¿Por qué el suicidio del joven genio Aaron Swartz puede tener implicancias en nuestra vida digital?
El suicidio de Aaron Swartz nos convoca alrededor de una situación confusa e injusta, pero que tiene raíces concretas en un conflicto político que puede definir nuestra vida digital.
Swartz, de apenas 26 años, era un hacker natural, del tipo que a los catorce años ya era un innovador de los estándares técnicos de la Web, y que además abrazaba radicalmente el imaginario hacker, que se puede resumir en la frase "la información quiere ser libre".
Su postura se enfrentaba con la legislación altamente represiva que los EEUU ha montado en las últimas dos décadas, y por ello cuando Swartz decidió "liberar" contenidos de una popular base de datos académica, JSTOR, como una acción de "acceso abierto de guerrilla", fue denunciado por robo bajo leyes federales con penas muy severas.