Las confusiones del congresista Julio Rosas
Opinión
Según la Constitución, el Estado peruano se concibe como un Estado que garantiza la libertad de ideologías y religiones, por lo que se le considera un Estado laico. Sin embargo, algunas autoridades y representantes políticos parecen ignorarlo.
Este miércoles, la sala Mohme del Congreso de la República fue utilizada para una conferencia denominada Identidad y Reorientación Sexual. El acto, presidido por el congresista fujimorista Julio Rosas Huaranga, sirvió para hacer un llamado en pro del respeto a la identidad sexual, presentando el caso de Fernando Ñaupari, quien tras someterse a un cambio de sexo hace 25 años y lograr que la ley le reconozca como mujer, hoy pide se le reconozca nuevamente como varón.
La identidad es un derecho fundamental de todo individuo, eso está claro. Corresponde a las entidades correspondientes el facilitar al señor Ñaupari el trámite necesario para que su pedido se efectúe, pero no se debe tomar este caso como una excusa para realizar apología a una posición basada en una creencia particular que no todos los peruanos estamos obligados a compartir.
En efecto, la conferencia contó con la participación de María Elena Mattos, representante del denominado Centro de Reorientación Sexual para Homosexuales en el Perú, y con un grupo de personas que portaban carteles con la inscripción "fui homosexual y Cristo me libertó", con lo que el acto que en un inicio debió ser un llamado de atención a la exigencia de un derecho, terminó convirtiéndose en una plataforma para las creencias de los exponentes, algo que se evidenció durante la intervención del señor Ñaupari. "Conocer a fondo la palabra de Dios hizo que mi vida tuviera sentido y fui salvado", expresó.
En nuestro país cada quien es libre de profesar la religión o adoptar la fe que considere conveniente, pero ¿se debe utilizar el Congreso de la República para hacer apología a estas?
El Perú no es un Estado Confesional. En el Perú existe la libertad de religión y pensamiento, y por lo tanto no se puede avalar, desde un espacio público, un discurso que patologiza una orientación o identidad sexual. Porque el mensaje de fondo que nos deja esta conferencia es que aquellos homosexuales que no deciden "reorientizar" su sexualidad, son enfermos o están 'condenados', y el Congreso de la República no puede ser utilizado como plataforma para ello.
La pasada semana la Comisión de Justicia y Derechos Humanos aprobó un dictamen en mayoría en el que se elimina la posibilidad de que los crímenes por orientación sexual e identidad de género sean sancionados. El congresista Julio Rosas se mostró a favor de esto. ¿Con qué autoridad pretende hoy realizar una conferencia para promover la no discriminación por identidad sexual y respeto a la dignidad humana? ¿O es que solo no se debe discriminar a aquellos que abrazaron sus ideas religiosas?
En este país, señor Rosas, no solo los 'libertados por Cristo' merecen ser respetados.