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Augusto Álvarez Rodrich: "Algunos, creyéndose ampayados, protestaron, con lo cual demostraron ser más brutos que achorados"

Publicado: 2012-01-07

El periodista y columnista del diario La República, Augusto Álvarez Rodrich precisó en su artículo del viernes, que, al hablar de la 'derecha bruta y achorada' (DBA), se refiere, en el caso de la posible revocatoria a Susana Villarán, a aquellos que utilizan dicho método con intensión de venganza por no tener participación política; en lugar de, simplemente, no sentirse representados por la alcaldesa de Lima.

Álvarez Rodrich, además, precisa que la Municipalidad de Lima necesita "buena gestión, orden, objetivos claros y liderazgo", para hacerle frente a los problemas internos y externos.

Aquí la columna 'DBA: Más bruta que achorada' por Augusto Álvarez Rodrich:

La única respuesta posible es una buena gestión edil.

La columna que publiqué la semana pasada sobre los promotores de la revocatoria de la alcaldesa Susana Villarán produjo chillidos y pataletas en quienes se sintieron aludidos.

Para agrupar a los promotores de la revocatoria, recurrí a lo que Juan Carlos Tafur llamó la ‘derecha bruta y achorada’ (DBA). Sin siquiera haber sido mencionados, algunos se sintieron aludidos y, creyéndose ampayados, protestaron, con lo cual demostraron ser más brutos que achorados.

Es obvio que no está en duda que la revocatoria es un derecho ciudadano legal. El abogado Julio César Castiglioni indica que este procedimiento tiene el problema de no requerir probanza del sustento, por lo que se ha convertido en medio de vendetta y revanchismo. Pero mientras eso no cambie, es un recurso legítimo que puede ser apoyado por gente descontenta con la gestión de una autoridad.

Esto no impide reconocer, sin embargo, que sus promotores sean parte de esa DBA picona por no dar pie con bola en las últimas elecciones, por sentirse desplazada del escenario político, y por temor a que sus mecenas pierdan interés en seguirlos financiando. Es decir, gente que usa un fin legal con una motivación subalterna.

Tampoco se debe concluir –como quieren algunos voceros de la DBA que buscan cubrirse en el tumulto– que todas las personas de derecha sean brutas y achoradas. Al contrario, ahí hay, como en la izquierda, el centro, la derecha y, en general, a lo largo y ancho de todo el espectro político, gente buena, valiosa y honesta; y gente bruta, achorada y corrupta.

Por ejemplo, pensando estrictamente en la derecha, por ahí andan personas dignas que se guían por principios, como lo ha demostrado en estos días el regidor Pablo Secada; y, también, claro, los de la DBA.

En resumen: es legítimo discrepar de la gestión de Villarán e, incluso, por eso, querer mandarla a su casa.

Pero esto no es contradictorio con advertir la motivación subalterna de quienes, como ocurre en muchas regiones del interior del país, han querido bajársela desde el primer día por razones que nada tienen que ver con la mejora de la ciudad sino con sus fines particulares, tanto de los que ponen la cara en el colectivo revocador como de sus cómplices intelectuales y financistas ocultos tras un biombo light pues de lejos se ve quiénes son.

Eso, sin embargo, no impide reconocer y señalar, como escribí en mi columna de la semana pasada, que la gestión de Villarán tiene muchas deficiencias que, en lugar de irse corrigiendo, se están agravando por un desorden interno que es creciente.

La única respuesta posible para las serias amenazas internas y externas que hoy enfrenta el municipio de Lima es, con urgencia, buena gestión, orden, objetivos claros y liderazgo.


Escrito por

Claudia Chávez

@ClaudiaPollo Estudio Periodismo


Publicado en

Redacción mulera

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