleros.

Pero al entrar a la calle M, principal vía donde están la mayoría de tiendas de Georgetown, ver camiones del ejército parqueados en cada calle con soldados armados caminando por la zona fue como estar en una película de desastre o Armagedón.

Realmente increíble vivir esa situación en la que hasta ese momento era la ciudad más segura del mundo, y el país más feliz del planeta, según ellos.

Caminé buen rato, hasta que cerca a Dupont Circle, llega un vendedor con parte del segundo tiraje del día de los diarios. Fui uno de los que se arrancharon las copias. Al final de la tarde volví a casa con mis copias. Ediciones que recopilaban el minuto a minuto de lo que había pasado ese día.

En esa época no había youtube, Facebook, twitter…el mundo era muy diferente al de ahora.


Escrito por

La mula

Este es el equipo de la redacción mulera.


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