SIN LUGAR PARA LOS DEBILES
La ciudad de Chiclayo cuenta desde hace muchos años con un Instituto de Medicina Legal que está integrado por un cuerpo de médicos forenses que a diario, entre vivos y muertos, tienen que cumplir con una labor digna y sacrificada.
El andar sin rumbo fijo de la gente me pone aun más tenso, pues es la primera vez que seré testigo de una práctica donde se determinará a causa de qué hay uno menos entre nosotros.
Sentado en la sala de espera de la morgue causo cautela e incomodidad a los que se encuentran sentados a mi derecha al darse cuenta de la cámara fotográfica que traigo.
Ellos son los familiares de un ferreñafano que ha sido asesinado el día anterior, según me informo todo se inició por la disputa de unas aves de corral.
- Puede ingresar, – Me dijo el doctor Aquino.
El doctor Sergio Aquino es el director del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público y en breves momentos realizará una necropsia que tendrá que ser rápida porque los familiares se encuentran esperando.
Antes de ingresar a la sala de necropsias me detuve en una puerta de un pasadizo donde observe a través de una ranura a una galena inyectando fluidos a unos órganos que de inmediato me echó hacia atrás, pues me pone la piel de gallina las agujas.
Finalmente crucé una puerta a mi derecha y otra al frente, así llegué a un ambiente donde el olor a muerte cala hasta los huesos. Hace frio aquí – me dije.
Con lo primero que tropiezo es con una cámara frigorífica que sirve para mantener a los muertos más “fríos”. En el salón principal hay una balanza, una bandeja con un cuchillo, un bisturí y una sierra; más allá unos trastos de cirugía que ya pasaron a mejor vida. Tres camillas ayudan a la práctica de un acto ineluctable. Por último en la parte posterior hay un escritorio con materiales de estos menesteres.
Todo aquí se realiza con parsimonia y sin sobresaltos. El doctor le da indicaciones al técnico necropsiador, los de criminalística conversan sobre una actividad que realizarán por el día de la madre. Me percaté de la ausencia del fiscal. “Está en la sala de espera, creo que los abogados no se llevan bien con los muertos”, comentó sin reticencia y entre risas el doctor Aquino.
Pensé que era la obligación del fiscal estar presente en la necropsia, pero no es fácil digerir el olor a vísceras en el servicio de tanatología, solo el ungüento que llevo en la nariz me permite disuadir ese mal momento.
Ellos “interrogan” a los cadáveres en busca de la verdad. Y la verdad puede estar escrita en una uña rota, una muela empastada, una larva de mosca. Su profesión es traducir el idioma de los muertos. Esta responsabilidad les obliga a ser perfeccionistas: un crimen puede quedar impune o un hombre inocente puede ir a la cárcel si no hacen bien su trabajo. Para esto los médicos legistas se asisten de toxicólogos, dentistas, entomólogos, psiquiatras y antropólogos al ayudan al servicio de la justicia.
En el Instituto de Medicina Legal (más conocido como la morgue) de Lambayeque se atienden a vivos y muertos. Todos los casos involucrados tienen que ser materia de investigación ya que este órgano pertenece al Ministerio Público.
Quizá por la influencia de las series anglosajonas, quizá por los sucesos que cada día inundan la televisión, a menudo se tiende a relacionar la medicina forense con la disección e identificación de cuerpos o restos cadavéricos. La labor de los facultativos que trabajan en este campo, sin embargo, abarca un área mucho más amplia, que no se circunscribe exclusivamente al estudio de los muertos. Para el caso de las personas vivas cabe reconocer que aquí se realizan todos los casos que comprometen a la medicina legal. Si en caso Ud. es agredido interpone una denuncia ante una comisaria o la fiscalía, este órgano la enviará al médico legista que labora en el IML para determinar los daños ocasionados en su persona.
Asimismo aquí también se ven casos de abuso de libertad sexual, dosajes etílicos, lesiones por robo, lesiones psicológicas producto de maltratos familiares, etc.
El doctor Juan Jiménez me cuenta que en los 6 años que viene trabajando en el IML le ha tocado vivir diferentes experiencias como aquella vez en que llegó una señora por maltrato psicológico por parte de su pareja. Le practicaron los exámenes de ley durante unas semanas y al cabo de un tiempo regresó con su hija, solo que esta vez era para practicarle una necropsia ya que su menor hija y ella habían sido asesinadas por su conyugue. “Fue lamentable porque era algo que pudo evitarse con una intervención oportuna de las autoridades o con la disposición y colaboración de ella misma”, menciona con resignación el doctor.
Muerte Natural y Muerte Violenta
La tanatología es el estudio de los efectos que produce la muerte en los cuerpos y según la mitología es hija de la diosa de la noche Eufrone y sobrina de Erebo, ambos dioses griegos, pero hoy esta hija de dioses es testigo frente a mis ojos de una bifurcación sin asco.
Al momento de ingresar un cadáver a la morgue se tiene que hacer mediante un oficio y por una autoridad, aunque se han presentado casos donde señoras han ido con sus hijos en brazos porque se les ahogó o asfixió. Al ingresar lo atiende el médico que está encargado de practicar necropsias ese día y se procede a la práctica de inmediato, a no ser que el cadáver llegue después de las seis y media de la tarde porque después de esa hora ya no se practican necropsia debido a que no hay personal encargado. En ese caso el cadáver se guarda en la cámara frigorífica hasta el día siguiente.
Cuando llega un NN (un cadáver no identificado) a la morgue se conserva el cuerpo en la cámara frigorífica hasta 72 horas como máximo si al cabo de este tiempo nadie de apersona a recoger el cadáver este será enterrado en la fosa común; para esto el doctor Aquino tiene como regla general dejar que el cadáver sea fotografiado por la prensa para que así sea posible ubicar a algún familiar que lo esté buscando. “Me enorgullezco de que esta sea la morgue con menos envíos a fosa común a nivel nacional.”, afirma.
Las necropsias practicadas son totalmente gratuitas y lo que se tiene que pagar son conceptos de conservación después de las 24 horas, formolización normal o especial, en casos se requiera llevar al cadáver a otro país o algún familiar que se encuentra fuera de la patria tiene que venir a reconocerlo o simplemente a llevárselo.
Una imagen de la virgen María que se encuentra colgada en la pared parece tener esa misma impresión. El rostro pálido del cadáver es patético, se ha muerto con una risa entre labios que parece provocadora, como la risa de aquellas personas que lo hacen sin ganas, solamente por fastidiarnos la paciencia.
El técnico necropsiador ya ha cortado la cabeza. El vientre del cadáver no esconde nada. El doctor Aquino le indica al técnico que le muestre el cerebro. Lo coge entre sus manos. Le practica varios cortes. Revisa el estómago. La bióloga toma una muestra de lo que se encuentra allí. El líquido recogido lo deposita en un frasco. El doctor Aquino visualiza el hígado, el riñón, y finalmente el bazo. Diagnóstico: causa de muerte, puñal. Etiología médico legal, homicidio.
El doctor me menciona que en el diagnóstico de una muerte se determinan dos cosas, una de ellas es la causante de la muerte que puede es el material, objeto o sustancia que causó la muerte; la otra es la etiología médico legal en la cual se califica a la muerte según sus características pudiendo ser estas homicidio, suicidio, asesinato, desangramiento, asfixia, etc.
Le pregunto al doctor Aquino si es necesario abrirle el cráneo en dos y cortar el esternón hasta el abdomen y me dice que un cadáver es un objeto de derecho y por tanto se constituye en materia de investigación así que por más evidente suicidio, envenenamiento o asesinato se tiene que practicar el mismo procedimiento forense para todos los casos. Agrega que el nombre que lleva la técnica de cortar desde el esternón hasta el abdomen se llama Virshow.
Persisto preguntándole que si en caso la familia se opone a que su deudo pase todo ese doloroso trámite y deciden dale sepultura. “Toda muerte sospechosa, dudosa, violenta o que haya ingresado a un hospital y muera antes de las 24 horas (ya que ningún hospital tiene antes de las 24 horas un diagnóstico que determine de que moriste) tendrá que ser derivado, de oficio, a la morgue.”, aclara.
Luego más serenamente me explica que existen dos tipos de muerte haciendo diferencia entre los casos que requieren ser derivados a la morgue y algunos simplemente se exoneran todo este penoso trámite.
“Existe la muerte natural y la muerte violenta. La primera puede ser súbita o repentina. En el caso de muerte súbita es un tipo de muerte que en un primer momento se desconocen sus causas y por ser una muerte dudosa se tiene que realizar una investigación que nos indique que causó su deceso. El otro tipo de muerte natural es la repentina que es cuando la causa de muerte es biológica y generalmente se da en ancianos o en personas con enfermedades terminales, para estos casos suele tener un médico de cabecera pudiendo este mismo hacer una certificación médica que confirme la muerte biológica evitando el traslado a la morgue.”, afirma.
“El tipo de muerte violenta, que puede ser producto de un asalto, accidente, suicidio, envenenamiento notorio, etc. se deriva obligatoriamente a la morgue donde se le practica la necropsia de ley para determinar la causa de muerte (puñal, veneno, bala, etc.) y la etiología médico legal (suicidio, homicidio, envenenamiento)”, culmina.
Ayudando Aprendí
Rolando Burga es el técnico necropsiador de turno y se encuentra regresando todo a su lugar. Le pregunto cómo se animó a ejercer este oficio. “Cuando estudié enfermería en Chota ayudaba a un doctor a abrir cadáveres, y así fui aprendiendo.”, me dijo firmemente.
- Le gusta trabajar en esto – le pregunto.
- No es muy agradable pero tampoco me incomoda. Me di cuenta que no muchas personas se dedican a esto, así que si me involucraba en esto iba a conseguir un trabajo rápido. Pensé.
Y así fue. Al poco tiempo de terminar sus estudios de enfermería se presentó para una plaza de técnico necropsiador para Ferreñafe el cual finalmente ganó.
Burga lleva dos años trabajando en el servicio de tanatología del IML de Lambayeque y hasta ahora dice que no se imagina como se sentirá cuando vea en la camilla a un amigo o familiar suyo. “Felizmente aun no me toca hacer ninguna necropsia a un familiar o amigo, la verdad no sé como reaccionaré en ese momento, pero creo que no lo haría. Te imaginas estar en esa situación”, me dice mientras termina de enjuagar a su “cliente”.
Me dice que por favor le diga al guardián que avise a los familiares del cadáver que ya se lo pueden llevar. Me despido de él y me dirijo hacia la sala de espera donde se encuentra el guardián. Los familiares del cadáver aun se encuentran entre jaculatorias y llantos disimulados que atizan su dolor. Finalmente dejo el mensaje a su destinatario y me retiro del recinto.
Llegando a la puerta de salida (que es la misma por donde se ingresa) me encuentro con el doctor Aquino que se encuentra despojado de los atavíos que traía en la sala de necropsias.
Antes de retirarme quise preguntarle si en los 11 años que lleva como director del IML recuerda alguna anécdota o hecho asombroso que se haya suscitado en algún levantamiento de cadáveres. “Fíjate, en los años que llevo trabajando acá no ha habido ningún hecho que me haya asombrado, algo fuera de lo normal. A lo que si estoy acostumbrado y harto es que nos llamen los de radio patrulla o la ambulancia para levantar cadáveres cuando están en completo estado de descomposición o porque se encuentra en algún acantilado inaccesible. Yo les digo que llamen a los bomberos. Nosotros no somos rescatistas”, me comenta entre risas.
Sin lugar a dudas permanecer en este recinto por más de dos horas te hace dar cuenta cómo funciona una parte de la administración de justicia. Te vuelves testigo de hechos trágicos y lamentables que te generan sentimientos de tristeza y compasión. Al mismo tiempo notas que aquí hay personas que todo el tiempo se dedican a una labor de mucha responsabilidad e higiene ya que también están expuestos a cualquier enfermedad que pueda portar un cadáver, pues parece irónico pero es cierto: trabajar con muertos es muy complicado.
Cambio de Vecindario
Debido a la afluencia comercial con la que cuenta nuestra ciudad y la posterior apertura da varios supermercados y lugares de abastos que se ubicaran en el centro de Chiclayo hará que el IML tenga que mudarse por medidas de salubridad para la población. Además la concurrencia de las personas en la puerta de entrada sumado a los medios de comunicación, los curiosos que se acercan a ver de que trató el accidente, más el trafico de la calle; todo esto hace que la ubicación actual del IML se constituya en un peligro para los que acuden a este recinto.
Para esto el doctor Aquino ha creído conveniente mudarse a un sitio más alejado, según me dijo podría ser el distrito de la Victoria, aunque siempre quedaría operando las instalaciones que se encuentran en la calle Tarata, solo que estarían destinadas a oficios de laboratorio.
Ingresos Por Mes
La promedio al mes que maneja el IML de ingresos de cadáveres es 30, aunque eso no quiere decir que ingresan uno al día, sino que durante una semana puede que lleguen solo dos cuerpos y a la otra semana llegan 5 cadáveres en un solo día. Chiclayo es conjuntamente con Lima, Arequipa y Huancayo las ciudades cuyas morgues tiene el mayor número de atenciones al año.
Autopsia y Necropsia
Normalmente existe una confusión terminológica a la hora de decidir si lo correcto es decir Necropsia u Autopsia, lo cierto es que para el uso práctico significa lo mismo, aunque lo correcto es lo primero ya que semánticamente autopsia vendría a ser practicarse uno mismo la necropsia. A pesar de esta confusión aun se sigue registrado el termino autopsia en los documentos legales.