La noticia ha sido un golpe muy duro para la poesía nacional. Y si bien, a partir de hoy le realizarán homenajes y muy probablemente se revalorice su aporte literario, quienes estuvieron cerca de Antonio Cisneros prefirieron recordarlo con el cariño que se merecía. Aunque todavía acongojados por su fallecimiento, algunos de ellos se ofrecieron a brindar declaraciones respecto a su muerte.

Germán Coronado, su editor en Peisa, recordó algunas de las marcas más evidentes en el poeta. Al respecto, dijo que se extrañarán de él "su vitalidad, su lucidez, la mirada irónica, risueña, con la que solía conjurar la banalidad reinante".

Cabe mencionar de que Coronado fue quien estuvo a cargo de la edición de su última publicación y agradeció tener ese privilegio, pues "nos dio el honrosísimo encargo de transmitir, por medio de los libros que hemos publicado, su magnífica obra poética. En esa obra permanecen vivas la gran sensibilidad y brillantez que lo caracterizaron, y también esa mirada, esa mirada única".

Otro que se hizo presente, fue el poeta José Miguel Herbozo, quien no estaba al tanto de la muerte de Cisneros sino hasta cuando nos comunicamos con él. Al respecto, manifestó que "me sorprendió su muerte porque se, como muchos, que el maestro Cisneros vivía intensamente. No soy de los que esperan la muerte de alguien para aprender, pero si creo que esto provocara un pequeño boom alrededor de su trabajo que servirá para que se conozca mas".

Herbozo, también señaló de que Cisneros fue siempre un tipo con perfil bajo. "No es un poeta que haya buscado definirse por el estilo, no hablaba de Pound porque no tenia nada que decir, no defendía la idea del 'buen' verso, la del tema apropiado, o de la poesía conversacional per se. No criticaba la poesía de otros porque no se parecía a la suya, no salia a gritar no haber recibido homenaje suficiente. Cisneros tenia cosas que decir", sentenció.

Finalmente, José Carlos Yrigoyen hizo hincapié en la época durante la cual solía deleitarse con los poemas de Cisneros. "Sin su poesía, que leí ávidamente desde mi adolescencia, como sin sus consejos personales y su amistad seguramente yo hubiera sido peor poeta de lo que soy. No solamente hemos perdido a un excelente poeta, sino a una gran persona: El vacío que ha dejado será imposible de llenar por muchísimo tiempo".