¿Tania Quispe solucionará la crisis del fútbol peruano?
¿Guerra avisada no mata gente? Desde el año pasado todo indicaba en el ambiente futbolístico que el torneo 2012 sería muy difícil para los clubes, pues su realidad financiera estaba por los suelos y estaban a punto de colapsar. Y aunque esto se sabía, aun cuando expertos y socios de las instituciones deportivas habían advertido esta situación con anticipación, no se pudo evitar llegar a la situación que esta semana remeció a la opinión pública. La pelota se salió de la cancha y no hay cómo devolverla. Sin embargo, todas las voces han mencionado al principal acreedor de los clubes deudores: la Sunat.
En opinión de Carlos Heeren, socio gerente de Consultoría de Negocios de Apoyo Consultoría, “la decisión ahora está en manos de la jefa de la Sunat, Tania Quispe. Ella tiene en sus manos la decisión de iniciar un plan de salvataje, enviando a estos equipos al Indecopi. Allí se forma la Junta de Acreedores y ellos eligen al final a un nuevo administrador, quien se encargará de reflotar al club”, afirmó.
Según este esquema, los clubes no cerrarían ya que los nuevos administradores se encargarían de la gestión desde el punto de vista empresarial (algo que Apoyo Consultoría ya había propuesto hace 10 años ante la Federación Peruana de Fútbol), harían contratos formales, se mejorarían los derechos por transmisión y se administrarían las taquillas, entre otras cosas.
Cabe recordar que hace dos años se dio una ley por la cual los clubes de fútbol podían convertirse en una sociedad anónima y que con ello se beneficiarían de 20 años para pagar sus deudas y se eliminarían las mutas e intereses; sin embargo, cayó en saco roto y hemos llegado a esta triste situación.
De acuerdo con el Sindicato Agremiación de Futbolistas Profesionales (Safap), hasta los primeros días del 2012 los clubes le adeudaban US$3.89 millones del año pasado. De ese monto, las deudas de Universitario, Alianza, Sport Boys y Cienciano alcanzaban juntas los US$3.33 millones.
Pero las deudas mayores, como ya se ha conocido, son con la Sunat, deudas tributarias que se han ido acumulando año tras año. Así, actualmente el total de la deuda tributaria exigible alcanza S/.146 millones en el caso de Universitario; S/.26 millones, Alianza; S/.9.3 millones, Sport Boys y S/.2.3 millones, Cienciano. Y si juntamos las deudas de otros cinco equipos más el monto llega a S/.187.4 millones.
Y aunque la jefa de la Sunat, Tania Quispe, anunció en diciembre último una campaña para cobrar a los equipos de fútbol porque “todos tenemos que ser conscientes que hay que tributar”, entre la que consideraba embargos sobre los ingresos de la venta futura de jugadores, los montos aumentaron.
Según los diferentes especialistas que han emitido opiniones durante la semana, habría que acudir al procedimiento concursal ante el Indecopi. A partir de ello se instalaría una junta con todos los acreedores del club, los que decidirán si mantienen en marcha al club y logran un refinanciamiento de las deudas, o aprueban su disolución y liquidación. Así, un inversionista privado podría estar interesado en comprar las acreencias de la Sunat y tomar el control de los clubes.
¿El futuro del fútbol peruano depende de Tania Quispe? “Los límites a la arbitrariedad de los clubes deben venir desde fuera o desde dentro. Desde fuera, puede ser la Sunat o puede ser la misma FPF o las dos juntas para tener mejores resultados. Y desde dentro, los límites deben plantearse desde la transformación societaria que es necesaria en nuestro fútbol”, señala el abogado Elmer Arce.
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