Tomado de: http://diario16.pe/columnista/1/juan-carlos-tafur/1408/ollanta-y-susana-deben-darse-la-mano

30-12-2011 | Juan Carlos Tafur

¿Por qué Ollanta Humala no dialoga con Susana Villarán? Se suponía que siendo ambos de izquierda y habiéndose “centrado” el Presidente, las posibilidades de coincidencia no solo ideológica sino operativa podían permitir un trabajo conjunto en sinfín de iniciativas que comprenden sus respectivas prerrogativas.

Según trascendidos, Humala guarda aún cierto resentimiento por las duras declaraciones que Villarán emitió en contra de su candidatura. Se menciona también que Nadine Heredia sería el principal escollo en dicha vinculación. Por último, que el propio asesor Luis Favre habría recomendado que no le convendría acercarse, dados los bajos niveles de aprobación de la alcaldesa limeña.

En cualquier caso, sería una tontería que algo así esté marcando una distancia entre ambos. Y Ollanta Humala debería tener la perspicacia suficiente para darse cuenta de que la despiadada campaña de demolición contra Susana Villarán tiene un signo reaccionario que si logra sus objetivos de paralizar la gestión edil y eventualmente conseguir la revocatoria, irá por él de inmediato.

Inclusive, si de cálculos políticos hablamos, no le vendría mal a Humala percatarse que parte de las fuerzas políticas ubicadas detrás de Fuerza Social son algunas de las que le están haciendo oposición en Cajamarca. Pactos políticos inteligentes fácilmente podrían tender puentes en la resolución, por lo menos, de ese conflicto.

Luego de la visita de Susana Villarán a Humala para felicitarlo por su triunfo, no ha habido ningún otro contacto. Y eso es poco sensato, más aún habiendo temas concretos sobre los que tomar decisiones. Por ejemplo, dejar de lado la idea de construir un tren eléctrico de Lima al Callao, cuando hay un proyecto de hacer allí la continuación del Metropolitano, que cuesta varios centenares de millones de dólares menos (esa iniciativa fue impulsada, además, por el gobierno de García con el claro objetivo de ponerle una piedra en el camino a la gestión de Villarán).

Las fuerzas democráticas, sean de izquierda o de derecha, deben tener en claro que a quienes hay que derrotar en estos años es a la izquierda radical y a la derecha ultraconservadora. Y en eso hay infinitos puntos de contacto entre lo que se propone el gobierno central y el municipal limeño.

Humala debe afianzar la propia hoja de ruta. Y en ese esfuerzo, tener a la mano a la segunda autoridad más importante del país, como es la alcaldesa de Lima, y no tender puentes revelaría una soberana miopía respecto del propio papel que le toca desempeñar y los enemigos que están al acecho para sabotearlo.