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El trabajo invisible de las mujeres rurales y su aporte económico y social

Publicado: 2012-05-01

Por: Lidia Sihuacollo[1] / Militante de Constructores Perú

Diversos estudios dan cuenta de la masiva incorporación de las mujeres al trabajo remunerado y sus efectos positivos en el empoderamiento y el desarrollo de su autonomía. Sin embargo, existen aún patrones de desigualdad y discriminación de género en el trabajo, expresadas especialmente en las diferencias salariales y peor aún en el reconocimiento del aporte de las mujeres en el hogar, en el campo y en la sociedad, por su trabajo no remunerado.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) las mujeres extienden su trabajo, en promedio, hasta más de doce horas diarias, tiempo en el que desarrollan variadas actividades no remuneradas tales como cuidado de la huerta y animales, recolección, procesamiento y cocina de alimentos, cuidado y educación de los niños y el cuidado de personas mayores. Estas labores no son  reconocidas como trabajo “productivo”. Invisibilizando el trabajo no remunerado que realizan las miles de mujeres en el hogar, en el campo y la comunidad, siendo esta otra forma de discriminación de género, El factor explicativo de la discriminación es la desigual división sexual del trabajo que afecta a las mujeres. Comúnmente no se suele reconocer la discriminación que sufren, esta discriminación es doble o triple si es indígena, campesina, rural y pobre.

La (FAO), señala que en América Latina y el Caribe la población rural asciende a 121 millones de personas, lo que corresponde al 20% del total de la población. De este total, el 48% son mujeres (58 millones). Siendo la agricultura la principal actividad de la población rural en la mayoría de los países de la región. La (FAO, 2012) señala que las mujeres aportan en promedio, el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. El mayor aporte de ingreso económico de las mujeres rurales a los hogares agrícolas se manifiesta en los países de Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia. Países donde, desde el punto de vista del empleo, las mujeres se desempeñan como trabajadoras agrícolas. Además, en dichos países, la mayoría de las mujeres son trabajadoras agrícolas en la categoría de familiares no remuneradas. Si se valorara su aporte en ingresos, aumentaría su participación económica en el hogar y en el país. (UNIFEM, 2010) señala que en los países de la región Bolivia, Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, México, Brasil, Perú y Paraguay, existen mayores aportes de las mujeres en los hogares rurales no pobres, estableciéndose que su contribución es clave en la subsistencia de sus familias, la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de la región y por tanto a la disminución de la pobreza.

Sin embargo esta desvalorización o falta de reconocimiento no es otra cosa que la producción de bienes y servicios en el hogar, que las cuentas nacionales no contabilizan, y las estadísticas visibilizan escasamente.  A pesar de que los gobiernos reconocieron en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995) que las mujeres contribuyen decisivamente a la economía y luchan para combatir la pobreza “ya sea con el trabajo remunerado o con las labores no remuneradas que realizan en el hogar, la comunidad o el lugar de trabajo”.

La invisibilización económica de estas actividades es uno de los elementos que perpetúan las relaciones económicas y de poder que subyacen a las desigualdades de género. La Organización Panamericana de la Salud (2008) señala que la falta de reconocimiento del trabajo no remunerado dentro de las cuentas nacionales repercute negativamente sobre la igualdad de género en el nivel macro de la economía, debido a la importancia de estas cuentas como instrumentos para la formulación de políticas. En efecto, las cuentas nacionales cuantifican todas las áreas que se definen como parte de la economía nacional y, sobre esta base, se analizan la situación actual y las tendencias de la economía, se interpretan las dinámicas económicas, se hacen proyecciones sobre posibles efectos de cambios económicos o de política, y se toman decisiones respecto a asignación de recursos. No reconocer el valor económico del trabajo no remunerado equivale a considerarlas como “no productoras”, “inactivas”, “no ocupadas” y fuera del ciclo económico.  Por tanto se debe reconocer que la invisibilidad de esos aportes afecta adversamente a la justicia de distribución de recursos, beneficios y compensaciones derivados de esa producción. Como señalan Sudhir Anand y Amartya Sen, 1995 se debe “... examinar la situación de ventaja o desventaja de mujeres y hombres, (porque) es esencial analizar para cada sexo, el contraste entre esfuerzos y compensaciones. Este contraste es esencial para una mejor comprensión de la injusticia de género en el mundo contemporáneo…”.

Por ello para facilitar la formulación de políticas públicas es necesario desarrollar métodos que permitan cuantificar y valorar la contribución económica del trabajo no remunerado de las mujeres en el hogar, la agricultura, la producción de alimentos, la reproducción y la labor comunitaria; y diseñar indicadores de género que permitan dimensionar estos aportes en relación al producto interno bruto (PIB) de nuestras economías y al desarrollo de nuestros países.

Fuentes:

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO. “El estado mundial de la agricultura y la alimentación. 2010 -2011.

Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer – UNIFEM: “Aporte de ingreso económico de las mujeres rurales a sus hogares” Chile, 2010.

Las Mujeres en la Agricultura: Cerrar la brecha de género en aras del desarrollo.

http://www.fao.org/docrep/013/i2050s/i2050s.pdf

Organización Panamericana de la Salud. La economía invisible y las desigualdades de género. La importancia de medir y valorar el trabajo no remunerado. Washington, D.C. 2008.

http://www.paho.org/Spanish/ad/ge/Desigualdad_genero.pdf

[1] Magister en Políticas Publicas Flacso – México, Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de san Marcos. Miembro del partido Constructores Perú.


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