Por: Jinre.

Un fiscal está pidiendo 10 años de cárcel para Oscar Mollohuanca en una decisión realmente absurda e injusta. El alcalde de la provincia de Espinar, en Cusco, sólo cumplió con su deber de estar al lado de su pueblo, de no ignorarlo y acompañarlo en sus justos reclamos contra la contaminación minera de sus aguas y tierras.  

En aquella ocasión, ante los reclamos indignados de la población, la policía disparó y mató a varios sencillos pobladores que marchaban protestando contra la elevada presencia de minerales tóxicos en las aguas que abastecen a dicha localidad (hasta ahora no hay sanción para los culpables). Como si fuera poco, se informó en ciertos medios que fue la misma policía la que "sembró" supuestas armas en una camioneta de dicha alcaldía para inculpar a su autoridad local por la violencia desatada en el pueblo. Días después, un comando de la policía nacional realizó un despliegue impresionante con decenas de efectivos, al mejor estilo de las películas policiales, para apresar en su propia alcaldía a un sencillo ser humano, indefenso, quien además es una autoridad democráticamente elegida, como don Oscar Mollohunaca. Aquella intervención policial fue realmente exagerada, histriónica, armados hasta los dientes (irónicamente risible), pues este tipo de despliegues y actuaciones espectaculares, la que fue incluso televisada en vivo por señal abierta y por cable, deberían realizarse contra verdaderos delincuentes avezados que azotan nuestro país día a día y no contra una inocente y modesta autoridad de un pequeño pueblo del interior de nuestra patria. 

Don Oscar Mollohuanca hoy en día recibe el maltrato de nuestro sistema judicial sólo por cumplir con su deber de autoridad elegida, marchando al lado de sus paisanos quienes lo eligieron como tal y no abandonándolos en sus justos reclamos (ejemplo que debieran tomar "otros" que no cumplen sus promesas). Ahora, esta injusta "justicia peruana", esa  misma que no dice nada de los narco-indultos apristas, que no dice nada de los 100 kilos de cocaína encontrados en el almacén de una empresa de Kenyi Fujimori, que no dice nada hasta ahora de los campesinos inocentes asesinados también en Cajamarca, acusa al alcalde de Espinar de instigador y culpable de los razonables reclamos realizados por su pueblo contra la contaminación pidiendo 10 años de cárcel para él.

Creemos que esta absurda e interesada determinación judicial,  sólo tiene la motivación de querer sembrar antecedentes para intimidar a las autoridades locales o regionales del país a fin de que estos no se atrevan a apoyar en el futuro a los reclamos de sus poblaciones.

Solidaridad, justicia y libertad para Oscar Mollohuanca!