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La violencia en el lenguaje político

Publicado: 2012-01-02

La violencia verbal está presente en el lenguaje político del periodismo peruano casi de manera constante. Va desde la descalificación del contrincante y el ninguneo hasta los adjetivos del más grueso calibre. Ciertamente hay periodistas que han hecho de esto su peculiar estilo. Pero la violencia política no solo se dice y se escribe sino que a veces hasta se hace. Se la ejecuta con movilizaciones en contra de alguien. Recordemos a quienes fueron a la casa de Martha Chávez para llenársela de basura o el circo "No a Keiko". Si hablamos de violencia verbal en el periodismo peruano creo que no se salva ni Mario Vargas Llosa.

Las últimas columnas políticas del año 2011 se destacaron por los insultos a la derecha, y la primera que leo este año es una queja de Rocío Silva Santisteban, quien luego de mostrar su enojo por el maltrato recibido de parte de los trolls en las redes sociales, acomete contra la derecha en los mismos términos cuestionables. El título de su artículo, "Barrio de broncas", es la mejor definición del Perú a a lo largo del 2011 y vale la pena comentarla. De hecho hemos vivido una bronca permanente llegando en ocasiones a excesos que hoy nos dan pena. Ilustres periodistas como Augusto Álvarez Ródrich y Juan Carlos Tafur han vociferado insultos contra una derecha que parece amenazar sus sueños cual pesadilla de Freddy Krueger.

En su artículo, Rocío Silva Santisteban dice que es imprescindible defender algunas ideas y que ella defiende los DDHH. Cuando lo dice así, en abstracto, suena muy noble. El problema es que en los hechos reales, dicha defensa se convierte en otra cosa. Luego se queja de los se meten a opinar sin tener información ni conocer los marcos teóricos del derecho y acaban simplemente insultando. Debe ser porque las personas juzgan por los resultados visibles y no por la maleza de argumentaciones jurídicas en las que ni los abogados se ponen de acuerdo. Luego hace una lista de algunos insultos que ha cosechado, incluyendo una ridícula amenaza de muerte. Hasta ahí todo normal, digamos, para alguien que se mete a hacer política y encima se expone en las redes sociales.

Debo decir que cualquiera que se mete a hacer política en los medios y la web defendiendo una posición y unas ideas en las que cree, está sujeto no solo a la crítica (ojalá fuera sólo eso) sino a un sin fin de insultos de los más insólitos, incluyendo tu nombre y datos del perfil. Y puedo dar fe de eso. Más aún, puedo añadir que RSS también sabe amenazar y censurar. Pero yo no haría un escándalo por eso. Son gajes del oficio. Si Cristo predicando la paz y el amor murió crucificado por la plebe, y traicionado, ¡qué podemos esperar nosotros, simples mortales!

Lo interesante del artículo de RSS es que luego de su congoja, lamento y aflicción, y cuando el lector está a punto de expresarle su solidaridad, de pronto le crecen las uñas e ingresa en los conocidos modales y lugares comunes de la izquierda, acusando a sus eternos fantasmas: las confabulaciones y conspiraciones de los "poderes fácticos" y los "intereses subalternos" ocultos detrás de los "medios fascistas disfrazados de liberales", "totalmente funcionales a las necesidades criminales de los impunes de toda la vida". Uffff... ¿Y se queja de que la insultan? Vaya.

Ese es precisamente el lenguaje y la actitud que predomina hoy en la política peruana. Exactamente ese. Y no nos olvidemos que RSS fue la promotora de una movilización contra la candidata del fujimorismo, que tuvo diversas y furibundas expresiones del más bajo nivel tanto en la web como en el mundo real. Sus colectivos "Fujimori nunca más" y "No a Keiko" acabaron envenenando con odio la mente de una generación de jóvenes que desconocen mayormente la historia, pero que se deja seducir fácilmente por causas disfrazadas de justicia y palabritas poéticas.

Como corolario a sus modales políticos RSS impregna su artículo con el mismo odio visceral al que ya nos tiene acostumbrado:

¿A quién le interesa que los derechos humanos no sean promovidos al más alto nivel internacional? Fácil: a los violadores de derechos humanos. ¿Cuál es el principal violador de derechos humanos en este país? Exacto: ¡que se escuche en la Diroes!

Lindo estilo. Hasta parece que estuviera flameando su bandera roja. Sin duda RSS olvida intencionalmente que los principales violadores de los DDHH son los extremistas de la izquierda. Tanto en el Perú como en el mundo. Las mayores violaciones de DDHH están en los paraísos izquierdistas de Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Y acá nada se iguala con la cantidad de muertes ocasionadas por sus amigos de Sendero Luminoso y el MRTA. Así que carece de sentido su alusión a la DIROES, y tan solo revela su odio visceral por quien salvó al Perú de la amenaza mortal del terrorismo de izquierda.

Ese es pues el barrio de broncas en que se ha convertido el Perú con esta clase de actitudes políticas que parecen vendetas gansteriles, predicamentos de mentiras y ventilación de odios internos. Lo que me llama la atención es que RSS repita textualmente el mismo argumento que otros han escrito recientemente, por ejemplo este: "disfrazados de liberales, que de liberales no tienen nada". Hasta parece que alguien les repartiera el mismo libreto a ciertos medios y agentes mediáticos. Deberíamos también elucubrar en torno a "ocultos poderes con oscuros intereses que manipulan medios y periodistas para desacreditar a determinados sectores políticos".

Coincido con RSS en que en el Perú hemos perdido las formas democráticas para argumentar y defender ideas, y nos hemos desviado a la tarea de defender trincheras atacando al otro. Algunos incluso atacan sin tener nada que defender sino apenas a sus amistades. Pero señalar esto no exime de culpas. Que RSS diga que "es penoso y vergonzoso pero seguimos siendo autoritarios, toscos, absurdos: no debatimos; nos bronqueamos. Se ha desinformado a la opinión pública, se ha mentido a la mejor manera de Himmler, se ha difamado, se ha insultado, pero no se ha debatido", no significa que ella misma no haya caído en ese penoso estilo. Si no, le recomiendo que lea con cuidado su propio artículo.

Coincido con Raúl Mendoza Cánepa en que debemos hacer un esfuerzo por cambiar de maneras este año. No basta la denuncia del insulto, y menos si a renglón seguido se vuelve a caer en el insulto y la difamación. Si bien hace falta oponerse enérgicamente a las ideas absurdas y a los intentos peligrosos, hay que hacer un genuino esfuerzo por debatir con ideas y defender posiciones políticas con argumentos.


Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social