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¿Cuánto nos cuesta Daniel Abugattas?

Publicado: 2012-02-22

Daniel Abugattas Majluf es uno de esos personajes pintorescos que la marea de la política peruana arrastró hasta el Congreso, como expresión de la severa crisis de los partidos políticos. Formó parte de los primeros arrimados a Ollanta Humala en el 2006, y logró ingresar al escenario político junto con toda esa chusma de advenedizos e incapaces que Ollanta colocó en el Congreso del 2006, donde se lucían cocaleras, analfabetas, ignorantes, mataperros y comepollos, ofreciendo como primer espectáculo político la toma del hemiciclo para gritar como callejeras y agarrar a trompadas a los que se les acercaban.

Gracias a las sorpresas que nos depara la informalidad de la política peruana, convertida en sancochado de trepadores, cazafortunas, iluminados y saltinbanquis, hoy tenemos a Ollanta de Presidente de la República y a Daniel Abugattás como Presidente del Congreso, el mismo a quien Ollanta tuvo que sacar de vocero en el 2006 por achorado y desequilibrado mental.

Daniel Abugattas es uno de esos políticos sin formación política, es decir, uno de esos trepadores que se arriman de pronto con entusiasmo a cualquier proyecto político organizado por un iluminado, de esos que no tienen ningún norte político claro pero sí muchas ambiciones y delirios. Por desgracia en ese sancochado de arrimados que es el nacionalismo hay de todo; pero ya en la arena política no tardan en adoptar las típicas posiciones "políticamente correctas", y acaban convertidos en izquierdosos, más que en izquierdistas. Hay tres formas de hacerse el izquierdoso: una es copiarse de los izquierdistas y volverse un pobretólogo; otra es utilizar el dinero del Estado para hacer filantropía; y un tercer modo es improvisar cambios estrambóticos en el Estado y presentarlos como transformaciones revolucionarias. En realidad siempre se trata de crear más burocracia.

La actuación típica de todo político improvisado está guiada por la buena voluntad, pero sobre un amplio manto de ignorancia supina. Es por eso que Daniel Abugattás no ha dudado en transformar al Congreso de la República en un circo trashumante, inventando un nuevo y ridículo concepto de "representación", según el cual el Congreso tiene que ir en busca de los ciudadanos. Ah, pero por supuesto, "de los más pobres". Para echar a andar su estrambótico proyecto o capricho personal, inventó el revolucionario programa de "gestores para el desarrollo". Nombrecito espectacular con el que ha bautizado a su novedosa criatura que no es más ni otra cosa que lo mismo de siempre: burocracia, burocracia y burocracia.

Peor aun, es una burocracia repleta de ineptos del nacionalismo. En realidad, Daniel Abugattás ha montado una agencia de empleos para el nacionalismo. Cabría preguntarse ¿cómo es posible que en un país medianamente civilizado como se supone que es el Perú, alguien pueda hacer lo que le venga en gana con una institución constitucional que es la base de la estructura política y jurídica del Estado? ¿De dónde ha sacado este mequetrefe alucinado la idea de que su poder le permite y le alcanza para transformar el Congreso de la República en lo que a su regalada gana le de?

En cualquier país decente, Daniel Abugattás habría sido acusado y desaforado. Pero como estamos en un país dominado por la insensatez de políticos improvisados que salen de la nada para montarse a una combi electoral, no solo ha sido salvado de la acusación sino que hay una larga tira de congresistas de medio pelo que se ha tragado el cuento de los "gestores para el desarrollo". Es muy difícil debatir con los idiotas. Cuando la gente más sensata cuestiona esta clase de disparates, te salen con cosas como: "¿estás en contra de los pobres? Se trata de ayudar a los más pobres". Esto nos pasa por votar por verdaderos estúpidos.

Gracias a Daniel Abugattás hoy nadie sabe exactamente qué diablos es el Congreso ni cuál es el papel de los congresistas ni cual es su relación con los ciudadanos. Todo ha sido completamente trastocado por este señor y nadie sabe en qué acabará. Ahora los congresistas serán tramitadores de pedidos. Para esto contarán con el auxilio de una costra de burócratas incapaces pero muy bien pagados que "gestionarán" los pedidos de los ciudadanos ("de los más pobres"). Ya sabemos que eso no servirá absolutamente para nada. Pero quién se los hace entender a estos ilusos.

Lo impresionante de todo esto es que a nadie parece importarle cuánto dinero nos cuesta la improvisación de grandiosas "soluciones para los más pobres". ¿Cómo se va a monitorear y medir el rendimiento del proyecto? ¿Cuánto nos cuesta distraer a los congresistas de su verdadera tarea para ocuparse de cuestiones que no les corresponde y para lo que no tienen capacidad real de acción? ¿Cuánto le cuesta al país la transmutación de una institución fundamental del Estado peruano en una agencia de tramitadores?

Mientras tanto, Daniel Abugattás, el genio creador de todos estos disparates, se va a la isla prisión de Cuba a "estrechar lazos" con los comunistas que sojuzgan al pueblo cubano por más de medio siglo. Luego hará un tour por otros países que, al igual que Cuba, no representan nada para nuestros intereses, y todo pagado por nuestros bolsillos. ¿Cuánto nos está costando este iluminado señor Daniel Abugattás?


Escrito por

Dante Bobadilla Ramírez

Psicólogo cognitivo, derecha liberal. Ateo, agnóstico y escéptico.


Publicado en

En busca del tiempo perdido

Comentarios sobre el acontecer político nacional y otros temas de interés social