Crónica: Inolvidable concierto de Andrew Bird en Lima
Andrew Bird pisó por primera vez tierras limeñas. Conocido por dominar distintos instrumentos y por acompañar sus melodías de silbidos, el artista dedicó un concierto a sus seguidores peruanos en la discoteca Gótica de Larcomar.
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Lima fue su quinta parada en latinoamérica. Eran las 10pm y la cola antes de entrar al concierto subía por las escaleras del Centro Comercial. A las 11 pm, el público entró en orden al local, que poco a poco lucía más lleno, listo para recibir tanto a Andrew como a los que abrirían la noche, la agrupación Kanaku y el Tigre.
La velada inició con la presentación de los músicos locales, Kanaku y el Tigre, banda que Bird seleccionó especialmente para abrir la noche y respecto a la cual manifestó encontrarse "muy impresionado". Acompañados de un contrabajo, una trompeta, un trombón y un xilófono, los músicos dieron un giro de su sonido usual.
Kanaku y el Tigre empezó tocando "El fuego, el tigre y el avestruz". Mientras algunos entonaban su música con facilidad - estoy enamorado de tu angustia, de tu forma más apática de amar... -, otros con interés preguntaban, ¿cómo se llaman? Siguieron Bicicleta, Rosario, Caracoles y Tu verano, mi invierno y se despidieron entre aplausos.
Era más de medianoche y el público conversaba mientras esperaba la salida de Andrew Bird. De pronto, apareció él, sin decir mucho, tomó su violín y empezó a tocarlo con los dedos, luego con el arco y luego con los dedos nuevamente, poco a poco fue descubriendo su primera pieza de la noche, Hole in the ocean floor. Siguió Why, why'd do that, tal vez la canción más sugerente de Bird. Tras ello, apareció su banda en escena para tocar y se dirigió a la audiencia diciendo "un gusto, conocerlos".
Ya con la banda, cambió su violín por una guitarra y acompañó con silbidos "A nervous Tic Motion of the head to the left", tal vez una de las canciones más recordadas de su disco del 2005. Luego vino Desperation breeds, de su sexto álbum de estudio. La noche avanzaba y vinieron Headsoak, Effigy, Orpheo Looks Back, Imitosis, Dark Matter, Give it away, Tenuousness, Three White Horses, Plasticities, Wait, Skin Is, My y un cover de la Rana René, It's not easy being green.
Tras tocar Tables and Chairs, la banda salió de escena y solo volvió un minuto después mientras el público no paraba de aplaudir. Andrew agradeció por el dibujo que uno de sus seguidores le había dejado en el escenario y cerró el concierto con Don't be scared, un cover de The handsome family.
Andrew Bird nos ofreció una hora y media de música de alta calidad y llena de creatividad. Sin duda, un espectáculo de lujo para nuestra ciudad. Tras haber llenado el local y haber sido aplaudidos hasta el final, Andrew Bird y su banda deben estar ahora alistándose para enrumbar a México, donde termina su tour latinoamericano.
(Crónica: Raisa Ferrer. Fotos: Anne Diestro y Raisa Ferrer)
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@raisanomas: Comunicadora. Interesada en políticas públicas, estrategias de incidencia ciudadana y comportamiento de sistemas mediáticos
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