Victoria Santa Cruz y Susana Baca
Estando en circulación el runrún de que se vienen cambios en el gabinete ministerial y, junto a ello, de que Susana Baca figura entre los próximos ministros salientes, considero oportuno exponer un punto de vista sobre el particular que me parece muy pertinente.
La discriminación racial en nuestro país es un hecho innegable y tangible, sólo negado, a veces por interés ideológico, por los que no quieren ver lo manifiesto delante de sus ojos, o también por los cándidos que porque todo el mundo trata bien a determinado y exitoso negro Fulano o negra Mengana de Tal (para no hablar de nacionales, ¿quién se atrevería a negar que si viniera Will Smith, o el mismo Casius Clay en su lamentable estado actual, a Lima, su presencia sería saludada como un gran suceso noticioso que alegraría a medio mundo?) ya creen que con todo negro es igual la cosa, es decir, creen en lo que no existe.
Estoy convencido de que sustituir a Susana Baca por alguien que no sea de raza negra sería un rudo golpe, involuntario y quizás no percibido pero golpe al fin, del Gobierno a la negritud de nuestro país, a esa conceptual negritud por cuya paternidad del término, discutieron alguna vez con acritud rivalizadora senegaleses y martiniqueses haciendo apología respectivamente de Léopold S. Senghor y de Aimé Césaire. Haber nombrado ministra a Susana Baca, constituyó un significativo paso adelante en la difícil solución, deseada por muchos y no emprendida antes por ninguno, de un viejo problema nacional, que al contrario de quienes pudieran negar que tal nombramiento fuera con ese propósito, al suscrito equivocada o acertadamente le parece evidente que fue así. Sería, en un sendero que muchos no visualizarían, dar un paso hacia adelante seguido de dos o quizás hasta tres pasos hacia atrás, sería contribuir al probable aumento de los numerosos prejuicios que existen en el Perú en contra de los negros. Lo que quedaría en la mentalidad de la gente es que la señora Baca fue ineficiente en el cargo y muchísimo peor aún, que no debería nombrarse a otro negro para el mismo cargo, todo esto, por supuesto de manera implícita y tácita, sin nadie que lo pronuncie con explicitación. Y he aquí precisamente lo medular del problema que aparecería, que casi nadie lo diría pero casi todos lo pensarían, incluyendo a los negros mismos en detrimento de su autoestima.
Por lo que precede, pensamos que Victoria Santa Cruz sería un relevo ideal de Susana Baca. La señora Victoria es una mujer culta y de probada solvencia internacional artística y docente. Pero sobre todo es una mujer batalladora y de carácter, que adivinamos militante orgullosa y perseverante de la negritud. Nombrarla como nueva ministra de cultura, sería eludir el error de nombrar alguien no negro, sería avanzar otro paso, mayor que el dado con la destituida señora Baca, en lugar de retroceder dos o quizás hasta tres pasos en la misma dirección. Quizás nos equivoquemos por su probable avanzada edad pero el punto de vista está dado como queríamos.