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Martha Hildebrandt, la falsa intelectual

Publicado: 2012-04-25

...Los tuiteros  de todo el mundo tienen un motivo para enorgullecerse: Martha Hildebrandt los desprecia. O desprecia, al menos, la tecnología que usan y el lenguaje con el que se comunican cuando usan esa tecnología. Pero ya sabemos que entre despreciar el lenguaje de una persona y despreciar a la persona misma no hay una gran distancia; así que repito la primera idea: Martha Hildebrandt los desprecia.¿Por qué enorgullecerse de eso? Porque hay otras cosas que Martha Hildebrandt ha despreciado públicamente en las últimas décadas: la limpieza electoral, la democracia, a las culturas populares, a los grupos étnicos marginados, el lenguaje de los grupos étnicos marginados, a los pobres del Perú que no tienen dinero suficiente para costearse una educación. Y hay cosas que ha adorado y abrazado con pasión: autogolpes, cierres del Congreso, dictaduras, políticas homicidas, una visión autoritaria y jerárquica de la cultura, a un líder político encarcelado por crímenes contra la humanidad, etc."No puedo manejar ese lenguaje, ni quiero ni nunca he hecho el esfuerzo por conseguirlo", ha dicho Hildebrandt sobre el tema. Y esa parte de sus declaraciones no merecería una crítica si provinieran de otra persona. Pero provienen de una lingüista, es decir, de una persona que, se supone, está interesada en la comprensión de la naturaleza y el uso del lenguaje como parte del fenómeno humano. “Jamás aspiraré a entender eso [las redes sociales]", ha declarado, sin embargo.Y además lo dice en el contexto de una conversación sobre el estado de la educación en el Perú. Y no sé los demás pero a mí la impresión que me deja es que su aporte como lingüista a la educacón peruana, a través de declaraciones como ésta, consiste básicamente en dos cosas:1) Hacerle pensar a las personas que, si no usan el lenguaje como ella, entonces lo usan mal, lo cual es tan arbitrario como decir que los que no caminan como ella caminan mal o que los que no siguen sus modales de mesa no saben comer, pero que en el fondo es un intento de hacer creer que quienes no piensan como ella no saben pensar (porque en las versiones autoritarias del lenguaje, las formas "correctas" de expresarse corresponden a las formas "correctas" de pensar). Es una postura sin justificación, que convierte el lenguaje en un emblema de poder y convierte a la lingüista Hildebrandt en eso que durante años ha tratado de ser: el estándar contra el cual se deben medir todos los usos del español peruano.2) Hacerle pensar a las personas que un intelectual, por ejemplo un lingüista, puede congelar su objeto de estudio, parcelarlo y sacarlo de su contexto social o histórico, eliminar de él todos los accidentes que prefiere no ver, y decidir que no hará siquiera el intento de comprender los fenómenos que no le resultan simpáticos. Hildebrandt se presenta a sí misma en esas declaraciones como una lingüista que no tiene interés alguno en comprender cómo funciona el lenguaje, una vez que el lenguaje deja de tener la forma que a ella le parece más "respetable". ¿Cómo entender eso en el contexto de una declaración sobre la educación en el Perú? Fácil: es el ejemplo de un científico que no cree en la ciencia; el ejemplo de cómo ser un profesional mediocre y vivir orgulloso de serlo.Un ejemplo de cómo sí piensa un lingüista de verdad cuando se enfrenta al fenómeno de los usos dialectales comunes en las redes sociales (sobre todo en el Twitter) y en la práctica del text-messaging, lo pueden encontrar en "Talking with your Fingers", un artículo de John McWhorter en el New York Times, del que traduzco un párrafo pertinente:

"Las tecnologías de teclado, que nos permiten producir y recibir comunicaciones escritas con una velocidad sin precedentes, hacen posible algo desconocido para la humanidad hasta hoy: la conversación escrita. En este sentido, [los tweets] no son "escritura" en el sentido al que estamos acostumbrados. Son habla digital (habla con los dedos). La idea de que el correo electrónico y los mensajes de texto son "mala escritura" es análoga, así, a la idea de que los Rolling Stones producen "mala música" porque no usan violas. Noten que uno no puede hablar letras mayúsculas ni signos de puntuación. Si aceptamos que el correo electrónico y los mensajes de texto son una nueva manera de hablar, entonces su informalidad con asuntos de mayúsculas o minúsculas o con las comas no sólo es esperable sino que no es nada excepcional".
Podemos pensar eso, como piensa un lingüista que invierte un poco de tiempo en reflexionar sobre el asunto (o podemos pensar las cosas que piensan otros lingüistas que han estudiado el tema); o podemos hacer como la seudo-intelectual Martha Hildebrandt y simplemente despreciar todo el fenómeno y a toda la gente asociada con el fenómeno. Que un día seremos todos.(Los dos artículos que enlazo los conocí a través de Miguel Rodríguez Mondoñedo). ...


Escrito por

gustavofaveron

Gustavo Faverón Patriau (Perú). Estudié literatura y lingüística en la Universidad Católica del Perú y una maestría y un PhD en literaturas hispanas en Cornell University. He sido profesor en la Universidad Cayetano Heredia, Stanford University, Middlebury Col


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Gustavo Faverón

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