“¿A vos te pasa lo mismo que a mí?” Esta pregunta unió en la Plaza de Mayo a las primeras “Madres” detrás de un solo objetivo: conocer el paradero de sus hijos, a quienes les habían perdido el rastro. Hoy se cumplen 35 años desde que el jueves 30 de abril de 1977 un grupo de mujeres se hizo esa interrogante y se juntó en esta plaza de Buenos Aires con el propósito de conseguir algo para volver a ver a sus hijos.

Durante estos 35 años han denunciado lo que le sucedió a sus hijos durante la dictadura militar argentina, época en la que las garantías constitucionales eran escasas y cuando hasta existía el peligro de muerte. Arrestados, torturados o asesinados; estas mujeres viven solo pensando qué pudo ser de ellos y muchas murieron sin saberlo.

¿Qué ocurrió?

Eran épocas del gobierno militar de Jorge Rafael Videla, presidente de la junta militar de ese entonces. Hebe de Bonafini y Taty Almeida señalan que al principio la idea era escribir una carta a este para reclamarle noticias de los jóvenes desaparecidos.

Cuentan que la policía las obligó a caminar de a dos, momento en el que ni siquiera se habían puesto de acuerdo para usar los pañuelos, pero una de ellas sugirió utilizar los pañales de tela que habían usado sus niños, como un símbolo. Desde entonces, sus reclamos han continuado durante varios gobiernos y se han vuelto más intensos. Fue esta tarde en la que nació uno de los más fuertes organismos de derechos humanos argentinos, las mujeres de los pañuelos blancos, las Madres de la Plaza de Mayo.

En esta época, la dictadura atravesaba su etapa más sangrienta. Sin embargo, esto no hizo que el miedo cale en estas mujeres que cubrieron desde ese día con el ahora simbólico pañuelo blanco sus cabezas. “Muchos años fuimos invisibles en la Plaza. Pasaba la gente y no nos veía porque el terror se los impedía. Nos llamaron locas. Sin embargo, sostuvimos la lucha y soportamos todas las inclemencias”, rememoró una de las mujeres argentinas.

Fecha histórica, fractura ideológica

El 30 de abril marcó el inicio de una búsqueda que continúa y lleva décadas. Historia conformada con testimonios de mujeres, como el de De Bonafini quien vio cómo a dos de sus hijos y su nuera se los llevaron los servicios de seguridad. Nunca más supo de ellos.

Sin embargo, en 1986, cuando ya no existía dictadura militar en el país rioplatense y Raúl Alfonsín era el presidente, hubo una fractura ideológica de manera irreversible: las Madres de Plaza de Mayo se separaban.

De Bonafini se quedó liderando la Asociación de Madre de Plaza de Mayo y las otras madres se agruparon bajo la organización de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, a la que ahora pertenece Almeida.

¿Qué llevó a la separación?

El planteamiento de buscar o no buscar a los hijos despojados por el gobierno militar de Videla o grupos armados fue una de las diferencias principales. Para una de las organizaciones era necesario apoyar la búsqueda, en cambio para la otra había que pensar como colectivo y no individualizar cada caso. "Si hay madres para las que es importante que les devuelvan un cuerpo y enterrarlo, allá ellas. No se lo prohibimos", afirmó De Bonafini. Almeida en cambio tiene una visión contraria desde el sector de madres que se separó hace 26 años. "La opinión de la señora De Bonafini es muy respetable, pero nosotras queremos encontrar los restos", asevera.

Esta diferencia ha significado que la Asociación de De Bonafini rechace las tareas del Equipo Argentino de Antropología Forense, mientras que la Línea Fundadora elogia su trabajo.

El pañuelo en la cabeza es el símbolo de las madres. No obstante, también existe una diferencia en estas dos organizaciones. Los de la Línea Fundadora lleva en cada uno el nombre de sus hijos. Ellas declaran que piden por los 30 mil desaparecidos pero es "importante que cada uno tenga nombre y apellido", dice Almeida, a quien le arrebataron su hijo Alejandro,  una de las numerosas víctimas de la violencia política entre mediados de los años setenta y principios de los ochenta.

Más allá de sus diferencias, el número de años que vienen luchando es importante, y ellas consideran que no ha sido en vano. "Lo volveríamos a hacer, nos llevaron a nuestros hijos", dice Almeida.  Treinta y cinco años luchando por las 30 mil personas desaparecidas que, según organismos de derechos humanos, fueron asesinadas por grupos armados de extrema derecha o la junta militar de Videla. Madres de Plaza de Mayo, han tenido una evolución en su reclamo pero la esencia es la misma: justicia para la inocencia de sus seres queridos.

Admitió asesinatos

Cabe mencionar que el ex dictador Jorge Videla hace unos días admitió por primera vez que durante la última dictadura militar argentina asesinó a "siete u ocho mil personas". El ex represor, condenando a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, declaró que los cuerpos asesinados fueron desaparecidos "para no provocar protestas dentro y fuera del país".