#ElPerúQueQueremos

Nacionalismo de plaza y gastronomía

Publicado: 2012-02-22

Existe un nacionalismo malsano que se incuba en los peruanos y quelos enceguece hasta el punto en que desemboca en intolerancia y prepotencia. Ese “orgullo peruano” es demasiado frágil y descansa en el posicionamiento de elementos como la comida como el máximo ente de peruanidad. ¿Pero es realmente la comida peruana ese elemento unificador e integrador del que se habla?

“Tanto quiero a mi país, que por eso no soy nacionalista” decía Camus. Y no deja de ser verdad. Y parto desde el punto en que este pedazo de tierra llamado Perú es el resultado de diversos procesos y pugnas históricas, por lo que no deja de ser cierto que la nacionalidad es un asunto del azar, un capricho histórico. Muchas de las actuales naciones son solo resultado de caprichos de gobernantes y colectivos en el poder. De ahí, que la cultura es universal, le pertenece a la humanidad. No es potestad exclusiva de los países. La identidad nacional es un asunto altamente discutible. No somos diferentes los peruanos de los chilenos ni de los ecuatorianos en cuestiones raciales e históricas. Compartimos casi toda Latinoamericana los mismos antecedentes.

Es por eso que el nacionalismo prepotente es totalmente asqueroso. Esas viejas formas violentas y totalitarias de ejercer el nacionalismo son vergonzosas y de condenable precedentes en la historia reciente. No se sustentan en la admiración genuina al país en el que a uno le tocó nacer ni en las ganas de contribuir a su desarrollo, sino en un afán  que propicia el desprecio por lo foráneo. Frases cliché como “moriré por mi patria” son las expresiones máximas del chauvinismo de plaza.

Y es que irremediablemente, es humano que florezcan en las personas el amor por el suelo que lo vio nacer, y es humano también admirar la belleza natural de tu país y sentir que debes protegerla y sentirte orgulloso de esta.  Pero es insana cuando se convierte en una ceguera mental que te impide reconocer la riqueza o  grandeza de la cultura extranjera. Lo nacional no tiene ser lo mejor del mundo. Las expresiones en diversos ámbitos de la cultura del país, no son las mejores del planeta.

La del Perú es una gastronomía muy compleja de matices universales, somos un retrato del mundo combinado en uno. Pero no deja de ser cierto que muchas otras culturas gastronómicas del mundo poseen la misma o más sofisticación y exquisitez, como la francesa, la china y la italiana. Thais "el profanador" dice que el afán de los peruanos de exponer su gastronomía en las vitrinas internacionales responde a su intención de figuretismo porque quizás no hay mayor cosa que exponer . Y no miente, acaso no sería mejor exponernos como un país que ha superado las viejas taras de la pobreza y la discriminación.

El orgullo peruano basado en símbolos es sumamente precario. Y esas corrientes que divinizan lo peruano y pontifican la gastronomía simplemente nos enceguecen a otras formas del mundo. ¿No ama más al Perú quien conoce su historia, trabaja y contribuye a su desarrollo que los gritones intolerantes que pontifican un plato de comida como el máximo símbolo de peruanidad? Sería preferible carecer de la compleja cultura gastronómica que poseemos a cambio de ser un país mas tolerante.


Escrito por

Franco G. Arroyo

Estudio economía, pero voy a comentar de todo: Actualidad, politica, música, deportes , cine.Trataré de ser entretenido, pero sobre todo pasional , no esperen objetividad :D


Publicado en

Palabras más, Palabras menos

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