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Escritor peruano Renato Cisneros. (Foto:CMS).

Entrevista a Renato Cisneros

Publicado: 2012-05-01

El poeta y narrador Renato Cisneros ha publicado un nuevo libro. Se trata de Raro (Alfaguara, 2012), una novela con la que culmina un ciclo narrativo que tuvo a la internet como laboratorio creativo. Las cómodas instalaciones del San Antonio de Miraflores fueron el escenario de una grata charla sobre esta nueva aventura literaria.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

–Este libro se origina, al igual que tus dos libros anteriores, en internet…

Con este libro estoy cerrando algo que podría denominar como una trilogía involuntaria, porque con los dos libros anteriores, Busco novia y Nunca confíes en mí, el proceso fue bien parecido: escribirlas para internet y luego publicarlas como libro. Pero la diferencia con Raro es que, para empezar, este libro es un esfuerzo de ficción. Todo lo que he escrito antes ha tenido como punto de partida la anécdota personal o una historia que siendo cierta se iba condimentando de ficción para ser más literaria. Con Raro es todo lo contrario, es un universo imaginario. A los personajes no les podría atribuir una relación con alguien real. Y aunque la biografía siempre se esté metiendo es sobre todo un trabajo de ficción.

–¿Cómo surge la historia de Raro?

Un día con Alfonso conversábamos y nos planteábamos la idea de hacer otra cosa juntos. Y yo tenía ganas de escribir sobre un personaje que estuviera en crisis, que tratara de resolverla, pero el hecho de querer resolverla no significara absolutamente nada. Porque siempre se tiende a creer que por esforzarte en determinadas cosas, las vas a conseguir. A mí me gustaba tener una mirada más escéptica, y pensar que a veces aunque uno se esfuerce en salir del atolladero, eso no garantiza nada. Quería a un pata de 25 años, envuelto en una serie de crisis sentimentales, vocacionales, familiares. Y lo escribí por capítulos, los colgaba en mi web y Alfonso dibujaba.  

–¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿Tenías la estructura definida antes de escribirla o fue formándose durante el proceso?

Tenía el argumento. Sabía más o menos cuales eran los cinco eventos importantes que quería que le ocurriesen al personaje. Y lo que se fue resolviendo en el momento fueron escenas o diálogos que sirven para complementar esas grandes escenas. Pero tenía el esqueleto dibujado en la cabeza. Lo que no sabía era cómo algunos personajes iban a ir evolucionando. Pero sí había mucho más estructura al momento de sentarme a escribir que incertidumbre.

–Otro personaje clave en la novela es Sebastián, un tipo que aparentemente la tiene toda clara; pero en realidad no es así…

Es un sujeto que parece tener dominio de su escena, que tiene una mirada cínica de las cosas y que parece no tener fisuras. Y sin embargo en un momento de la novela se descascara y muestra su lado más patético. El tipo en realidad se reinventa un poco para no parecer lo que en realidad es: un perdedor, un director mediocre que sublima sus propias limitaciones a través de esta amistad con Raro. Y empujarlo a escribir es una manera, también, de corregir el talento que él no tiene para ser consecuente. Hace películas, pero no tiene un sello de autor. Pero a Raro le funciona él, porque cree en él. Y creo que en un momento de tu vida alguien crea en ti más que tú mismo, porque eso te llena de una fe y una energía que son vitales para aquello que vas a hacer. Y más si vas a hacer un trabajo creativo.

–Este personaje te sirve como contrapunto para el protagonista, Raro…

Yo creo que allí hay como un juego de espejos. Parecen distintos, pero son muy parecidos. Igual que el personaje. Se llama Raro, pero no es que sea un freak y no le pasan cosas raras en realidad. Pero siente que no encaja, siente que no encuentra su lugar en el mundo. Siente que la carrera de derecho no es lo suyo, siente que en la casa de sus padres es un foráneo y siente que su novia lo ha tratado mal y él no se lo merecía.

–Situaciones que no son para nada raras; al contrario, son bastante comunes…

Claro, y eso le pasa a todo el mundo. La particularidad es que esas crisis coinciden, son simultáneas, y gatillan en él esta necesidad de hacer algo al respecto. Me da un poco de risa cuando la gente leía el título: muchos pensaban que era raro a la manera de un desclasado, un marginal, un freak, emo, envuelto en drogas. Y otros pensaban que era raro por la rareza con la que uno a veces se refiere a lo gay. Pero su rareza no está hecha de extravagancia. La idea de la novela es que el lector sepa advertir en sí mismo cuáles son esos momentos en que se siente fuera de foco.

–¿Y la poesía?

Uno puede decir: me voy a embarcar en este proyecto narrativo, tengo esta historia, quiero dedicarle este tiempo, y puedes esmerarte en adquirir los recursos, las técnicas, los referentes para construir algo sólido, y finalmente hay una decisión de hacerlo. Con la poesía siento que no es tan fácil decir cuándo vas a escribir poesía. Depende más de ella que de ti. Y tiene que haber una serie de condiciones muy particulares para que uno esté en ánimo y con la actitud poética. Y yo siento que en este momento estamos distanciados la poesía y yo.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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