El drama de los refugiados ilegales no tiene fin. Un informe estremecedor señala que Grecia expulsó de manera ilegal a unos 2,000 inmigrantes durante el último año. Es más, el modus operandi de las expulsiones es alarmante: las fuerzas especiales de la guarda costera griega rechazan las embarcaciones que se acercan a las costas del país utilizando armas y pistolas. 

Así lo recoge un informe de ONG alemana Pro Asyl a través de noventa testimonios anónimos de inmigrantes sirios, afganos, somalíes y eritreos que han sufrido la amenaza de estos guardias armados.

Las declaraciones son escalofriantes, relatan episodios de maltrato y vejaciones por parte de los agentes costeros griegos que, "con uniformes negros, pistolas y pasamontañas", les amenazaban, retiraban sus documentos o confiscaban sus embarcaciones. No solo eso, en algunos casos golpearon a los refugiados y dejaron a la deriva su embarcación después de quitarles el motor.

Tampoco les importó que viajaran niños, bebés y mujeres embarazadas, principalmente procedentes de Siria y Afganistán. "Hay familias enteras, sobre todo de Siria, que huyen de graves conflictos y buscan refugio en Europa", afirmó Karl Kopp, director de Pro Asyl.

La ONG califica la práctica como" contraria al derecho internacional" y pide a las autoridades que muestren su solidaridad y respeto por los derechos humanos, además de recordar que en dos meses Grecia asumirá la presidencia de turno de la Unión Europea. 

"Grecia está expulsando sistemáticamente de su territorio a personas que necesitan asilo, de modo que se está produciendo una clara violación de los derechos humanos en aguas griegas", señaló Karl Kopp.

Y es que Grecia, junto con Malta y Chipre, está situada geográficamente en un lugar clave para la llegada de refugiados de Afganistán y Siria. Las estadísticas lo confierman: 9 de cada 10 inmigrantes ilegales en la Unión Europea ha entrado a través de Grecia.

Por ello, desde que el año pasado, el país heleno endureció su política migratoria. Como resultado, destinó unos 2,000 efectivos policiales a proteger la frontera terrestre con Turquía y mandó construir una valla de 10 kilómetros en las islas de Lesbos, Farmakonisi, Samos e Ios, principal puerta de acceso al país.

Los refugiados sirios que llegan a Grecia por mar sulen terminar en un centro de detención, para ser puestos en libertad meses después con una orden de deportación. Los inmigrantes intentan conseguir asilo político, auqnue suele resultar en una negativa, o seguir su viaje ilegal a otro país europeo. 

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