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Periodismo y democracia en el Perú

Publicado: 2012-04-14

Veinte años después del autogolpe del ex presidente Alberto Fujimori, distinguidos personajes políticos, han recordado el episodio y lo han calificado como el principio de una década que ensombreció al Perú, quebró la institucionalidad e impuso la corrupción y el asesinato como normas de Estado.

Pero también hubo en aquellos dramáticos instantes, la protesta de los gremios, que previeron que se avecinaba una etapa de atropellos y destrucción de las instituciones. En primera línea estuvo la Federación de Periodistas del Perú (FPP), que nunca fue una organización silenciosa frente al autoritarismo y el abuso del poder.

Debemos recordar para que los peruanos no perdamos la memoria. Yo era presidente de la FPP. En la madrugada del lunes 6 recibí en mi casa una infausta sorpresa: ¡Fujimori ha dado un golpe de estado! Era increíble, pero, luego, los noticieros se encargaron de confirmarlo.

El Congreso se cerró cuando el dictador dispuso “disolver, disolver” y los congresistas, sitiados en sus domicilios por guardias militares armados como para la guerra, estaban inmovilizados. Los militares ingresaron en los periódicos y censuraron las ediciones. Una vez más, los peruanos sentían que ya no eran dueños de su opinión ni de su destino.

Convoqué al Comité Ejecutivo Nacional a una reunión de emergencia de rechazo a esta quiebra de la democracia y a ella concurrieron el vicepresidente, Bernardino Rodríguez Carpio; los secretarios de Organización, Pablo Riojas Bereche (+); de Actas, Amador Navarrete Canales; de Defensa, Ricardo Vásquez (+); de Disciplina, José Hermoza Anguerri; de Cultura, Óscar Vargas Romero; de Cooperativas, Manuel San Martín (+); del Interior, Luis Guerrero Uchuya; del Exterior, Guillermo Sendón (+); de Prensa, Pedro Arévalo; y el miembro de la Comisión de Patrimonio y Ética, Diógenes Puente de la Vega (+).

Horas después, el comité emitía un comunicado de severos términos que condenaba el golpe y formulaba, a pesar de todo, una invocación al Gobierno para que retome la vía democrática.

“La FPP, de acuerdo con su tradición democrática, expresa su más firme protesta por la quiebra del sistema democrático que el pueblo peruano conquistó en 1980, tras doce años de dictadura militar, y que se ha traducido hoy en el cierre inconstitucional del Parlamento Nacional”, decía el documento.

Añadía que la FPP “denuncia que efectivos militares han aplicado censura a diferentes medios de información en Lima; hecho que constituye un atropello contra la libertad de prensa y la libertad de expresión y ubica al país en un sistema de vida incompatible con el de una sociedad civilizada”.

Invocaba “a las instituciones internacionales de prensa y defensoras de los derechos civiles, a promover una corriente de opinión mundial a favor de la libertad de prensa en el Perú, la democracia como insustituible forma de gobierno y los derechos ciudadanos que la Organización de la Naciones Unidas y la Constitución del Perú consagran”.

El comunicado, fechado el 6 de abril de 1992,  no fue el único acto de resistencia. La FPP convocó a un Congreso Nacional Extraordinario, el cual se denominó César Vallejo, por la Paz, la Justicia y la Libertad y se realizó del 22 al 23 de abril.

La revista Primera Plana, órgano de la FPP, se sumó a la lucha por la democracia y publicó una enérgica protesta en su edición de mayo–junio de ese año. En suma, todo el periodismo peruano puso las armas de que disponía al servicio de la lucha por la democracia y los derechos civiles.


Escrito por

Frente Chachani

Periodista independiente


Publicado en

Misti Digital

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