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Con ustedes, la sangre del Papa

Publicado: 2012-01-17

Tomado de Semana.- Columna de Daniel Samper Ospina.- Leo en varios periódicos que traerán a Colombia una ampolleta con sangre de Juan Pablo II, y la noticia no puede llegarme en mejor momento. Uno de mis propósitos de este año es ser un buen cristiano, un buen católico, asistir a misa, no burlarme de los defectos de los demás, en especial de los físicos: la quijada de Angelino, los labios del Registrador. Los tres huevos de Uribe. El Número Uno con tres. Qué cantidad de chistes fáciles a los que pienso renunciar, dios santo. No tendré con qué llenar esta columna.

Quiero ser más piadoso, digo, y acercarme a los valerosos pastores de la Iglesia Católica, a quienes admiro enormemente por las recientes batallas que han tenido que dar en defensa de la moral y las buenas costumbres. Hace poco un periodista homosexual adoptó dos hijos preadolescentes, por ejemplo, y monseñor Córdoba protestó con valor ante semejante barbarie. Lo cito textualmente: "le llegan (al periodista) dos jovencitos en una edad en la que pueden ser atractivos para él, que pueden ser una tentación". Y yo creo en sus palabras, porque nadie mejor que un monseñor para saber el momento en que los niños se ponen atractivos.

Lo que sucede es que los valores católicos se han perdido. Miren cómo persiguen al doctor Álvaro Uribe, por ejemplo, el presidente más piadoso de los últimos tiempos: un gobernante que lloraba postrado ante el cuerpo de Marianito y que recordaba, él mismo, al Mesías: conocía a los doce apóstoles, se sentía nuestro Salvador, era trino y uno. Y me refiero, de nuevo, a las tres ramas del Estado y no a su malformación testicular, porque, como ya lo consigné, renuncié al chiste físico con grandeza y desprendimiento.

Se han perdido los valores, digo, y por eso la visita de la sangre papal es un bálsamo. El Tiempo informa que el gobierno ofreció ponerle escoltas a la ampolleta, y yo estoy de acuerdo porque, no lo neguemos, Colombia es tierra de contratistas 'chupasangres', como los Nule o Julio Olarte, y hay muchos vampiros por ahí sueltos y en cualquier momento Sarmiento Angulo monta con la muestra un nuevo banco, esta vez de sangre. Por eso, pago con mis impuestos, gustosamente, un esquema de seguridad que proteja a la ampolleta y que incluya un mínimo de cinco policías y dos támpax.

El Espectador, por su parte, cuenta que la periodista Diana Sofía Giraldo y el exsanto y exmagistrado, José Gregorio Herández, son los managers de esta nueva versión de la gira 'Mi Sangre', que compite con la de Juanes.

Me tranquiliza saber que magistrados que salvaguardaron nuestro Estado laico son tan píos. Quizás fue gracias a esos Glóbulos Omnipotentes que a José Gregorio se le dio el milagro de que le adelantaran la pensión, según denunció Kienyke. Todavía recuerdo cuando lo consolaba en la muerte de Juan Pablo II, de quien es admirador:

-Piensa que fue el Papa de la ultraderecha -lo animaba mientras le consentía el pelo, siempre peinado al óleo-, que era amigo de Pinochet, que iba al África, el continente del Sida, y satanizaba el condón.

Lo decía sin sentirlo, que quede claro: únicamente para darle consuelo. Pero al rato ya estábamos llorando los dos. Porque, de los Papas del siglo pasado, Juan Pablo II fue el gran Papa, fue el Señor Papa. Y como tal salió en Toy Story.

Se inician, pues, los preparativos para lo que será la apretada agenda de la sangre papal en tierras colombianas. La ampolleta va a tener una charla privada con el presidente Juan Manuel Santos y posteriormente sostendrá un encuentro con Angelino Garzón, quien le pedirá que ore por la sangre de las rellenas. El gobierno nacional le impondrá la Cruz de Boyacá. María Fernanda Valencia aparecerá en las sociales de las revistas departiendo amablemente con ella. Lucerito Cortés empujará a la delegación del Vaticano para tomarse una foto con la muestra. Álvaro Uribe le ofrendará un potro purasangre. Christian Toro brindará un coctel en su honor, en el que se servirán bloody maries. Las señoras Zarzur le presentarán su sangre azul.

La Santa Sede no ha precisado si la muestra reposará en una suite del Hotel Cosmos 100 o en el laboratorio Gómez Vesga; tampoco se sabe si visitará el garaje de Palacio, donde se apareciera el santo Job para hacerle el milagro a César Mauricio Velásquez de que no lo toquen los escándalos del gobierno pasado. Como sea, necesitamos que el Eritrocito Divino arroje su luz sobre nuestra confusión. Vivimos desorientados. El paro de los Urabeños, por ejemplo, no nos ha dejado ver los verdaderos problemas nacionales: el culo de Jessica Cediel, las uñas de Laura Acuña.

Por eso, y como cualquier mujer soltera, celebro la llegada de la sangre. Aplaudo a los amigos de ideología conservadora y católica que traen al Leucocito Sacro para 'reparar espiritualmente a las víctimas de la guerra': una medida mucho más contundente que la de darles tierras a esas víctimas, que es con lo que los piadosos hermanos godos no están muy de acuerdo. Y los comprendo: ¿para qué si el campesino nació para ser peón? Mejor que encuentren consuelo visitando el Tubo de Ensayo Celestial, esta Ampolleta Gloriosa que se derrama en virtudes: lo cual puede significar, ojo, que tiene una hemorragia.

Amigos míos: arrepentíos. Visitad la sangre papal. Hacedlo antes de que se vuelva costra.


Escrito por

Pedro Salinas

Escribe habitualmente los domingos en La República. En Twitter se hace llamar @chapatucombi. Y no le gustan los chanchos que vuelan.


Publicado en

La voz a ti debida

Un blog de Pedro Salinas.