Siete consejos para terminar con el dominio de los celulares sobre nosotros
Una ciudad turística australiana ha convocado a diversos especialistas en nuevas tecnologías para crear el primer código de conducta para 'desenchufarse' del smartphone. Todo con el fin de desestresarse plenamente.
En estos tiempos, la sensación de que nuestros teléfonos nos dominan ya no es del todo extraña. Inclusive, más de una vez, habremos podido escuchar que alguien haya aceptado que su teléfono es más 'inteligente' que sí mismo.
Obligados a ser más productivos, a hacer más cosas y a ser productivos en todo momento, nuestros aparatos y su conexión permanente nos mantienen cautivos.
El 'phubbing', o el acto de ignorar y menospreciar a las personas a nuestro alrededor por los teléfonos celulares, es una práctica más común día a día.
Ante esta situación, en la ciudad turística australiana de Sunshine Coast han creado un código de conducta para que sus visitantes logren 'desenchufarse' y disfruten así de su descanso.
Estas son las siete reglas.
1. Conversar ahora, mandar textos después. Hay que poner límites para proteger el tiempo libre de esparcimiento o placer, ya sea la cena, el sueño o los momentos íntimos. Deje para después escribir ese tuit o contestar ese mail.
2. Tomarse un día libre del teléfono. Cada dispositivo tiene un botón de apagado: está en nosotros hacer uso de él, al menos un día, y disfrutar completamente de lo que nos rodea. Si lo dejamos encendido en el bolsillo, caemos en lo automático.
3. Evitar ser un 'buscatodo'. Hay que renunciar a buscar todo en mapas y sitios de Internet. Entréguese a la casualidad o vuelva a preguntarle a un desconocido en la calle cómo llegar a ese lugar al que no sabe ir.
4. No llevar los celulares a la mesa. Como los códigos de etiqueta dicen que no hay que apoyar los codos, tampoco el smartphone. No hay lugar donde el phubbing (esa conducta de prestarle más atención al teléfono que a quien tenemos al lado) sea más desagradable que durante una comida.
5. Mirar bien antes de disparar la cámara. Con nuestros teléfonos inteligentes, sacamos fotos a todo. Pero vivir la vida a través de un lente puede arruinar lo que se quiere capturar. Vale más la pena vivir la experiencia que documntarla.
6. Probar antes de cargar. No abusar de las herramientas y no hacer uso mecánicamente de ellas. Por ejemplo, antes de compartir una imagen en una red social, hacer una pausa, degustar y cargar sólo la foto que más le guste de esa experiencia.
7. El teléfono necesita dormir. Al igual que las personas. Cuando se acueste, apague el celular: las pantallas de los dispositivos electrónicos emiten una luz azul que el cuerpo asocia con la luz del día. Dejar el celular prendido tiene entonces efectos físicos porque estimula la ya sobrecargada capacidad de atención.
Fuente: Clarín
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