Se ha creado una cepa de bacteria que puede producir combustible, según los científicos. Los investigadores modificaron genéticamente la bacteria E. coli para convertir el azúcar en un aceite que es casi idéntico al diesel convencional.

La Escherichia Coli (más conocida como E. coli) es una bacteria que se encuentra generalmente en el intestino de los animales, y por ende en las aguas residuales, aunque puede estar en todos lados. Esta y otras bacterias son necesarias para el funcionamiento correcto del proceso digestivo, además de producir vitaminas B y K.

Si el proceso que han logrado los investigadores puede ser ampliado, este combustible sintético podría ser una alternativa viable a los combustibles fósiles, mencionó el equipo. El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.

El profesor John Love, biólogo sintético de la Universidad de Exter, mencionó que "en lugar de hacer un combustible de sustitución como algunos biocombustibles, hemos hecho un sustituto de los combustibles fósiles".

"La idea es que los fabricantes de automóviles, los consumidores y los minoristas de combustibles ni siquiera noten la diferencia. Se convertirá en otra parte de la cadena de producción de combustible", agregó.

Hay un impulso para aumentar el uso de biocombustible en el mundo. En la Unión Europea, se ha planteado el objetivo que para el 2020 un diez por ciento de los combustibles del sector de transporte sean a base de cultivos.

Pero la mayoría de las formas de biodiesel y bioetanol que se utilizan actualmente no resultan totalmente compatibles con los motores modernos. Las fracciones de las sustancias (entre 5-10%) necesitan ser mezclados con éter de petróleo antes de que puedan ser utilizados en la mayoría de los motores.

Sin embargo, el combustible producido por las bacterias modificadas de E. coli es diferente. El profesor Love explicó que "lo que hemos hecho produce combustibles que son exactamente la longitud de la cadena necesaria para el motor moderno y exactamente la composición que se requiere".

Para crear el combustible, los investigadores, que fueron financiados por la empresa petrolera Shell y el Biotechnology and Biological Sciences Research Council, utilizaron una cepa de E. coli que normalmente absorbe azúcar y luego la convierte en grasa.

Utilizando biología sintética, el equipo alteró los mecanismos celulares de las bacterias para que el azúcar se convierta en moléculas de combustible sintético. Al alterar los genes de las bacterias, fueron capaces de transformar los errores en los combustibles que producen las fábricas.

Sin embargo, el profesor Love dijo que tomaría alrededor de 100 litros de bacterias para producir una sola cucharadita de combustible. "Nuestro reto es aumentar el rendimiento antes de que podamos ir a cualquier forma de producción industrial", afirmó. "Tenemos un plazo de entre tres y cinco años para hacer eso y ver si vale la pena seguir adelante con la producción".

El equipo también está tratando de ver si las bacterias pueden convertir cualquier otro producto en combustible, como desechos humanos o animales.

Los biocombustibles se consideran una alternativa más ecológica a los combustibles fósiles. Mientras que la gasolina y el diesel liberan dióxido de carbono que se ha almacenado en lo profundo de la Tierra, los biocombustibles son denominados carbono neutrales, porque liberan la misma cantidad de CO2 que absorben las plantas de las cuales están hechas.

Sin embargo, la energía que se necesita para crecer y procesar los cultivos necesarios para biocombustible también deben tenerse en cuenta, ya que esto se suma a su huella de carbono.

Información de BBC. Versión, edición y traducción de Sophimanía.

Artículo original y completo (en inglés) aquí.