ya acabó su novela

Imagen: Melancholia

Doce obras antes del fin del mundo

Publicado: 2011-12-31

Doce: Melancholia con X

Por Budadenieve

"Tenemos deseos de naufragios,

de masacres y de una muerte brutal".

Tom Kristensen

Uno

X siente atracción por la destrucción.

Pero no en el folclórico perfil del destructor. No siente ganas incontrolables de incendiar la ciudad. No se entusiasma con imágenes de la II Guerra Mundial ni de matanzas públicas. Nunca (que yo sepa) ha torturado mascota alguna.

La de X es, digamos, una destrucción de naturaleza más personal. Por ejemplo, siempre está atento a las huellas de un cuerpo dañado: los lunares malignos, las carnosidades de los ojos, los dientes rotos. No hace mucho vi cómo X seguía arrascándose las costras de heridas casi curadas.

Tras arrancarlas, se las come.

Toma 1

Justine acaba de casarse

Tras la ceremonia, ella (Kirsten Dunst) llega con su flamante esposo a la mansión donde familiares y amigos los esperan para la gran fiesta. Justo cuando está por ingresar a ese palacio de ensueño, Justine observa el cielo: una lejana estrella roja brilla con un esplendor único.

“¿Cuál es esa estrella?”, pregunta Justine.

Le responden que es la estrella tal... pero ella presiente que ese fulgor sólo puede significar una cosa. No, no lo presiente: lo sabe. Justine percibe lo innombrable. Y todo aquello que sucederá a partir de ahí estará teñido de angustia, una abrumadora e irritante angustia.

El cuñado de Justine (Kiefer Sutherland), entusiasta de la astronomía, es quien más detalles nos da sobre Melancholia, el planeta que se está acercando a gran velocidad hacia la Tierra: va a pasar cerca, muy cerca de nuestro planeta, casi rozándola, aunque a suficiente distancia como para disfrutar de una vista inigualable del astro. Un espectáculo visual inigualable. Esa postal de Luke Skywalker contemplando los dos soles de Tatooine es basurita comparado a lo que veremos.

"¿Pero y si Melancholia cambia su rumbo y, finalmente, sí golpea la Tierra? ¿No-es-el-fin-de-TODO?", se pregunta Charlotte Gainsbourg, la hermana de Justine, nerviosísima. Tranquila, la calma el marido. La comunidad científica ha asegurado que eso no ocurrirá. Probado y comprobado. Confía en los expertos. La ciencia, señores, no se equivoca.

*

INTERLUDIO I (o PLACE COMMERCIAL HERE I)

No es sólo el daño del cuerpo lo que inquieta (y fascina) a X

También guarda cáscaras de frutas que están hongueándose semana tras semana. En la playa, construye castillos cerca de las olas. Los protege, mientras avanza la construcción. Cuando los termina, permite que el agua deshaga todo, calmadamente, hasta que sólo queda una colina arenosa deforme. En el baño, arroja continuamente el papel higiénico en el inodoro y observa cómo el papel se deshace. Sé por experiencia que esto puede durar cuarenta minutos.

Desde luego, X no suele perderse películas apocalípticas. Las ve todas: las de meteoritos que destruyen París y Tokyo (y eventualmente el planeta entero), las de desastres climatológicos donde siempre aparecen aves aterradas migrando al oeste, las de post devastación donde sólo quedan dos humanos y un perro vivos, etc. No importa si son buenas o malas, X no se pierde ninguna.

Una mañana me habló de una de esas películas donde uno podía, literalmente, sentir la destrucción del planeta. La acababan de estrenar, así que esa misma noche X, sus costras y yo estábamos en el cine.

En efecto, era una end-of-the-world movie, pero no era parecida a ninguna de las que hemos visto hasta ahora.

El nombre de la película es Melancholia y fue escrita y dirigida por Lars von Trier.

Imagen: Melancholia

Toma 2

Justine está extraviada

Su hermana y cuñado han preparado esta fabulosa ceremonia para ella. Su esposo le muestra el terreno que acaba de compra para ambos, el Edén prometido. Su jefe le anuncia un ascenso importantísimo en el trabajo. Su madre... bueh, su madre dice algunas frases desafortunadas, pero en general hay motivos para que Justine se sienta feliz, dichosa, realizada.

Claro, ¿de qué te puede servir todo eso si sabes que en unas horas todo esto desaparecerá? ¿A quién puede importarle una cena, un terreno, un puesto de trabajo?

Pero el malestar de Justine no es simplemente por la “proximidad de la muerte”. No es la desolación del final aquello que la embarga sino, precisamente, melancolía. La metáfora es real: una masa que la envuelve por todos lados, sin salida, que ella teme pero al mismo tiempo invoca. Presa de la melancolía, Justine quiere que todo se destruya de una buena vez.

Cuando el planeta está tan cerca que ilumina la Tierra más que la luna misma, Justine se desnuda completamente y le ofrece su cuerpo al borde del río. Ven, ven y termina con todos.

Y cuando su hermana le confiesa que, si el planeta va a reventar, al menos ella desea vivir la experiencia en su jardín con una copa de vino en la mano, Justine se burla de ese deseo tan “trascendental”. La amargura es total. Parecía que en ella se reencarnaba la locura y la oscuridad de Nerval:

Yo soy el tenebroso, el viudo, el desdichado,

el príncipe de Aquitania de la torre abolida:

mi sola estrella ha muerto, y mi laúd constelado

ostenta el negro Sol de la Melancolía.

*

INTERLUDIO II

Saliendo del cine, X y yo iniciamos una discusión. Ambos admiramos a Lars von Trier, pero desde una posición distinta.

Al ser más joven y entusiasta que yo, X aplaudía al cineasta por haber hecho una película riéndose de todo el mundo, por haber creado una obra maestra de la nada, sin reglas ni explicaciones astronómicas. Hasta con saltos de eje, caray. “Él puede crear una película donde venga un planeta y nos reviente sin más. Ese von Trier hace lo que le da la gana”, sentenció.

Yo, más viejo y aburrido que X, compartí el entusiasmo pero no esa fascinación por el renegado von Trier. Nada sale de la nada (cité a Parménides): desde la imagen de Ofelia flotando en el lago (recordé a Shakespeare) hasta el constante uso de Tristán e Isolda (tarareé a Wagner), pasando por Nerval, todo tenía una razón dentro de esa película. Ninguna obra buena, siquiera decente, tiene un mínimo de trabajo planificado y exigente. Incluso en astronomía, von Trier tenía que haber hecho consultas específicas. Ese era mi presentimiento. Esa fue mi posición.

Evidentemente, a X no le interesó ni citas ni autores ni pollas. Von Trier era un genio y yo, a callar.

Mi triunfo llegó cuando encontramos una entrevista donde el danés confirmaba: "Pregunté a algunos científicos cuándo podía chocar un planeta con la Tierra y me dijeron: 'Mañana'. Perfecto, porque así no tenía que dar explicaciones".

El genio tenía que haber investigado. Él mismo lo confesaba.

*

INTERLUDIO III

Sin embargo, fue una victoria pírrica. Había algo que no encajaba y la duda ya iba permaneciendo varios días: ¿De verdad en cualquier momento puede un planeta golpear con la Tierra? Y lo que sucede cuando Melancholia se acerca a la Tierra, ¿es factible? Lo que vemos en la pantalla, ¿realmente puede suceder?

(Si, como nosotros, has visto la película en el cine, recordarás la terrible sensación al final, mientras aparecen los créditos. No puedes salir de la sala y decir “no importa, esto es sólo una película, esto no puede pasar”.)

Así fue como me puse en contacto con el más importante astrónomo peruano, el doctor José Ishitsuka, a quien interrogué con la vehemencia de Kiefer Sutherland, pero en 24. Había que salir de dudas de una vez.

Transcribo las respuestas que recibí.

REAL TV

Pregunta: ¿Es realmente posible que un enorme planeta B aparezca y golpee contra la Tierra en cualquier momento?

Lamento decirte que las probabilidades son mínimas.

La estrella más cercana a nosotros está a 40 mil millones de kilómetros. Si este posible planeta B se desprendiese de este sistema planetario alrededor de la estrella más cercana, no viajaría a la velocidad de la luz por la masa que tendría.

Si viajase a la velocidad de la luz, tardaría un poco más de 4 años en llegar a las proximidades de la Tierra. Esto es suponiendo que esta estrella (Proxima Centauri) tenga un sistema planetario (lo que no está confirmado, pero posiblemente lo tenga).

La razón por la que un planeta se desprende de su sistema planetario sería porque un sistema más masivo que el de Proxima Centauri esté cerca y tenga mayor fuerza gravitatoria y esto es casi imposible.

Verás, nuestro sistema solar tiene miles de millones de años y sigue como es ahora: los planetas girando alrededor del Sol. Tiempo y Distancia en el universo son importantes, pero también las fuerzas gravitorias. Un cuerpo, cuanto más masa posee, más fuerza gravitoria tiene.

Supongamos que este planeta B orbite alrededor de la Tierra (lo que es prácticamente imposible), pues este planeta se comportaría como la Luna. De hecho, es más factible que sea atraído por otro planeta mayor de nuestro Sistema Solar, como Júpiter o Saturno.

Pregunta: En la película, cuando el planeta Melancholia está muy cerca de la Tierra, se perciben cambios físicos en nuestro planeta: cambios en la combustión y la electricidad, además del comportamiento de los animales. ¿Esto ocurriría en caso el planeta B se acercara a nosotros?

Repito, si ese Planeta B entra a nuestra Vía Láctea, seguramente sería atraído por Júpiter o Saturno y no llegaría a la Tierra.

Pero supongamos que pasa todo ese camino y se acerca a la Tierra. Posiblemente el Planeta B atraería a la Luna y esta se estrellaría con el Planeta B. Al quedarnos sin Luna, no podríamos saber qué pasaría con los mares. Por un lado de la Tierra, el mar se retiraría y por otro se saldría.

Además, el eje de la Tierra está en balance con la presencia de la Luna. Habrían cambios abruptos. La Tierra se convertiría en un lugar muy hostil para los seres vivientes.

Obviamente habría un efecto psicológico en la gente. Desinformación, la duda y el pánico. Además la Luna podría tener algún efecto emocional en las personas (algo que no pasa con los otros planetas). También habrían grandes cambios climatológicos y el comportamiento de los animales se afectaría. Y los elementos eléctricos se verían afectados también: computadores, arrancadores de autos, etc., y que salga electricidad de las manos de las personas (como en la foto de la película) es bastante jalado de los pelos, pero no imposible...

Pero todo esto no tiene ningún asidero científico. Estas son hipótesis de hipótesis de hipótesis. Esta película es Ciencia Ficción.

Saludos,

Jose Ishitsuka

*

APOSTILLA o EPILOGO

He estado tentado de no compartir estas respuestas con X, principalmente porque se va a regodear con su opinión sobre von Trier, pero también porque tiene su gracia que X permanezca buena parte del día observando el cielo, esperando el reventón final mientras se come las uñas.

Pero nunca falta el esotérico que se aferra a cualquier manifestación (incluso una película) para agrandar los miedos, suyos y ajenos. Hace unos días ocurrieron sendos temblores en varias ciudades y el pánico estrafalario inundó las redes sociales. Ni imaginar lo que va a ocurrir este año, más en este año, a doce meses del anunciado fin del mundo, en que nerviosos fanáticos aparecerán por doquier.

Tenías razón, X.

Lars von Trier hizo lo que le dio la gana.


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Budadenieve

Un colaborador de lujo de Sophimanía