El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Barroso, señaló que en caso de que el referéndum sobre la independencia de Escocia del Reino Unido, que se llevará a cabo en el 2014, sea favorable, este país tendrá que volver a solicitar su aceptación al organismo. "Escocia dejaría de estar amparada por los tratados europeos en cuanto abandone el Reino Unido".

Ante el posible hecho de que Escocia se separe del Reino Unido, la Cámara de Lores pidió a la Comisión Europea un estudio sobre el hipotético impacto económico;  la carta que se remitirá la próxima semana señala que "automáticamente Escocia quedaría fuera de la Unión Europea (UE)".

Por su parte, el secretario de Finanzas de Escocia, John Swinney, sostuvo que de existir una votación favorable,  Escocia permanecería dentro de la UE. "Lo que siempre hemos aceptado es que debe haber una negociación sobre los detalles y los términos de la membresía de Escocia a la Unión Europea, pero, de manera crucial, esto se realizará mientras aún formamos parte de Reino Unido, todavía formamos parte de la Unión Europea, de la cual hemos sido miembros durante 40 años", dijo Swinney.

Los expertos afirman que esto representa un golpe para el gobierno en Edimburgo, que hasta ahora había asumido que la región continuaría perteneciendo a la Unión, y así lo había expresado en campaña.