¿Hasta cuándo se manchará el fútbol con violencia y sangre? Walter Arturo Oyarce Domínguez, un joven de 23 años, que fue al Estadio Monumental a alentar a su Alianza Lima como muchas otras veces, encontró la muerte tras ser arrojado del Palco c128 por presuntos barristas de Universitario de Deportes, en un conflicto de bandos opuestos. Oyarce solo quería alentar al equipo de sus amores.

Los crímenes en el fútbol no tienen cuando acabar, cuando parecía que las familias empezaban a agarrarle confianza a la seguridad en los estadios e ir en masa con su clan, llegan estos deplorables casos de violencia que muchas veces quedan impunes.

Walter Oyarce falleció mientras se dirigía al hospital de Vitarte, mostró severos golpes en su cabeza y múltiples fracturas corporales tras el impacto al caer desde un palco. Javier Correa, representante de Servicios de Salud del Minsa, confirmó a RPP Noticias la muerte del muchacho. “Producido el accidente el personal asistencial del estadio trasladó en ambulancia a la persona herida, sin embargo, lamentablemente dejó de existir en el camino al hospital”, señaló el funcionario.

“He estado con mi familia, entre hinchas de la ‘U’ y Alianza, ubicados en el palco D161 y a nuestro costado han roto la puerta y han bañado con pintura crema a todos. Han golpeado a las niñas, que han salido corriendo y se han ido a otro palco y ahí ha sucedido la tragedia”, señaló a RPP Noticias, el doctor Carlos Vilca Romero, quien fue testigo de la tragedia al ubicarse en un palco cercano de donde fue lanzado Oyarce

Mucho se dice de la seguridad ciudadana, pero medidas concretas no existen. Los estadios carecen de seguridad y si se trata de encuentros clásicos y tan disputados como Universitario vs. Alianza Lima o viceversa, las regulaciones deben ser extremamente rigurosas. Se deben instalar cámaras de seguridad dentro y fuera de los colosos, así se podrá monitorear a los hinchas y se identificará a quien cometa irregularidades; se debe colocar mayor resguardo policial y no permitir el ingreso de hinchas no empadronados o con índices de alcohol u otras sustancias, entre otras reglas aplicadas antes, durante y después de estos espectáculos.

Particularmente, quien escribe tiene miedo ir al estadio. Miedo a que me roben, miedo a que me maten. ¿Hasta cuándo? ¿En qué momento se instaurará un mecanismo de seguridad no solo en los estadios de fútbol si no en todos los rincones del país? ¿Cuántas personas más tienen que morir? El caso de Oyarce no puede quedar en simples investigaciones, se dice que se atrapó a los criminales y luego se les dejó ir. Hace tiempo atrás el caso Paola Vargas levantó muchas reflexiones sobre el tema, fue llevado por los medios de comunicación durante un tiempo y ahora solo una nueva muerte que se da en nuestro fútbol nos trae el caso a memoria.

Tras confirmarse la muerte del joven hincha aliancista, diversos periodistas mostraron su indignación en Twitter. Aquí algunos de ellos:

El caso de hecho rebotará en la prensa en los días posteriores. La cosa no solo debe quedar en su difusión, se deben tomar medidas y ya. Todos los planes y proyectos de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Congreso, presidida por Renzo Reggiardo deben entrar en acción pronto. No pueden seguir manchándose los estadios, las calles, el país con más sangre. No pueden haber más clásicos de la muerte.