Como ven, las hay para todos los gustos. Hay unos que se han impactado con la foto de la cocina equipada con refri, microondas, campana extractora y muebles de diseño. Otros, con las imágenes del ambiente donde Alberto Fujimori pinta, que es tan amplio como para hacer una pequeña exposición. También hay quienes se han extrañado con la fotografía del televisor con una suerte de sombrero chino y amarillo. Y está, asimismo, aquella del teléfono público que, por lo que se ve, parecería servir para comunicarse con el exterior y no “para emergencias internas”, como se habría informado.

A mí, si me preguntan, me llamó más la atención el retrato del baño. Al cual, les cuento, me acerqué con cuidado para fijarme en los detalles. Y no saben. Me pareció tan descuidado y tan cochino que me hizo rechinar los dientes. Al principio pensé que eso era responsabilidad del INPE. Pero después me dije: ¿sus hijos no deberían estar más atentos a estos asuntos? Digo.

Y claro, no les voy a mentir que esa extensión del wáter que destaca nítidamente, me jaló instantáneamente la vista. Más que el sarro adherido al retrete, se entiende. Y más que la sentadera acolchada y de colores, la verdad. Un medio sostiene que se trata de un calentador. De esos que sirven para entibiar el poto cuando te vas a sentar, por si no quedó claro.

Es más. Mi curiosidad se ha incrementado luego de leer unas declaraciones de la congresista Lucha Cuculiza. “No es calentador del wáter. Es un desinfectante, pues el presidente tiene heridas abiertas”, ha dicho. Y yo no sé qué colegir de ello, por dios. ¿Es que acaso el cáncer a la lengua también te puede producir lesiones o desgarros o llagas… ahí abajo? Y si en realidad es un desinfectante, ¿cómo se usa y por qué tiene forma de brazo?

Así las cosas, y con tantos misterios sueltos por desentrañar, solamente queda una cosa: que Kenji aparezca nuevamente ante los medios con la foto del wáter de su papá. Y nos explique con detalle cada uno de los elementos que ahí aparecen. De lo contrario, ya saben, la prensa cabrona y caviar va a salir mañana con el cuento que bajo la tapa del wáter existe además una pecera. O que Alberto Fujimori llega al extremo de usar papel higiénico con vitamina C. Pues eso.