“La única solución con Irán es el diálogo, no las sanciones”
La promesa del nuevo presidente de Irán de una mayor transparencia en el programa nuclear abre la posibilidad de mejoras de las relaciones internacionales.
“Mi Gobierno va a hacer todo lo posible para fomentar la confianza entre Irán y el resto de los países del mundo”, afirmó ayer el nuevo presidente de Irán, el clérigo chií moderado Hasan Rohaní. Además, reiteró, en un discurso de media hora en el que no pronunció la palabra nuclear, que buscará mejorar la situación económica, pidiendo diálogo y respeto.
Rohaní, que juró el cargo ante el Parlamento de la República Islámica para los próximos cuatro años, recordó en su intervención a las mujeres, discriminadas y dependientes de los varones en Irán, y dijo que su gobierno intentará "atender sus demandas de derechos" y "crear oportunidades iguales" para ambos sexos.
"La transparencia es la llave para abrir las puertas de la confianza" con los demás países, dijo Rohaní, quien agregó que "no puede ser unilateral (...) en las relaciones bilaterales y multilaterales", con lo que pedía claridad en su relación con Irán a los estados occidentales.
El clérigo admitió que las sanciones internacionales impuestas a Irán por su programa atómico, en especial por EEUU y la UE, suponen “una presión tremenda” para su país e insistió en que "no se puede vencer a los iraníes sometiéndoles a sanciones o amenazándoles con la guerra".
"Irán nunca ha buscado la guerra con el mundo y nos centraremos en refrenar a los belicistas", indicó en referencia a las advertencias de EEUU e Israel de usar la fuerza militar contra los iraníes para frenar sus actividades nucleares.
En la cuestión del programa nuclear iraní "tiene que haber un diálogo desde una posición de igualdad", insistió, y apostilló: "Si quieren una respuesta adecuada, no nos hablen con el lenguaje de las sanciones, sino con un lenguaje de respeto".
La elección de Rohaní y su mensaje conciliador supone un alivio tras ocho años de provocaciones de Mahmud Ahmadineyad, cuya elección para su segundo mandato en 2009 fue tachada de fraudulenta por la oposición reformista. Ahora, la promesa de una mayor transparencia en el controvertido programa nuclear abre la posibilidad de un arreglo. Y es que, diferentes gobiernos, con Washington a la cabeza, consideran que el programa nuclear iraní puede tener una vertiente militar mientras Teherán asegura que es exclusivamente civil y pacífico.
Respecto a la política de Oriente Medio, en la que Teherán es el principal aliado del régimen sirio del presidente Bachar al Asad; Rohaní aseveró que "la República islámica de Irán busca paz y estabilidad en la zona".
"Irán es el ancla de la estabilidad en la región", agregó el nuevo gobernante iraní, quien afirmó que "no pretendemos cambiar los limites (de los estados) o los gobiernos, pues el régimen político de cada país depende del deseo de su propio pueblo".
Con información de The New York Times, El País, Efe, Reuters
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