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Clan Quispe Palomino. La expansión a Atalaya y Loreto

Publicado: 2012-07-26

La organización del clan de los hermanos Quispe Palomino no está -como muchos creen- solo en el Valle del Rio Apurímac y Ene (VRAE) o en el entorno andino inmediato que rodea a esta gran cuenca. Eso es una parte de la verdad. Esta organización armada, que se desprendió de una de las facciones, la corriente Proseguir, en el que se dividió SL a fines de 1993, esta –desde el 2005, pero con más fuerza del 2008- en proceso de expansión. Actualmente ¿hasta dónde han llegado a expandirse? Aunque nos cueste aceptarlo, esta organización ha logrado expandirse a nuevas zonas donde antes no tuvo presencia o donde su presencia fue epidérmica y fugaz. En este artículo daremos a conocer las nuevas zonas de expansión de este clan armado en las regiones de Ucayali y Loreto.

Atalaya y la Triple Frontera: ruta histórica de la droga

Desde hace, más o menos, tres décadas, la ciudad de Atalaya, capital de la provincia del mismo nombre, en la región Ucayali, es una ruta fluvial de la droga del VRAE hacia la triple frontera: Perú: Colombia y Brasil. Históricamente se puede distinguir dos momentos: el primero, en la década de  los 80, y partes de los 90, a contrapelo que se privilegió él envió de la droga en avionetas a través de pistas clandestinas,  muchos  traqueteros  sacaban –en ambas décadas- sus cargas de PBC por esta ruta hacia Leticia, Colombia. Eso era así porque, en ese periodo, los carteles colombianos eran los compradores de la pasta peruana para refinarla en su territorio y posteriormente incorporarlo a los EEUU.

La ruta fluvial para llegar a Leticia/Colombia, que los narcotraficantes usaban, eran dos: por un lado, los ríos Apurimac-Ene y Rio Tambo y, de otro, el rio Urubamba. Después de estos dos ríos, las cargas de droga continuaban por el rio Ucayali, formado por ríos Tambo y Urubamba, hasta llegar al rio Amazonas, que surge de la confluencia de los ríos Ucayali y Marañón. Por el rio Amazonas, los traqueteros iban rumbo a la triple frontera. Era una travesía que duraba –y sigue durando- varias semanas de viaje. En la frontera colombiana unos entregaban las cargas de droga a algún contacto en el lado peruano y, otros, ingresaban a Leticia para entregar la droga.

En ese sentido, estas rutas son antiguas y, por esa razón, bastante conocidos por los narcotraficantes. Estas eran utilizados, pese al tiempo y el esfuerzo de la travesía, por los traqueteros porque estaban libres de cualquier tipo de control antidrogas Tras el retiro de los carteles del Perú, entre fines de 1995 hasta fines de 1998, sin bien esa esa ruta no dejo de usarse, sin embargo, se redujo sustancialmente su uso. Muy pocos traqueteros surcaban las aguas de los ríos aludidos llevando droga hasta la triple frontera.

El segundo momento empieza desde 1999 y, más exactamente, del 2000 hacia adelante. En efecto, entre el 2000 al 2003, los traqueteros y “mochileros” empezaron a utilizar con mayor frecuencia  estas rutas. Pero, a diferencia de los 80 y 90, las cargas de droga no se dirigían a Leticia sino a Tabatinga, Brasil. Existe, pues, una línea de continuidad del uso de estas rutas pero una reorientación del destino de las cargas de PBC y cocaína. La causa de ese cambio: Brasil se ha convertido en un gran consumidor de cocaína y es, además, ruta de la droga hacia Europa.

2004, el inicio de la expansión a Atalaya

Es, más o menos, desde el año 2004, en un contexto de mayor uso de estas rutas fluvial por los traqueteros y mochileros, que empiezan a discurrir miembros de la organización de los hermanos Quispe Palomino hasta Atalaya  ¿Qué hacían los miembros del Clan Quispe Palomino recorriendo estas rutas, inicialmente el rio Tambo, hasta Atalaya? La respuesta es muy simple: la columnas transportaban cargamentos de droga de diversas firmas y, en menor proporción, su propia producción.

Desde ese año hasta el 2010, según diversas fuentes de campo consultadas confirman que esta organización empezó a llegar hasta Atalaya como “mochileros” o simples “traqueteros” que transportaban droga. En otras palabras, que en todo este tiempo los miembros de este clan se han movido por esa zona con perfil bajo, es decir sin realizar ataques y/o emboscadas a policías y militares y sin mostrarse como columna armada. Era, pues, una expansión silenciosa e invisible. Eso cambiara  poco después.

2011: incursiones y visibilización en Atalaya

En efecto, el mes de enero de este año, los días 25 y 26, una columna armada de unos 20 hombres fue vista en caseríos cercanos a la ciudad de Atalaya. Esta información, obtenida tanto de fuentes abiertas y cerradas, develo la presencia de esta organización por esa provincia de Ucayali. Sin embargo, esa única información no era suficiente para afirmar que esta organización ya se encontraba en esta zona. Eran necesarias más evidencias.

Después de tres meses, el mes de mayo, se hizo más visible la presencia de columnas armadas en esta provincia. Dos hechos concretos lo confirmaron. Por un lado, el sábado 5 de mayo, a horas 7 pm, una columna armada de unos 15 a 20 hombres, atravesó por el caserío de San Pedro, en el distrito de Sepagua, perteneciente esa provincia. Este avistamiento genero miedo y zozobra en la población de este distrito. Por esa noche, no se apagó el motor que proporciona luz pública y domestica a la población y las autoridades cambiaron de ubicación pues corrió el rumor que la columna armada iba a “secuestrar2 autoridades.

Posteriormente, el lunes 14 de mayo, otra columna armada de 15 a 20 hombres armados ingreso cerca de la ciudad de a Tahuania, otro distrito de Atalaya. Según información de comunicadores locales, algunos de los miembros de la columna usaban pasamontaña. En esta zona, al igual que en Sepahua, la columna no ingreso a la ciudad capital, pero suscito mucho temor en la población y desplazamiento de las autoridades políticas. También hubo información de la población del distrito de Yurua había visto una columna armada. Eso no se confirmó fehacientemente.

Es, pues, desde hace unos seis meses, que esta organización ha “visibilizado” su presencia en la provincia de Atalaya. Pero, la presencia de miembros del clan Quispe Palomino en esta zona –como lo señalamos previamente- no es producto de la “generación espontánea” o que recién han llegado allí. No es así. Su “visibilización” esporádica es, más bien, la expresión de que esta organización ha logrado controlar las dos rutas fluviales de la droga que pasan por Atalaya y se dirigen hacia la triple frontera y, por otras rutas, hacia Brasil

La llegada a Loreto: Contamana y Nauta

Casi en paralelo cronológico, miembros del clan Quispe Palomino aparecieron en Contamana, capital de la provincia de Ucayali, Loreto. En efecto, según el testimonio de una pobladora de la zona, un grupo apareció el viernes 11 de mayo, dos días antes del día de la madre. ”A Contamana llegaron el viernes, antes del día de la madre. Llegaron en dos botes rápidos y se alojaron en el varadero de TIPISHCA, al frente de la ciudad de Contamana. Y en la noche del sábado, estuvieron en Contamana”  afirmo. Y, como para no dejar dudas de quienes son, señalo: “tenían mucho dinero y estaban armados”.

Del testimonio queda claro que, entre el viernes 11 y sábado 12 de mayo, un grupo de 20 a 22 hombres (en cada bote entran 12 personas) del clan Quispe Palomino estuvieron tranquilamente y sin levantar sospechas en la capital de la provincia de Contamana. Eso no es todo. La pobladora señalo algo más: “él lunes, en la madrugada, se fueron a Pampa Hermosa, otro distrito de Contamana. Subieron por el rio Cushabatay y luego por el rio Pauya, por allí se van a Picota, por el poblado de Nuevo Loreto”.  Eso quiere decir que Pampa Hermosa, aparte de ser una de las zonas de mayor producción de cultivos de coca de esta provincia, sería una ruta de la droga.

La pobladora nos amplía el área en que se movió otra parte de la columna armada que llego el viernes 11 de mayo: “a otro grupo lo vieron comuneros que llegaron aquí (a Contamana) por Tierra Blanca, que pertenece al distrito de Sarayacu donde hay mucha droga. Están armados dicen”. Y luego nos da otra posible zona donde habría presencia de las columnas del VRAE: “Aquí se escucha que en Santa Rosa de Rouboya y Pahoyan, que pertenecen al distrito de Padre Márquez, hay columnas de SL. El camino sale en Nuevo Requena y de ahí cruzan el rio y van al Brasil.

Así, pues, entre el 11, 12, 13 y 14 de mayo pasado, una columna armada de un número importante del clan Quispe Palomino estuvo entre la misma ciudad de Contamana y los distritos de Pampa Hermosa y Sarayacu. Y ¿desde cuándo esta organización armada está presente en Contamana? La respuesta también nos lo proporciona nuestra fuente: “Creo que En el distrito de Padre Márquez están hace tres meses o dos meses. Y en Pampa Hermosa -Rio Cushabatay, lo que yo sé, hace  días. No sé si antes estuvieron”.

Y para estar más seguros de que se trata de la gente de “José”, nuestra fuente nos da hasta los rasgos étnicos de estos: Le vemos como serranitos y nativos ashánincas. El loretano es diferente”. En efecto, la composición del Clan Quispe Palomino está constituido estructuralmente por dos grupos diferenciados: los de procedencia ayacuchana, que incluye a los tres hermanos Quispe Palomino y los ashánincas que, en los años 90, fueron arrancados de sus comunidades matrices del Valle del Rio Ene.

Algo más. A fines de ese mismo mes, el martes 29 de mayo, varios pobladores vieron una columna armada de unos 20 hombres con armas modernas (Galil, Fal), en un lugar denominado Aguas Caliente. Redondeando: las columnas armadas-traqueteros del clan Quispe Palomino están en las zonas de mayor producción de coca y droga de la provincia de Contamana, desde los meses de febrero o marzo de este año, es decir, entre cinco a cuatro meses. Su expansión e inserción en esta zona de Loreto es, todavía, reciente. Sin embargo, al parecer esta expansión no es lenta.

Así es. Hace pocos días, el jueves 19 de julio pasado, dos personas del caserío Nueva York, aguas arriba del Nauta, distrito a 100 km de Iquitos, capital de la región, denunciaron que –desde hace dos semanas atrás- todas las noches salía del monte un grupo de alrededor de 20 hombres armados y encapuchados que llegaban a su comunidad. Esta insólita e inusitada presencia de este grupo armado, como no podía ser de otra manera, genero miedo y zozobra en la población de este caserío.

Pero, lo más grave no fue eso. Lo delicado de esta denuncia pública (lo hizo en dos radios de Iquitos) fue lo que dijo el Teniente gobernador de este caserío, José Luis Chapiama. ¿Qué dijo esta autoridad política? En ambas emisoras, narro que un día los hombres armados que se mueven por su caserío, lo encontraron en una cocha donde estaba pescando, y lo agarraron por la fuerza y le dijeron que –por ser autoridad del gobierno- no comunique a sus superiores ni a nadie sobre ellos. No satisfechos con eso, le amenazaron de muerte si denunciaba o informaba de su presencia en la zona. En lo que coincidieron ambos denunciantes fue en señalar que se trataba de “sendero”.

Avanzando en la cadena narco y vendiendo droga a Brasil

En consecuencia, la organización armada de “José”, no sabemos a cargo de que mando, ya se encuentra en el eje de Contamana y Nauta, de la región Loreto. Es muy probable que ya hayan llegado al bajo Amazonas y la triple frontera. En ese sentido, seguramente deben estar merodeando las zonas cocaleras y producción de PBC y cocaína de la provincia de Ramón Castilla, frontera con el Brasil. De Atalaya se expandieron a esta nueva zona. Eso se infiere de lo que nos dijo la pobladora: “dice que son de Atalaya, pero creo que son del VRAE”.

En conclusión, integrando todos los elementos aludidos, los  hechos muestran que la organización armada de los hermanos Quispe Palomino no solo controla el tráfico de drogas y la entrega de las cargas de droga del VRAE a las firmas de narcotráfico que operan en Atalaya, sino también que han logrado extenderse a la región Loreto, particularmente a Contamana y áreas del distrito de Nauta. Es altamente probable que desde estas zonas, particularmente por el distrito de Padre Márquez y desde el caserío Nueva York, estén entregando cargamentos de drogas en la frontera de Brasil.

Han llegado, pues, más lejos de lo que muchos suponían. Es obvio que no están expandiendo su “guerra popular democrática” ni la “resistencia nacional antiimperialista yanqui”. Creer eso sería una ingenuidad y una gran miopía. Más bien, su expansión a estas zonas revela su crecimiento como firma del narcotráfico, así como su ensamblaje y alianzas con otras más grandes y antiguas. Una hipótesis es que su objetivo de mediano plazo sea controlar el tráfico de drogas y una parte del acopio (compra) de la droga de la región Loreto, donde los cultivos de coca crecieron en un 90 % entre el 2009 y 2010, es decir de 1,666 a 3, 169 hectáreas, como lo hacen en el VRAE.

Esos si, a contrapelo de las veces que han sido vistos, es necesario destacar que, tanto en Atalaya/Ucayali como en las dos zonas de Loreto donde se encuentran, se han caracterizado por el perfil bajo y no realizar emboscadas a policías ni militares como si lo hacen en el VRAE. Es una expansión anónima y silenciosa en curso. Esto confirma el interés preferente de este clan familiar por avanzar en la cadena empresarial del narcotráfico y, como parte de ella, del control de las rutas de la droga. Frenemos su expansión.


Escrito por

Jaime Antezana

Investigador.


Publicado en

Blog de Jaime Antezana

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