El cinco de enero de este año un anuncio proveniente del proyecto SETI de la Universidad de Berkeley pudo cambiar la historia de la humanidad. Pero no lo hizo. Sin embargo, las horas que pasaron entre la primera noticia y la aclaración final fueron didácticas y emocionantes.

Como se sabe, el proyecto SETI busca en el cosmos, de manera totalmente científica, señales de radio que provengan de una civilización extraterrestre. Hasta ahora la búsqueda ha sido infructuosa, pero el universo es grande, así como las esperanzas de los científicos por comprobar, de una vez por todas, que "no estamos solos".

La búsqueda se hace de diversas formas, la principal es usando grandes antenas parabólicas que van escudriñando el cielo en busca de señales que no sean ruido estelar, sino fruto de una inteligencia similar a la nuestra.

La búsqueda se realiza de forma paralela en dos áreas. Por un lado radio telescopios recopilando información del espacio, y al mismo tiempo computadoras analizando la data. Ahora bien, hay mucha más data que capacidad de cómputo, por lo que los discos duros se van llenando de terabytes de información que tarda buen tiempo en ser analizada.

Parte 1 de la entrevista al físico de ondas de radio Jorge Heraud, representante en el Perú del Proyecto SETI (minuto 10). Video: Entreletras

En ese mar de información acumulada, SETI ha comenzado a priorizar el análisis de aquella data que proviene de lugares del espacio donde ahora la sonda Kepler de la NASA confirma o sospecha que hay planetas, especialmente si se estima que esos planetas son similares a la Tierra. Es una forma de optimizar la búsqueda hacia lugares donde resulte más probable hallar vida extraterrestre.

Así, el SETI de Berlekey comenzó a analizar la información que el radio telescopio de cien metros "Green Bank" ubicado en Virginia Occidental, en Estados Unidos, había recopilado a principios del 2011 del "objeto de interés" número 817 (KOI por sus siglas en inglés, es decir Kepler Object of Interest), en fácil: una estrella "sospechosa de tener planetas" según la sonda Kepler.

Parte 2 de la entrevista al físico de ondas de radio Jorge Heraud, representante en el Perú del Proyecto SETI. Video: Entreletras

Pues bien, lo que aparentemente grabó el radio telescopio de Virginia a principios del 2011 no fue la confirmación de un planeta orbitando esa estrella, sino un saludo de ET completo. El anuncio de Berkeley fue escueto y algo ambiguo: "Hemos comenzado a analizar las observaciones del proyecto Kepler y se han generado las primeras señales candidatas, las cuales son indudablemente ejemplos de interferencia de señales de radio (RFI)".

Si es que eran ejemplos de interferencia terrestre... ¿Por qué las anunciaban como "señales candidatas"? En la duda pocos aficionados se abstuvieron y varios se lanzaron a anunciar que el SETI de Berlekey tenía una señal que podía provenir de una civilización extraterrestre, noticia que prendió rápidamente en foros de astronomía de la Internet.

Tanto así que Berkeley se sintió en la obligación de emitir un segundo comunicado, mucho más claro. "Después de nuestro primer post, nos quedó claro que no habíamos insistido lo suficiente en que las señales que captamos eran producto de la interferencia. Actualizamos el post para que quede claro. Lamentamos cualquier confusión".

Así pues, no había ningún ET mandando saludos desde un planeta en la órbita de la estrella KOI 817, apenas un entusiasta malentendido entre los terrícolas, deseosos siempre de "hacer contacto" con civilizaciones más o igual de avanzadas que nosotros. La experiencia, sin embargo, no ha decepcionado. Por el contrario, la gente de SETI está animada pues se ha demostrado que el algoritmo de búsqueda que usan es efectivo para detectar señales de radio inteligentes o al menos artificiales.

"Esta detección le da al equipo de SETI la gran oportunidad de comprender el tipo de señal que tenemos la esperanza de eventualmente descubrir" sigue el comunicado. "La señal que captamos no pudo haber sido producida por un fenómeno astrofísico". En otras palabras: el programa de búsqueda de SETI puede diferenciar señales artificiales de señales naturales. El "teléfono" funciona, ahora falta que ET nos llame.

No es la primera vez que SETI capta una "señal candidata". La primera vez fue en agosto de 1977, cuando el radio telescopio "Big ear" ("Oreja grande", de la Universidad de Ohio) recibió por 72 segundos lo que parecía ser una señal inteligente de la constelación de Sagitario. Sin embargo, no se mantuvo ni se repitió, lo que obligó a descartarla. Pero sentó el precedente y también el apodo: "¡Señal wow!", referida a la expresión que el científico de turno escribió junto al impreso que daba cuenta de la señal recibida.

Desde entonces se siguen acumulando terabytes de información que esperan ser analizados. Quizás el saludo de ET esté ahí desde hace tiempo, en uno de esos discos duros en espera. Ahí la otra buena noticia es que tu puedes ser parte de ese esfuerzo y que tu computadora, no importa el modelo que sea, pueda ser la que finalmente de con el hallazgo que cambiaría de forma definitiva la manera en que la civilización humana se ve a sí misma.

El proyecto se llama SETI at home. Es un salvapantallas gratuito que lo puedes bajar y colocar en tu computadora. Mientras está en funcionamiento analiza la data proveniente de las estrellas, en busca de más señales candidatas. El programa automáticamente baja por internet paquetes de información que analiza y luego devuelve a la sede central de SETI. Si encuentra algo, pues tu nombre puede pasar a la historia como el ser humano que descubrió, finalmente, que no estamos solos en el universo. ¿Te animas?

Pablo Vásquez Florers  para Sophimanía con información de SETI