Un proyecto de ley sobre energía nuclear en el Perú
La congresista de Gana Perú, Susana Vilca, la misma que ha sido acusada de tener varios denuncios mineros y a la vez ser viceministra del sector minería, es la promotora de un proyecto de ley de energía nuclear para el Perú. Para los acuciosos, se trata del Proyecto de Ley Nº 2049/2007-CR7, que lamentablemente no he podido ubicar en el portal del Congreso. Definitivamente creo que no existe, pero nos guiaremos por lo que esta congresista dice sobre su propuesta. Como la mayor parte de los proyectos que elaboran nuestros geniales congresistas, al parecer, este no hace más que caer en el mismo jueguito de crear nuevos monstruos burocráticos, es decir, organismos públicos, con la burda idea de que con eso solucionamos todos los problemas.
La congresista Vilca propone crear un nuevo organismo llamado "Autoridad Autónoma Reguladora de la Energía Nuclear", segura de que con eso llevará al Perú a las puertas de la Era Nuclear. No faltará otro que proponga crear la "Agencia Espacial del Perú", para que vaya haciendo estudios, proyectos y normas relacionados con los viajes espaciales, confiados en que de ese modo el Perú ingresará a la Era Espacial. Hace poco leí otro proyecto del Colegio de Psicólogos, que propone crear la "Comisión Nacional de la Salud Mental", compuesta por un centenar de burócratas, entre presidentes regionales y otras aves de paso que no saben nada sobre salud mental. De modo que esta afición de crear organismos burocráticos parece un virus mental de los peruanos.
Deberíamos recordar que la "Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico" no hizo absolutamente nada en más de veinte años, y que si no hubiera sido por la simple decisión presidencial de concluir el tren a como dé lugar, esta "autoridad autónoma" seguiría en el limbo y el tren seguiría siendo un proyecto. De modo que de concretarse la creación del adefesio burocrático relacionado con la energía nuclear, no tengo la menor duda que seguirá el mismo derrotero.
Lo peor de la iniciativa legislativa es que solo crea un monstruo burocrático cuya misión es generar estudios, proyectos, legislación, regulación y normatividad relacionada con "las actividades de exploración, explotación, beneficio, comercialización y otros relacionados a los minerales radioactivos". O sea, de algo que no existe. Debe ser bien difícil regular algo que no existe. Así no funcionan las cosas. Cuando se creó el IPEN fue porque se construyó una Central Nuclear. No se la hizo en el aire, como se pretende ahora. Además, la pregunta lógica sería ¿para qué otro organismo nuclear si ya tenemos uno?
Según la virtuosa congresista Vilca, porque el IPEN "no puede ser juez y parte". Una lógica difícil de entender, ya que no se trata de intereses contrapuestos. El IPEN es y debe ser el único organismo encargado de la energía nuclear en el Perú. No debemos crear el mismo caos que hoy tenemos en el transporte, donde ya nadie sabe quién es quién y a quién le compete qué cosa. La energía nuclear es un asunto demasiado importante para empezar a generar un caos en el sector.
Los debates sobre la energía nuclear en el Perú ni siquiera han empezado y no deberían centrarse en la creación de nuevos monstruos burocráticos, y menos si es para llenarnos con una maraña normativa sobre algo que no existe. El debate debe iniciarse sobre la conveniencia de tener este tipo de energía. Para empezar, debemos evaluar qué es lo que más nos conviene como fuente energética. No es cuestión de lanzarnos a la piscina nuclear. Tendríamos que empezar reconociendo que estamos en un país que tiene el privilegio de contar con numerosas caídas de agua que pueden emplearse para generar energía limpia, sin residuos contaminantes ni peligros de radiación. Esa debería ser nuestra primera opción. Un país siempre usa lo que tiene. Y tenemos elevaciones y caídas de agua.
Una sola planta de energía nuclear demanda inversiones superiores a los 5 mil millones de dólares. Me da miedo pensar que esa planta pueda estar en manos de una empresa estatal peruana. ¿Podremos encontrar empresas privadas interesadas en invertir en este negocio? ¿Estamos ya en condiciones de consumir los más de mil quinientos MW de potencia que entregan estas centrales? En todo caso, es obvio que sacaría del negocio a las actuales generadoras de energía, pues no podrían competir. Deberíamos preguntarnos por qué un país con un largo déficit de energía como Chile no ha apostado ya por este tipo de soluciones tan evidentes. Y hasta hoy no tienen ningún proyecto nuclear a la vista. En el Perú tenemos diversas opciones de energía viables y hay una congresista llenándose la boca con un proyecto de energía nuclear. ¿Sabrá de lo que habla?
La energía nuclear tiene ciertas ventajas, especialmente en la generación muy barata de energía eléctrica sin contaminación ambiental directa, pero tiene también muchos peligros. Requiere cuidados muy intensos, una capacidad tecnológica y profesional que por ahora no existe en el Perú, y una política de disposición de desechos nucleares que es muy conflictiva y que Argentina no ha resuelto hasta ahora, por ejemplo. Tengamos presente que estamos en un país conflictivo. Además, tenemos un territorio eminentemente sísmico. ¿Qué región se tomaría el riesgo de acoger una planta de energía nuclear cuando ya se ha generado una verdadera histeria ecológica? En estos días ya ni siquiera quieren tener una antena.
La fiebre ecológica debería llevarnos más bien a pensar en alternativas limpias y simples como la energía eólica. Tenemos lugares famosos por sus ventarrones, tales como Paracas y Chiclayo, donde bien podríamos instalar generadores eólicos, cuya tecnología sí está a nuestro alcance. En la sierra disponemos también de vientos pero sobre todo de sol, que también puede convertirse en energía eléctrica y en una solución para muchas viviendas aisladas. Además la sierra es pródiga en mini centrales eléctricas que aprovechan caídas de agua, incluso artificialmente provocadas, suficientes para abastecer a todo un poblado. Tenemos también la opción del biogás que puede ser incluso una gran solución al problema de la basura. Todas estas opciones deberían ser materia de investigación y desarrollo tecnológico en el Perú.
En suma, creo que podemos echar mano de variados recursos naturales disponibles y a nuestro alcance, antes que pensar en alternativas nucleares de muy difícil perspectiva. De todos modos, lo cierto es que detrás de ese famoso proyecto de ley de la señora Vilca, no hay nada más que una burda propuesta burocrática sin ningún sentido real. Espero que, de existir realmente el Proyecto de Ley Nº 2049/2007-CR7, el Congreso no tarde mucho en tirarlo al tacho.
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