El insomnio del perezoso: literatura, caucho y Amazonía
Miguel Donayre ha ido perfilándose como uno de los escritores más constantes y esmerados que tiene el movimiento literario de inspiración amazónica. Su trabajo ha estado siempre inmerso en la indagación de meandros internos del habitante de clase media loretana, así como la búsqueda de orígenes y respuestas a diversos tópicos de la historia de estos fastos, entre ellos el doloroso y cruel episodio de los crímenes contra indígenas durante el boom cauchero.
Anteriormente, ha publicado, Napoleón en la Floresta y Ocaso de los Delfines. Actual residente en España, ahora lanza, este 19 de abril en el Museo de Antropología de Madrid, una novela-trilogía titulada El insomnio del perezoso (Tierra Nueva Editores, 2012) que recopila sus tres últimos trabajos Estanque de ranas, Archipiélago de sierpes y El búho de Queen Garden Street
Para redondear un poco la expectativa por el libro, ha decidido abrir un blog llamado El Soul del Perezoso. La idea es que hasta el día de la presentación se cuelgue una crónica diaria en dicha bitácora virtual, comentando desde la voz del perezoso los fotos del libro, Epoca del caucho: imágenes del horror (también editada por Tierra Nueva y presentada en dicha fecha).
Gracias a Internet, pudimos conversar un poco con Donayre sobre este acontecimiento editorial. Aquí sus reflexiones:
Llegas con un lanzamiento editorial próximamente ¿En qué estará enfocado el objetivo de la publicación?
Es la publicación de la novela [trilogía] El insomnio del perezoso y del libro, Época del caucho: imágenes del horror. Ambas editadas por Tierra Nueva. Este último tiene como basa un archivo fotográfico de la época y ha sido apostillado por Percy Vílchez.
El insomnio del perezoso es un título bastante sugerente ¿Cuál es la trama?
La trilogía es la edición de las tres novelas que se publicaron, Estanque de ranas, Archipiélago de sierpes y El búho de Queen Garden Street [corregidas y aumentadas, como dicen los juristas]. Entre las tres hay un hilo conductor que es el período cauchero en la floresta desde el presente al ayer y al revés. Se muestra desde los matorrales otra perspectiva [lejos de los viajeros de paso] de lo que sucedió en el boom cauchero. En Estanque de ranas, la voz central es el testimonio del indígena civilizado contando las atrocidades en que estuvo envuelto. En Archipiélago de sierpes, son las peripecias de un joven periodistas al hurgar el poblado literario de Isla Grande, que constantemente niega su memoria y El búho de Queen Garden Street, son las malandanzas y mieles del exilio de un indígena Uitoto en Londres.
Además añadir, que me hace mucha ilusión que se vaya a presentar en Madrid, es la ciudad donde empecé a escribir esta trilogía.
¿Cómo has visto últimamente el desarrollo de la literatura histórica sobre temas vinculados con la época del caucho y los crímenes contra indígenas durante la época?
Curiosamente, la literatura amazónica y la mayoría de los escritores [y escritoras] de la floresta han permanecido agazapadas ante los horrores del caucho. Un silencio hasta cierto punto cómplice. Ni te digo, de la literatura peruana que todavía ha no metabolizado a la literatura de esa parte de Perú [piensan que es exótica, ágrafa, costumbrista. Lo que comentó Vargas Llosa sobre ella pesa como una losa], salvo los esfuerzos de nuestro Nobel con su última novela.
¿Crees que haya un público realmente sensible ya a las atrocidades que se cometieron en el Putumayo? ¿O más bien sientes que aún hay gente que se resiste a creerlo?
El escritor italiano Primo Levi escribió la Trilogía de Auschwitz [La tregua, Los hundidos y Los salvados], sobre lo que ocurrió en los campos de concentración en Auschwitz y sensibilizó, y sensibiliza, a mucha gente con lo ocurrido en el holocausto. Algo que no se debe olvidar. Aquí en España con el tema de la guerra civil se han escrito buenas novelas como, Soldados de Salamina de Javier Cercas, La noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina, La voz dormida de Dulce Chacón entre otras, que a través de historias nos iluminan para entender esos aciagos períodos. Es el poder de la literatura el de alumbrar esos momentos oscuros. Con el caucho pasó igual, trastocó a todos y era necesario recrear y reflexionar sobre lo que pasó. Que no sea un pasar de página. Es una aneurisma moral para los peruanos y peruanas que soslayamos negligentemente. En una de las partes [Estanque de ranas] de El insomnio del perezoso, un indígena confiesa sus atroces crímenes. Nos hemos embarrados todos pero no nos damos por aludidos.
Pero también es cierto lo que dices al final de tu pregunta, existe un grupo de negacionistas [como los que niegan el holocausto judío, es un grupo de opinión] que alegan que esto no ocurrió. Son los menos pero ahí están.
Has decidido abrir un blog para ir presentando información vinculada con el libro ¿de qué modo?, ¿cuál es el objetivo?
La idea del blog era para difundir, literariamente, lo que se van a presentar el 19 de abril de 2012 en Madrid. En una alianza con la red de redes. Me pareció, y no es nada desdeñable, el blog, como una herramienta adecuada para difundir un evento literario más aun en lo que está de por medio el caucho, la Amazonía y la literatura. Aliñan bien. La idea es que desde el 19 de marzo al 19 de abril se pueda colgar una crónica diaria en el blog como un cuaderno de bitácora de este viaje editorial.
¿Cómo ves la posibilidad de usar las nuevas tecnologías informativas para difundir proyectos como El insomnio del perezoso?
Me parece que las tecnologías deberían estar al servicio de las personas y no al revés. El blog es un buen instrumento para ello. Muy útil. Permite difundirlo a más personas.
¿Has pensado incursionar en la publicación virtual algún momento, en publicar exclusivamente a través de e-book?
No me lo he planteado. Pero la vida da muchos tumbos. Sin embargo, agrego, añoro el olor a las hojas del libro – es un acto por demás sublime. Necesito palparlo. Apuntar a lápiz en los márgenes de los libros. Me seduce como fetiche. Que sea tangible. Deliro. Es una suerte de objeto y marchamo del embrujo hacia los libros como le pasaba al personaje central de la novela de Orham Pamuk, El museo de la inocencia, él amontonaba las cosas de su amada.