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Ciencia y tecnología contra colapso climatológico

Publicado: 2011-11-19

Ya nadie duda que estemos camino a un colapso climatológico, generado por la aparentemente irreversible decisión humana de quemar todo el combustible fósil que queda en la Tierra. Hay suficiente combustible para destruir la atmósfera. Mientras este proceso continúa, algunos países aprovechan para vender  productos y equipos de mitigación del cambio climático. El Perú, que no decidió desarrollar su potencial científico y tecnológico a tiempo, parece resignado a importar esos equipos o empezar un proceso de adaptación. Peor aún, hemos olvidado cómo escoger lugares seguros para establecer poblados y cómo preparar suelos para evitar la erosión causada por las inundaciones.

En la época inca, los pobladores se dedicaban en gran parte a la construcción de andenes, con lo que aseguraron la conservación del suelo cultivable. Los andenes constituyen la solución a un problema grave, pero al que ahora nadie parece prestar  importancia: la erosión de suelos. Hemos observado cómo las lluvias están “lavando” las laderas en varias regiones de la cordillera andina. Si realizáramos un estudio con trazadores nucleares podríamos calcular cuánto suelo fértil hemos perdido en 50 años. Conociendo los resultados, nos pondríamos a construir andenes en las regiones con mayor tasa de erosión.

Durante un viaje diurno entre dos ciudades costeras, los pasajeros pasan el tiempo esperando impacientes la aparición de los primeros signos de vegetación. Sobre la costa peruana, las imágenes satelitales muestran una larga franja desértica atravesada por delgadas venas verdes. Sobre esa costa se ha sufrido innumerables fenómenos climatológicos naturales, entre los que están varios fenómenos “El Niño”.  Así, con la experiencia de miles de años, las civilizaciones pre-incas de la costa peruana aprendieron a levantar sus poblados en lugares protegidos de los desastres naturales. Las poblaciones pos-incas, en cambio, destruyeron las áreas verdes para construir edificios en su lugar. En pocas palabras: los pre-incas se instalaron en los cerros desérticos para apreciar y cultivar las áreas verdes; y hoy las poblaciones modernas tienen sus domicilios con vista a desoladores cerros desnudos.

Ante el riesgo que corren algunas ciudades costeras, debemos volver a usar la racionalidad  de los antiguos peruanos. Julio Kuroiwa y sus alumnos han planteado, por ejemplo, una medida radical para Chiclayo: reubicar varios poblados a las partes altas del valle. Han señalado muchas ventajas, entre las cuales están la disminución de  riesgos por inundación y la posibilidad de reusar las aguas servidas tratadas para la agricultura en los terrenos del valle.

La sabiduría pre-inca e inca nos ha dejado monumentos tecnológico-ambientales. El conocimiento de la naturaleza y el uso racional y sustentable de los recursos naturales llevaron a los antiguos peruanos a la construir andenes y a levantar bien ciudadelas bien situadas como Machu Picchu. Deberíamos aprender algo de ellos, al tiempo que realizamos investigaciones sobre uso de las energías renovables y sobre tecnologías de  eficiencia energética. Debemos saber que por algo se dice que los incas fueron los hijos del Inti y de Pachamama.


Escrito por

Modesto Montoya

Los fìsicos tratan de dilucidar si existe o no la partícula dios. Buscan saber qué hay más allá de la masa visible y de la energía que puede


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Pura Ciencia

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