#ElPerúQueQueremos

Duermete niño

Publicado: 2011-11-28

Ximena Sierralta*

Hubiera querido que este post trajera mi historia de éxito y la receta mágica para que los bebés duerman pacíficamente toda la noche. Es más, me había imaginado dando charlas internacionales sobre el tema a las mamás y papás del mundo. Pero no. Lo que viene es mi historia con el sueño de mi hijo. No es una historia de éxito ni de fracaso pero no creo que me inviten a dar ninguna charla.

A manera de introducción debo decir que hasta los seis meses mi hijo era una maravilla durmiendo. Llegó a dormir tramos de 7 horas seguidas, despertarse para tomar teta 10 minutos y seguir durmiendo. Luego, junto con los dientes, todo cambió.

El tema en el caso de mi hijo no es quedarse dormido sino mantenerse dormido. Desde hace un tiempo en una buena noche se despierta 1 o 2 veces y en una mala noche se puede despertar 5 o 6. A partir de las 11 pm, mamá, papá y bebé dormimos todos juntos. No porque seamos especialmente pro-colecho sino porque ni mi esposo ni yo tenemos alma para pelear con nuestro hijo en medio de la madrugada para que duerma en su cuarto.

Como siempre, he investigado el tema y en resumen, para lograr que un bebé duerma de corrido toda la noche hay dos caminos: entrenarlo o aguantar hasta que solito empiece a dormir. Al parecer, teniendo como base el testimonio de algunas madres, como al año y medio ya duermen mejor (pero hay unos que después). Obviamente, hay niños que son maravillosos, unos ángeles, que siempre han dormido de corrido y que desde el segundo mes ya se ponen pijama solos.

Las alternativas de "entrenamiento" (debo confesar que la palabra me parece un poco fuerte si pienso en bebitos de menos de un año) tienen el mismo fundamento: para que el bebé duerma de corrido, o por lo menos sin tantos sobresaltos, tiene que aprender a quedarse dormido solo, es decir, sin ayuda de teta, brazos, chupón o mamadera.

Existen varias técnicas para lograrlo: las que ofrecen resultados casi inmediatos llamadas cry-it-out o dejarlo llorar (aunque sus defensores dicen que no pueden limitarse a ser entendidas como dejar llorar a un bebé sino que son procesos donde los padres acompañan al bebé pero no intervienen demasiado) y las que plantean cambios menos rápidos pero prometen cero o pocas lágrimas. 

Como este post es para contar mi experiencia, no ahondaré en el debate sobre esas técnicas, el cual me parece interesantísimo pero que propondré en un siguiente post. Lo único que puedo decir es que me parte el corazón ver a mi hijito llorar y siempre que eso sucede tengo un impulso incontrolable y más grande que cualquier cansancio de agarrarlo y consolarlo. O sea, no he aplicado la técnica rápida.

Intenté aplicar la lenta, la sin lágrimas. Pero hubo lágrimas y no seguí. Además, esas técnicas exigen una constancia y disciplina férreas, cualidades que lamentablemente carezco.

Lo que sí he mantenido desde los 3 o 4 meses es nuestra rutina de dormir: jugamos un poco, música, baño, pijama, teta y cuna. Nunca hay conflictos y siempre se queda dormido de una manera maravillosamente pacífica en mis brazos y tomando teta.

Pero entonces, al buscar soluciones a mi problema, veo que lo que hago está mal. Que mi rutina perfecta es la que hace que mi hijo se despierte mil veces. Que debo meterlo a la cuna despierto porque sino a los 18 años será pandillero.

Luego de varias noches locas (muy chistoso como el concepto de "noche loca" adquiere otro contenido luego del nacimiento de un bebé) inicié una desesperada búsqueda de consejos y hace unos días recibí el mejor de todos: "tienes que relajarte". Fue ahí cuando percibí que me había pasado las últimas 6 o 7 semanas atormentándome con el tema de por qué no duerme. Y durante esas semanas, mi rutina maravillosa, mi momento más bonito de encuentro con mi hijo, se empañó por el stress de "no se me vaya a quedar dormido en la teta". Y decidí que ya no importa. Que si quiere despertarse mil veces que se despierte. Si un día quiere dormirse en la teta, que lo haga. Estaremos ahí para él. Seguiremos durmiendo juntos hasta que la cosa se calme un poco porque es la única manera de descansar pero sobretodo porque no hay nada más bonito que terminar el día los 3 juntos y además ver a mi esposo y mi enanito durmiendo abrazados. Estoy segura que algún día dormirá de corrido como yo y como todos los niños de este mundo lo hicimos sin entrenamiento de por medio.

Y ahora les cuento lo que espero sea una luz de esperanza de mejores noches. Hace una semana intentamos meterlo despierto ya no a la cuna sino a nuestra cama. Y fíjense ustedes que funcionó. Ya van varias noches que seguimos toda la rutina de dormir pero antes que esté profundamente dormido, lo meto a la cama y luego de pocos minutos se queda dormido. Sin llanto. Lo mejor de todo es que las despertadas/teteadas de media noche han disminuido. No es algo absolutamente infalible y tampoco sé si será permanente pero siento que hemos avanzado.

No faltará la mamá perfecta que me diga con cara de sorpresa que cómo es posible que siendo él "tan grande" aun no duerma de corrido (10 meses es considerado grande para algunas personas ¿se imaginan?). Tendré que pensar en respuestas creativas e intentar no odiarla.

PD: Este post tiene el objetivo únicamente de narrar mi propia experiencia. No pretendo de ninguna manera juzgar las opciones de otras mamás y papás. En mi caso, felizmente, si bien nos despertamos algunas veces, todos podemos volver a dormir al instante pero hay quienes no tienen esa facilidad y la privación de sueño puede convertirse en un problema serio y tener un impacto negativo en la salud física y mental de la mamá, papá y bebé. En esos casos, cada familia toma la decisión que crea conveniente mientras no se vulneren derechos ni haya maltrato.

* Mamacita residente


Escrito por

mamacitas

Cuando uno es mamá o papá aprende a reconocer que no puede sola/o y que necesita el apoyo de muchas personas. Por eso nace MAMACITAS. Para que compartas lo que hiciste para resolver los mil y un retos de la maternidad. Para que cuentes eso que nadie cuenta.


Publicado en