Adiós de oro
Yelena Isinbayeva culmina su carrera alzándose con el campeonato mundial de salto con garrocha en Moscú
Campeona y en casa. La saltadora de pértiga rusa Yelena Isinbayeva se alzó con el primer lugar de esta disciplina en el Campeonato del Mundo 2013 al imponerse en la final a Jennifer Suhr y Yarisley Silva.
Si bien se aseguró el primer lugar en el podio, la también galardonada con el premio Príncipe de Asturias de los Deportes en el año 2009, intentó, hasta con tres intentos, superar su propio récord de 5,07 en el evento que se realiza en Moscú, reto que finalmente no consiguió.
Con un salto de 4,89, ejecutado al primer intento, la que es considerada como la atleta mas carismática de los últimos diez años logró el campeonato arropada por casi 40 mil espectadores que se dieron cita en el estadio Luzhniki, que hasta hoy había lucido prácticamente vacío.
Frente a Isinbayeva la estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica; la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial, y la cubana Yarisley Silva, líder del año con 4,90, intentaron arrebatarle la presea dorada.
Suhr se presentaba con un registro de 4,80 y Yelena en el tercer puesto con 4,78. La rusa, que tiene el récord al aire libre en 5,06, ha saltado este año 5,11, pero en los entrenamientos.
Un nulo en 5,65 mantenía tercera a Isinbáyeva, por detrás de Jennifer Suhr y de la alemana Silke Spiegelburg, que superaron, como ella, los 4,75 pero llevaban un concurso inmaculado.
Isinbayeba, de 31 años, levantó los primeros clamores en el estadio Luzhniki después de cuatro jornadas de los Mundiales, especialmente cuando saltó a la primera 4,75, que le daban, momentáneamente, la segunda plaza por detrás de Suhr.
El listón situado en 4,82 seleccionó a las tres medallistas porque sólo Suhr, Isinbayeva y la cubana Yarisley Silva pudieron con esa altura. Las tres atacaron los 4,89 con el podio asegurado.
Suhr y Silva se clasificaron por ese orden, como en los Juegos de Londres, donde empataron en 4,75 y el título se decidió por los saltos nulos, pero hoy las dos hubieron de rendir pleitesía a la reina Isinbayeva, a la más laureada de la historia.
El salto que le dio el triunfo:
Su tercer intento de superar su propio récord y la celebración final:
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