Imagen: Radio Santa Fe

Servindi, 23 de diciembre, 2011.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato en Colombia de Armando Guanga Nastacuas, miembro del pueblo indígena Awá y beneficiario de medidas cautelares otorgadas por la CIDH el 16 de marzo de 2011.

La Comisión Interamericana considera de “suma gravedad” la muerte de Armando Guanga Nastacuas, más aún teniendo en cuenta las medidas cautelares vigentes otorgadas por la CIDH y la situación de amenazas, hostigamiento y asesinatos a los que han sido sujetos los miembros del pueblo Awa.

Según la información disponible la CIDH informa que el 2 de diciembre de 2011 dos personas no identificadas habrían golpeado y secuestrado a Armando Guanga Nastacuas del Corregimiento de Llorente, Municipio de Tumaco. Horas más tarde fue encontrado inconsciente y con golpes en la cabeza, y murió al día siguiente en el hospital.

Armando Guanga Nastacuas era beneficiario de medidas cautelares otorgadas por la CIDH el 16 de marzo de 2011 a favor de los miembros del pueblo Awá en los departamentos de Nariño y Putumayo en Colombia.

La CIDH otorgó las medidas cautelares debido a que el pueblo Awá había sido blanco de numerosos atentados, asesinatos y amenazas en el contexto del conflicto armado colombiano.

La Comisión Interamericana solicitó al Estado de Colombia adoptar medidas consensuadas con los beneficiarios con el fin de garantizar la vida y la integridad personal de los miembros del pueblo Awá de los departamentos de Nariño y Putumayo.

El 3 de noviembre de 2011, la CIDH solicitó al Estado extremar las medidas cautelares a favor del Pueblo Awá, en vista de información que indicaba que desde su otorgamiento, cinco beneficiarios fueron asesinados en el marco del conflicto armado.

Se alegaban asimismo demoras en la implementación de las medidas cautelares, así como de la orden dictada en 2009 por la Corte Constitucional de Colombia, mediante la cual ordenó al Gobierno formular e implementar un plan urgente de reacción y contingencia.

La finalidad del plan era atender de manera inmediata e integral las necesidades más apremiantes de seguridad física, de atención humanitaria en salud, educación, alojamiento y cualquier otra medida urgente requerida para asegurar la pervivencia del pueblo Awá, entre otros asuntos.

La CIDH recuerda que es obligación del Estado investigar de oficio el crimen y sancionar a los responsables. Asimismo, la CIDH urge a adoptar en forma inmediata todas las medidas necesarias a fin de garantizar el derecho a la vida, la integridad y la seguridad de los otros beneficiarios de estas medidas.

Asimismo, reitera su preocupación por la situación de inseguridad de los pueblos indígenas que habitan zonas afectadas por el conflicto armado y solicita al Estado que adopte de manera urgente las medidas necesarias a fin de protegerlos.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.