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CÁNCER: Imput para reformar la salud

Publicado: 2012-08-01

Acaso sin proponérselo, el presidente Ollanta Humala ha abierto la posibilidad de avanzar hacia una de las reformas clave para el desarrollo social y económico del país: la de la salud. El ofrecimiento del “seguro oncológico gratuito” es el imput que la salud pública requería para evidenciar que sin un sistema sanitario acorde a las demandas de la población, la inclusión nunca será integral.

Este compromiso asumido por el gobierno además debilita la creencia de que sólo deben acceder a determinados servicios aquellos que pueden pagarlos en el mercado, y marca una tendencia hacia la lógica universal (para todos) e integral (prevención, detección, tratamiento y rehabilitación de ser el caso) en el acceso a salud. Además desnuda el absurdo de entregar la protección social frente al cáncer únicamente a los seguros privados, tal y como se buscó promover hace poco, pretendiendo además recortar los recursos a ESSALUD.

Universalización vs focalización

Hablando de ESSALUD, la sensación que viene quedando en la opinión pública es que en el país no existe protección integral frente al cáncer. Lo cierto es que con todas las limitaciones que conocemos, ESSALUD brinda esta protección desde hace décadas (la mitad del Rebagliati atiende casos de cáncer). Esta constatación permite ir al debate central: el de la lógica que se aplicará para avanzar en la cobertura de salud (del cáncer) de la población de todo el país.

¿Se fortalecerá la perspectiva economicista en la que la focalización es fin y medio manteniendo la diferenciación social (pobres y no pobres) en el reconocimiento de derechos, o avanzaremos en el cumplimiento de las obligaciones del Estado en cuanto a servicios universales de salud? En esa disyuntiva, es claro que destinar 100 millones de soles el 2011 y 400 millones el 2013 como ha anunciado la ministra, casi duplicando el presupuesto del SIS, rompe el esquema focalizado para avanzar en la universalización.

Los noventas acabaron

Como sostienen diversos enfoques, el país atraviesa por una serie de cambios económicos y sociales acelerados, que entre otras situaciones se expresan en contar con más recursos fiscales para atender las demandas de la población. En las dos últimas décadas la escases de recursos pudo acaso justificar una lógica ultra restrictiva para la inversión en la gente, vía la focalización del gasto; hoy que no estamos en 1992, los cambios sociales obligan a que el país supere esa lógica y avance hacia la única que posibilitará una cohesión real: la universalización de los derechos básicos como la salud.

Eso cuesta, obvio, y mucho; pero como se ha visto, la decisión política está dada, y se expresa en la casi duplicación del presupuesto del SIS de un año a otro para atacar la inequidad (hoy es 560 millones para 12 millones de afiliados, mientras que las EPS cuentan con casi 900 millones para 800 mil afiliados). El Fondo Intangible Solidario en Salud (FISSAL), que se encuentra adscrito al SIS, será quien deba gestionar esta enrome inyección presupuestal (en los años previos a tenido un presupuesto de menos de 5 millones anuales). No existe la necesidad de crear ningún otro seguro independiente, ya que esta es la oportunidad para transformar al SIS de agente de rembolso a un seguro de salud, como su nombre lo indica.

Privados e INEN transparente

Se señala que los servicios del MINSA no están en la capacidad de brindar las atenciones necesarias para las personas con cáncer afiliadas al SIS. Efectivamente, las limitaciones del sector son conocidas, pero ello abre otra ventana de oportunidad para incorporar en esta obligación estatal el concurso de los actores privados de salud (o de fórmulas innovadoras como los Hospitales de Solidaridad); no entregándoles la gestión de los fondos del seguro (eso sería perder mucho dinero ya que las aseguradoras buscan una elevada utilidad), sino contratando bajo condiciones y regulaciones favorables a los pacientes, los servicios que se requieran; además MINSA y ESSALUD ahora sí deberán avanzar juntos de forma coherente.

El INEN, en este contexto, debe ser transparente; lo cual significa ponerse al servicio de la población antes que de otros intereses. El MINSA ahora tiene la legitimidad necesaria para resolver los posibles entrampamientos y relaciones extrañas que se puedan estar produciendo en esta OPD; son de conocimiento público las denuncias y presuntas irregularidades que se dan en esta institución, que un grupo de funcionarios en relación directa con un ex jefe institucional habrían cometido.

Significado: avanzar

Algunos han criticado que se enfoque sólo la protección social del cáncer cuando existen centenas de patologías atendibles; ese no es el problema hoy. El asunto es que la voluntad presidencial y del gobierno ha colocado una Pica en Flandes, que rompe la irresponsabilidad estatal camuflada en la eterna focalización, y transita hacia el cumplimiento de sus responsabilidades. Esa es la forma en la que hay que observar y utilizar esta oportunidad, los que asumimos a la salud como un derecho humano. Podremos observar ahora como se dibuja una línea divisoria entre los que buscan el ejercicio del derecho a la salud, y los que defienden que en el acceso a la salud lo que defina su alcance sea el lucro privado.

Clases medias a la deriva

El problema de la salud no se resuelve con que el Estado asuma su responsabilidad sólo con los pobres del país; los derechos cuando son universales implican a todos. Teniendo en cuenta que cada vez habrá menos afiliados al SIS porque cada vez habrá menos pobres, las capas medias excluidas de la seguridad social en salud y del SIS (un tercio del país), se convierten en un apetecible bocado para las aseguradoras privadas.

En todo caso habrá quienes opten por contratar un seguro privado; pero eso no es excusa para que el Estado deje de extender la cobertura del cáncer y de las demás necesidades en salud buscando llegar al total de la población, para así conformar un sistema en el que los seguros y servicios privados, que con todo derecho se desarrollan, sean complementarios y no alternativos al Sistema Nacional de Salud.

El gobierno no tiene opción de fallar, ya que se ha comprometido en un asunto altamente sensible. El MINSA está en la capacidad de avanzar en la reforma del sistema de salud, asunto postergado durante un siglo, pero debe hacerlo propiciando desde ya un debate intenso y vinculante, con el concurso de todos los actores (la gran familia de la salud pública la llama la flamante ministra), para definir la lógica de la ampliación de acceso a salud que requerimos como país, teniendo en cuenta que, como reconoce la Ministra Midori de Habich en esta entrevista, este es un asunto social y político; también económico, histórico, sanitario.

Alexandro Saco

1 de agosto de 2012


Escrito por

Alexandro Saco

Corredor, activista por el derecho a la salud.


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