El último lunes, el pequeño Martin Richard, de solo ocho años, esperaba junto a su hermana pequeña la llegada a la meta de su padre en la maratón de Bostón. Junto a ellos se encontraba la madre de los pequeños. Nunca alcanzaron a aplaudirlo. No pudieron abrazarlo ni felicitarlo.

Martin es uno de los tres muertos a causa de las explosiones de este lunes en la línea de meta de la maratón de Boston. Su madre y su hermana se encuentran entre los más de 140 heridos. La primera en estado de gravedad y la pequeña ha tenido que sufrir la amputación de una pierna.

Los tres se encontraban en la recta final del maratón cuando se produjo la primera explosión, según recoge el diario "Boston Globe" y la televisión CNN. El padre de ambos niños salió ileso al igual que un tercer hijo de la familia.

La historia ha llamado la atención de la mayoría de medios, convirtiendo al pequeño Martin en el símbolo de este suceso, que muchos han considerado una tragedia similar a los atentados de setiembre de 2001 en Nueva York.

Hace un año, el pequeño escribió cuatro simples palabras en un cartel en la escuela donde pedía "No más daño a la gente".

Richard Martin mostró entonces a las cámaras de televisión su cartelera con corazones y que enmarcaban la palabra "paz", una fotografía que muchas personas encuentran difícil de ver este martes, luego de que por culpa de la violencia falleciera este niño inocente que creía en la paz.

Con información de Fox