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¡El post porno nos pertenece!

Publicado: 2013-02-02

Pero, ¿qué es el post porno? Acaso una postura que cuestiona a la misma pornografía y  exige el derecho de ejercer un discurso sexual propio, transformándolo en un producto artístico, volcado en el cuerpo y para el cuerpo, castigándolo por los viejos  estereotipos, y haciendo de él  un lenguaje transgresor.

Entonces el cuerpo: excitado, violento, libre, recubierto, expuesto, derruido, tocado y en clímax,  será manipulado y expropiado  por quienes nos alimentamos de la pornografía para crear sobre ella, pero como felices y deleitados parricidas de la acostumbrada  cultura pornográfica, más allá de los cines Colmena, Le Paris… y tantos más.

Según la socióloga Marie Hélène Bourcier, el postporno abarca una serie de discursos que rompen con el régimen hegemónico de representación de la sexualidad. Se trata de un movimiento principalmente dedicado a representar sexualidades alternativas o disidentes, sobre todo con fines político-sociales.

Post Colmena

“El post porno “fistea” la cabeza”, comenta Héctor Acuña, conocido como Dj Fraudiamanda, quien además envía a La Mula una galería fotográfica de cómo se viene trabajando el post porno en el Perú a través de intervenciones, performances, y presentaciones eróticas.

“El video arte post porno es una severa crítica corpo-sexo-política a cierta heteronormatividad desplazando la idea convencional de pornografía típica y  machista que reduce a objeto de uso sexual a la mujer. El Post Porno utiliza formas de reapropiación y manipulación que ataca no solo la pornografía heterosexista, sino también al cuerpo masculino “intocable” y fomenta el discurso de libertad de formas de vida y sexualidades alternativas” agrega.

En conclusión el post porno, entonces…  ¡nos pertenece! No se diga más… ¡a ejercerlo y a consumirlo sin prejuicios!


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Dinosaurios de latón

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