Se pasa de vivo. ¿Imaginas que en la página web de la Municipalidad de Lima su enlace de Twitter te lleve a la cuenta personal de Susana Villarán? ¿O que en la web de la presidencia de la República sea el Twitter de Ollanta Humala el enlazado al icono de dicha red social?

Pues al alcalde de Trujillo, César Acuña, parece que le provocó ser innovador en este tipo de 'estrategia' para permanecer en contacto con los ciudadanos. Efectivamente, al entrar a la web de dicho municipio, el icono de Twitter enlaza directamente a la cuenta del burgomaestre.

¿Dónde está lo malo? ¿Cuál es su pecado? Pues que el portal de la municipalidad de Trujillo es una web institucional, es decir, utiliza el dominio .gob.pe, reservado únicamente para instituciones públicas. ¿No sería lógico, entonces, que las cuentas en redes sociales enlazadas a dicho portal sean solo las de instituciones?

La cuenta @_CesarAcuna no se trata de la cuenta del 'alcalde de Trujillo'. Si se da un vistazo a los tuits del fundador de Alianza para el Progreso, se ve claramente que no es una cuenta en la que se promocione únicamente las obras de su gestión, sino que la usa también para defenderse de acusaciones (como la reciente divulgación de un video en el que se le acusa de comprar votos), así como para retuitear mensajes contra el que parece ser su partido enemigo: el APRA.

Y por si fuera poco, el canal de YouTube del municipio, enlazado también a la web, contiene un centenar de videos que llevan como parte del título "César Acuña-".

¿De quién habrá aprendido a marketearse políticamente? ¿Cuestión de ego? ¿Habrá alguna explicación? Bueno, si lo explica de la misma manera en que intentó hacerlo con el caso de la compra de votos, que mejor guarde silencio.

¿Qué cosas, no?