Los resultados presentados por la ONPE dan cuenta de un escenario que hace tan solo unos días pocos esperaban: Susana Villarán se mantiene a la cabeza de la Municipalidad de Lima, sus regidores (de hecho la mayoría) dejarían el cargo, con lo que la alcaldesa quedaría debilitada en el corto plazo al perder a sus mejores cuadros en el concejo.

¿Qué le espera a la alcaldesa? ¿lo que se viene es un desastre?

Aun cuando muchos de los que promovieron la revocatoria hoy intenten presentar la situación como si Lima fuera ingobernable, como si el daño que lograron causar fuera suficiente como para sentirse vencedores, lo cierto es que no es así y la gestión y Fuerza Social podría verse, incluso, fortalecida.

La alcaldesa sigue en su puesto y tendrá un teniente alcalde de Fuerza Social hasta el final de su mandato, y ello es suficiente para afirmar que la revocatoria fracasó. La gestión municipal contará ahora con el apoyo explícito del PPC en la implementación de las reformas que ambos grupos ya habían iniciado, probablemente haya cosas que no pueda hacer, pero lo importante, sabemos, ya está encaminado.

En los próximos meses, 17 nuevos cuadros jóvenes de Fuerza Social y sus aliados podrán participar en la gestión municipal, lo que significa una gran oportunidad para la renovación y formación de cuadros para el partido.

Las elecciones de noviembre no serán un peligro para la gestión municipal, pues ningún grupo opositor de la gestión (Solidaridad Nacional, Apra y fujimoristas) podrá lograr un número suficiente de regidores como para hacer el intento de derrocarla en el último año.

Fuerza Social no puede participar en las elecciones complementarias, y es mejor así. En efecto, porque de esa manera la campaña no se concentrará en atacar a la alcaldesa Susana Villarán (pues de nada serviría) y los ataques irán de un lado a otro mientras la municipalidad sigue implementando las reformas, contando para ello con la mayoría concertada entre FS y PPC.

Por otro lado, el PPC, fortalecido por los resultados de la revocatoria, tiene un compromiso muy grande con el éxito de la gestión (probablemente mayor al que se imaginaban), y tomando en cuenta que sí participaría en las elecciones complementarias, no solamente apoyaría al gobierno municipal para que las cosas se hagan bien sino para que se sepa, es decir, se preocuparán especialmente de la comunicación. Aquello que Villarán hizo tan mal, pero que ellos saben hacer muy bien.

De esta manera, Susana Villarán logra una segunda luna de miel que le permitirá avanzar lo suficiente como para mostrar, al final de su gestión, algunos de los importantes logros que se había planteado. La sombra de la revocatoria habría quedado atrás y habría sido un impulso para reconstruir su partido con firmas y cuadros mejor entrenados: no solo aquellos que entran a una "pasantía de 8 meses" en la Municipalidad de Lima sino también aquellos que pasaron los últimos 2 años de estrés, presionados por los medios, por la oposición, por la población, y por su propio partido. Ese entrenamiento, incluso reconocido por Aldo Mariátegui quién señaló que se sentía como el 'Personal Trainer' de la alcaldesa, es una oportunidad de aprendizaje que muchos quisieran tener.

En conclusión: Fuerza Social, contra todo pronóstico, ha logrado mantenerse en el gobierno municipal, ha logrado ganar algo de tiempo para consolidar sus obras y reformas, ha logrado hacer evidente ante la opinión pública el compromiso del PPC con la gestión del municipio y contaría con cuadros jóvenes fortalecidos y con experiencia: acostumbrados a vivir en la incomodidad, bajo el constante ataque del enemigo, y el asedio de la prensa.

Lo que no le mata, le hace más fuerte.

(Nietzche)

PD. Pero hay que saber aprovechar la oportunidad.