(EFE).- Feng Jianmei, que fue obligada por las autoridades de su país a abortar cuando tenía siete meses de embarazo, porque violó la política del hijo único implantada en 1979, será indemnizada con 11 mil dólares, así lo informó su abogado, Zhang Kai.

Kai, comentó también que, la cantidad fue pactada en un acuerdo extrajudicial entre la familia y el Gobierno condal de Zenjia. El acuerdo contempla que "ninguna de las dos partes volverá a formular ninguna queja sobre lo sucedido". Según ha declarado a la prensa local el marido de Feng, Deng Jiyuan, han aceptado del dinero "para poder volver a la vida normal".

El pasado 2 de junio, las autoridades chinas sacaron a Feng de su domicilio, con los ojos vendados, la obligaron a firmar un documento y le inyectaron un medicamento para que abortara.

A finales de los años setenta, el gobierno chino impuso la política del hijo único, para controlar su población, que ya supera los 1.350 millones de habitantes. Desde entonces, las familias urbanas solo pueden tener un hijo, a diferencia de las rurales, a las que se les permite tener dos, si el primero es una niña.