(EFE).- El ministerio del Interior de Arabia Saudí advirtió hoy que expulsará a los residentes extranjeros que coman o beban en público durante el mes de ayuno musulmán de ramadán, que comenzó hoy en la mayoría de los países árabes.

En un comunicado, el ministerio subraya que "el incumplimiento de esta disposición expone al infractor a la expulsión del país", y recordó que "los contratos laborales del residente extranjero le obliga a respetar la religión islámica, y especialmente el ayuno durante el bendito mes de ramadán".

En ese sentido, aconsejó a los no musulmanes no comer, beber o fumar en lugares públicos, en las calles o en sus puestos de trabajo.

Por último, el ministerio del Interior expresa en la nota su esperanza de que todos los extranjeros cumplan con la ordenanza, porque si no las autoridades rescindirán sus contratos y los echarán del país.

Las autoridades de Arabia Saudí, que se rige por una estricta aplicación de la "sharía" o ley islámica, lanzan este aviso todos los años al comienzo del mes de ayuno, el noveno del calendario musulmán.

Durante el ramadán, los fieles tienen que abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales desde el alba hasta el ocaso.

Su carácter sagrado se debe a que fue en este mes cuando, según la tradición, el profeta Mahoma recibió la revelación del Corán.

Al ser uno de los cinco pilares del Islám -junto a la oración cinco veces al día, la profesión de fe, la limosna y la peregrinación a La Meca una vez en la vida-, el ramadán lo debe cumplir todo musulmán excepto las mujeres embarazadas, los enfermos, los niños y los viajeros.