El vicepresidente económico de Venezuela, Rafael Ramírez, anunció que el gobierno hará una importación masiva de alimentos e implementará estímulos al sector productivo local para combatir los focos de desabastecimiento que sufre la economía. 

"Estamos preparando una ofensiva, una cosa masiva de importación de alimentos por un lado y de estímulos (...) a sectores claves de la producción de alimentos en el país para derrotar esa guerra que nos pretenden hacer y que pretende llevar a nuestro país a una situación de desasosiego", dijo Ramírez en conferencia de prensa

El gobierno venezolano busca contrarrestar la escasez de algunos bienes básicos en los supermercados, con fuertes importaciones, sobre todo de cara a la temporada navideña, cuando se dispara el consumo.

Esta semana, el propio presidente Nicolás Maduro, informó que desde Brasil llegarán "de manera inmediata" los productos que hacen falta en Venezuela, mientras que el martes ingresó al país un cargamento con 600.000 juguetes para garantizar el suministro durante la Navidad.

Al mismo tiempo, el gobierno culpa de este problema a una supuesta campaña de desestabilización orquestada por sectores opositores y ha denunciado también corrupción con la asignación de divisas que realiza el Estado para la importación de bienes a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).

Ramírez se refirió a este último tema, diciendo que "los dólares que tenían que venir a los alimentos (...) se desviaron". "Hay dos vías para eso: o se le puso un sobreprecio (...) o se desvió su uso. Ya estamos trabajando intensamente con el equipo de Cadivi y hemos hecho hallazgos muy importantes en el uso que han dado empresas a los dólares que le hemos venido otorgando", afirmó. 

El vicepresidente económico sostuvo que no se ha podido determinar el monto en dólares que se ha desviado mediante esas prácticas, pero que se trata de una "cantidad importante" y prometió reforzar los controles.

"Vamos a ser muy estrictos en el control previo y en el control posterior", señaló.

En Venezuela existe un sistema de control de cambios desde 2003 que convierte al Estado en el único actor autorizado para comercializar y gestionar la compraventa de divisas en el país.

La moneda extranjera se adquiere a través de diferentes mecanismos, como Cadivi, y tras un engorroso sistema administrativo que según las propias autoridades no ha evitado que 20.000 millones de dólares hayan ido a parar a empresas sin actividad real, o "empresas de maletín".

Tomado de EFE